Una niñera a la española

Capítulo 18

— Mason no te muevas por dios— Le dijo Vanesa cabreada a lo que le niño la miró mal.

Nos encontrábamos con Martha y Vanesa en la prueba de los trajes de los niño, ambos críos estaban cabreados, uno por estar con Vanesa y dos por los trajes que tendrían que llevar a la boda, el de Mason era de color rosa chicle con la pajarita en verde agua y una camisa blanca al igual que los zapatos y el de Christopher era al contrario, traje verde agua y la pajarita rosa chicle con la camisa y los zapatos blancos.

— ¡Estáis esplendidos!

Tanto los niños como yo rodamos los ojos, parecían dos gominolas o que un unicornio les hubiera vomitado encima, una vez el sastre se había marchado junto con la arpía se dejaron caer a cada lado mío en el sofá.

— Espero que papá y tú no tardéis mucho en empezar a salir por que no pienso soportarla más— el comentario de Christopher nos hizo tanto a mí como su abuela escupir el agua que estábamos bebiendo.

— Christoper...

— Es la  verdad abuela ¿no has visto cómo papá mira a Aida?

— Si lo he visto cariño, pero sabes que tu padre...

— Si, es un cagado, lo entiendo pero prefiero a Aida como madre antes que a Vanesa, bueno es que esa mujer no es una opción.

— Christopher deja de hablar como si yo no estuviera aquí

— Niños subir a vuestros cuarto quiero hablar con Aida— les indico su abuela a lo que yo tragué saliva.

Una vez se fueron me removí incomoda en el sofá.

— Señora Fernsby...

— Aida llámame Martha ya tenemos confianza.

— Martha yo...

— ¿Sabes que querida? yo tampoco soporto a esa mujer y desde el primer día que te vi tuve la esperanza de que mi hijo se fuera contigo, pero al parecer es demasiado corto de mente.

No pude evitar reírme ante su comentario al igual que ella.

— Se que Colton y tu os atraéis, es obvio, la tensión y no solo sexual se nota cada vez que estáis juntos— Mis ojos se abrieron de golpe— ¡Por el amor de dios! eres mayorcita como para que te avergüence hablar de sexo querida ¿de donde te crees que salieron mis hijos? por que ya te digo yo que la cigüeña no los trajo.

— Lo se Martha, pero es como si lo hablara con mi madre, es raro.

— Lo se, lo se, pero no tengo hijas, así que con alguien tendré que hablarlo— Las dos nos empezamos a reír— A lo que voy Aida es a que eres buena mujer tanto para mi hijo como para mis nietos, y yo te quiero en mi familia no a Vanesa, por eso siempre contaras con mi apoyo, tanto mi marido como yo y por lo que veo mis nietos somos team Aida.

— ¿Molestando a mi empleada madre?— La voz de Colton nos hizo cortar la conversación de golpe.

— No hijo, solo le contaba lo corto y tonto que eres a veces.

— Gracias madre yo también te quiero.

— Sabes que te adoro príncipe, pero es lo que hay, no te voy a engañar— La mujer se levanto pasándose las manos por la falda y agarro el bolso— Bueno yo me voy a casa que llevo todo el día sin estar con tu padre.

Me levanté yo también para recoger las tazas y los vasos de encima de la mesa pero antes Martha me abrazó con cariño.

— Recuerda lo que te he dicho— me susurró antes de marcharse.