Aún te extraño |Scorpius Malfoy| |Draco Malfoy|

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Semanas después

Si hay algo que debo admitir es lo ingeniosos que pueden llegar a ser los primos Weasley, literalmente, no sé de donde sacan ideas para pastillas tan impresionantes. Me comentaron que sus padres se dedicaron a esto cuando estudiaron aquí, también que gracias a eso pudieron tener su propia tienda "Sortilegios Weasley" donde podía encontrar bromas de cualquier tipo, yo sólo pedía y la tenía. Sus palabras, no las mías.

Pero vaya, pastillas vomitivas para faltar a las clases con justificación mis respetos eran demasiado creativos. Haber estudiado con ellos debía haber sido bastante interesante, dato que no podía preguntarle a mi padre porque no se llevaban bien y estoy seguro de que sus bromas eran dirigidas hacia los Slytherins.

Pero vamos ¿cómo mi padre no se llevó con ellos? Si prácticamente lo que hago ahora es tratar de no reírme para que no bajen puntos a mi casa.

- Oye Malfoy – escuché a mi lado, alcé mi cabeza levemente – mi madre dijo que podías venir a mi casa por vacaciones de navidad – dijo emocionado

- ¿de verdad? – asintió

- Solo imagínalo, podemos pasar con los primos Weasley, tal vez con sus padres

- Con ¿tus tíos? ¿verdad?

- Sí, podríamos ir a su tienda y después molestar a mis hermanos con sus bromas

- Se escucha divertido

- lo va a ser ¿si puedes venir?

- Pues a penas llegue a mi casa hablaré con mi padre y le preguntaré

- genial, también podríamos ver a Elena – lo regresé a ver de manera inmediata

- ¿qué?

- sí ya sabes, su madre es madrina de mi hermana. Y pues hay veces que nos visita

¿me está chantajeando? Porque está funcionando

Maldito Albus

- Igual debo preguntarle a mi padre, él bueno – rasque mi nuca – no se lleva con nadie de tu familia la verdad

- oh cierto que nuestros padres se odian ¿cómo pudimos ser amigos? – alcé mis hombros

- No lo sé, pero me alegro de que lo seamos

- Yo también no sé que haría sin ti teñido

- Probablemente reprobar

- buen punto

El viaje en el tren se basó en mí y Albus lanzando comentarios estúpidos y el contándome sobre cómo sería si pudiera ir a su casa, lo veía emocionado y eso me alegraba la verdad siempre me comentaba que no se llevaba bien con su familia y que no comprendía el acercamiento por parte de sus primos, pero que de igual forma no le molestaba. Siempre se llevó bien con sus tíos.

La entrada de la mansión siempre me pareció espectacular, los pavos blancos caminando por el jardín alguna que otra pileta y los enormes arbustos y pinos, pero en mi opinión le faltaba algo. No lo sé, era muy oscura, muy fría; era como si la casa pidiera a gritos amor.

Por merlín le buscaré una pareja a mi casa porque de verdad da un sentimiento de desgracia ¿de casa?

- Hola Scorp – mi padre abrió la puerta y no dude en abrazarlo, lo extrañaba. Después de la muerte de mi madre nos volvimos mucho más cercanos, él y yo contra el mundo, era la única familia que me quedaba y que conozco realmente - ¿Qué tal el colegio? – acarició mi cabello

- Bien – entré a la sala y mi padre le pidió a Cormac que lleve mis cosas y las guarde en mi habitación me senté en el sillón y mi padre realizó la misma acción a mi lado - ¿tú? ¿cómo has estado? – como ya había mencionado, mi casa era espléndida, pero muy fría y mi padre se quedaba aquí, solo. Antes tenía a mi madre que siempre prendía la chimenea y ambos pasaban horas y horas en este lugar, me gustaba verlos. Sin embargo, ahora estaba solo y me preocupaba por él.