Capítulo 5

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Las primeras clases transcurrieron de forma normal, primero dos horas intensivas de física, luego una hora de química y una hora de inglés, y por último otra hora de geografía. Cuando escuche el hermoso sonido del timbre, mi estómago rugió con fuerza, me dirigí al comedor con un paso alegre, en busca de un delicioso menú que complaciera a mi cuerpo hambriento.
- Tefy - Romina estaba atrás mío - tenemos que hablar -.
Me tomo de mi mochila, y me empujo hacia un costado. No entendía el porque de aquella actitud. Me agarro del brazo, y me arrastro de vuelta hacia el pasillo.
- Anda, habla - me desafío con la mirada -.
- No se de que estas hablando - me defendí - Además no entiendo porque esa actitud de criminal -.
- Ya me llego el rumor - me guiñó un ojo -.
- Rumor? De qué ... - y caí - Mira, si es por lo de la dirección, yo tampoco lo puedo creer, vale? - ella asintió con la cabeza - Fui una completa idiota por haberme comportado de aquella forma, pero me salió de adentro -.
- Si, si, y ahora cuéntame lo otro-.
- Otro? - ahora si estaba perdida-.
- Leonel tiene que ver con la historia - me dedico una sonrisa cómplice - pero no se porque -.
- Cómo haces para enterarte de todo? - ella levantó los hombros, y me observó esperando que continuara con el relato - Lo enfrente, ese chico no me cierra. Y quería que le quedará bien en claro que yo sabía que no era un príncipe de cuentos de hadas, sino el villano de las historietas. Eso paso. Discutimos, me quede con bronca contenida, el profesor me reto, y solté mi hermosa ira sobre él - ahora yo la desafié con la mirada - Contenta? -.
Romina comenzó a reírse, un grupo de chicos que estaban pasando al lado nuestro, se detuvieron a observar a Romina, ya que, por así decirlo, su risa no es muy agradable a los oídos. Yo podía sentir como mi rostro iba tomando un color rojizo.
- Ya Romi - le dije - para, están todos mirando para aquí -.
- Lo siento - tomo una postura derecha, y se acomodó el pelo. No se que tenía que ver el pelo con su risa, pero no dije nada - Imagine la situación y - escapo una pequeña risita - bueno, me tenía que reír si o si -.

Retome mi camino al comedor, acompañada por la tonta de Romina. Cuando me senté a comer con la mafia, me sentí incómoda.
Mientras observaba mi plato, cuyo contenido era una deliciosa suprema de pollo con puré, podía sentir las miradas chismosas de mis compañeras de almuerzo.
- Eres toda una rebelde - me dijo Carla mientras me guiñaba un ojo, no pensaba responder su comentario, por lo que puse los ojos en blanco - Era sólo un chiste -.
- No la molestes - Susana había salido en mi defensa - ella debió de tener sus motivos, acuérdense que no fue un día muy lindo aquél-.
- Gracias - le sonreí a Susana -.
- Sólo decía - dijo Carla mientras masticaba una empanada de carne - Me entere algo de Leonel-.
- No me arruines el almuerzo - le hice señas de súplica con las manos a mi compañera Miss.Chisme -.
- Vale - asintió con la cabeza - sólo pensé que esta información si te iba a interesar, pero como veo que no, guardo silencio -.
Le sonreí amablemente, y seguí devorando mi exquisita comida. Las chicas rápidamente encontraron diversos temas de conversación, el capítulo de la novela que se transmitía por televisión, ni idea del nombre; después de un joven de un curso más chico que el nuestro, que se había peleado con su novia, y según mis amigas, "estaba más bueno que comer pollo con las manos". En esa parte de la charla, no pude evitar reír.
Cuando me dirigía a mi casa, sentí un poco de curiosidad por lo que me había comentado Carla.
Sé que era sobre Leonel, y no debería darle importancia, pero el hecho de que ella formuló la frase "pensé que te iba a interesar", hizo que me quedará dándole vueltas al asunto. Si tuviera que ver con la pobre chica, a la cual, el probablemente lastimo, ya sea física o emocionalmente; y que luego beso, tendría que enterarme. No lo entiendo, haces llorar a una joven, y luego la besas; en verdad, es un idiota.
Me quería sacar es charla que pude haber tenido con mi amiga de la mente, pero no lo logré.
Así que decidí mandarle un mensaje, en ese momento fui cobarde. Me quería enterar por medio de un aparto insignificante como un celular, en vez de hablar cara a cara; pero la curiosidad me carcomía la cabeza.

"Hola, habla. Mañana no quiero ni un comentario de esto".

Eso fue lo que le mande a Carla a través de un mensaje, que me iba a costar aproximadamente cincuenta centavos, pero también, me estaba costando bastante caro mi orgullo.
Había pasado aproximadamente media hora desde que le había mandado aquél maldito mensaje, y ella no emitió señales de vida. Me estaba yendo de mi pieza a la cocina, cuando escucho que suena el teléfono de mi casa. Y como yo esta sola, que era lo habitual, fui a atender.
- Hola -.
- Hola Tefy - reconocí la voz de Carla al otro lado del teléfono - te cuento por acá, es largo, y más rápido -.
- Vale, eso si, espero que me estés llamando desde tu teléfono fijo, porque si lo estas haciendo desde tu celular se te va a ir todo el crédito -.
- Querida no gastes el tiempo diciendo tonterías - ella tenía razón - bueno, te acuerdas de aquella chica con la que tuviste un pequeño enfrentamiento? -.
- La que era amiga de la chica delgada que hablaba hasta los codos? - pregunté, aunque obviamente se refería a ella -.
- Si, me contó el otro día, en la hora de geografía - eso era lo malo de Carla, demasiados detalles innecesarios - que había obtenido algo de información acerca de Leonel, y que sabía quien era esa chica - espero a que yo comentará algo, pero sólo aguarde - la chica del grito, bueno, aquí va. - suspiro - es la ex-.
- No me parece nada del otro mundo lo que me acabas de contar -.
- Espera, no termine - hizo una pausa, un poco larga, me la imagine haciendo su gran actuación cuando está a punto de contar el chisme del año - su ex esta perdida mal, no en el sentido de que sea la típica ex molesta, sino que se al parecer esta obsesionada con Leonel, en verdad, es más, si te fijas, Leonel no tiene ni Facebook, ni twitter ni ninguna otra red social, no quería encontrarse con esa loca - no podía ser verdad lo que Carla me estaba contando, no quería creerle - por eso decíamos que su vida anterior era casi inexistente, porque el mismo se debe haber eliminado del mapa, pero se ve que aquella chica lo encontró, no se como pero lo hizo - mi amiga, respiro, tragó saliva y se calló -.

PrimaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora