Capítulo 13

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Colton

— Mason deja la pajarita en su sitio haz el favor.— Le advertí por última vez.

— Papá es que me aprieta — dijo mientras volvía a tirar del lazo de su cuello. 

— Es sensación tuya, vamos.

Le agarré de la mano entrando en el gran salón. La mayoría de los invitados ya habían llegado.

Busqué a mi hijo mayor con la mirada y lo encontré coqueteando con una de las camareras, no pude evitar rodar los ojos, me acerqué a él, tiré de su brazo ganándome de su parte una mala mirada a la que ya me había acostumbrado; arrastré a los dos niños en dirección a mis padres y mis hermanos que se abrazaban alegremente.

— Pero miren a quien tenemos aquí si son mis sobrinos favoritos.

— ¡Tío Josh!— Ambos corrieron en su dirección para abrazarlo.

— Un gusto verte hermano.

— Lo mismo os digo— Dije de manera seria a lo que ambos sonrieron

— Oye Colton, ¿Dónde esta tu despampanante prometida?

— Aquí estoy querido cuñado ¿ya me extrañabas?

Rodé los ojos al ver la sonrisa pícara en la cara de los mellizos, estaba acostumbrado a su coqueteo constante con cualquier mujer ya fuera soltera, casada, con pareja o viuda, les daba igual, mientras fuera mujer a ellos les valía.

Me acerqué a Vanesa para saludarla con un beso en la mejilla, pero esta me agarró de la chaqueta haciendo chocar sus labios con los míos en un beso salvaje, agarré sus caderas fuertementen con las manos pegandola más a mi sin separarme de su boca.

— Hermano, hay niños delante contrólate.

—Ups perdón, culpa mia no puedo evitar ponerme asi cuando veo a mi hermoso prometido.

Me separe de ella y coloqué bien mi chaqueta, sentí unas miradas que me quemaban girándome para ver quienes eran, observe a Mason y Christopher mirándome fijamente, el primero con tristeza y el segundo con puro asco y odio, no iba a mentir me dolía el desprecio de mis propios hijos; nunca me consideré un mal padre, algo distante, pero yo les quería, se había convertido en mi vida desde el día en que nacieron.

— Me alegro de verte hijo— dijo mi padre a la vez que me palmeaba el hombro.

— Feliz cumpleaños papá.

— Gracias Colton, los chicos están muy guapos hoy , es increíble lo mucho que se parecen a ti sobre todo el niño hormona, es como tu con su edad.

— si supongo...

— ¿Qué te preocupa?

— No lo sé la verdad, tengo demasiadas cosas en la cabeza, el tema de la boda, el accidente de Greta, mis hijos que parecen odiarme...

— Sabes de sobra que esos mocosos te adoran y por lo demás deja que pase lo que tenga que pasar, no te estreses sin motivo; quería decirte que invite a Aida esta noche.

— ¿A la señorita Alonso?

— Aja, a tu madre y a mí nos ha caído muy bien, además de que pensamos que es muy buena influencia para los niños y se ve que ellos la adoran, solo te lo digo para que si la ves no te sorprenda o luego me vengas a reprochar.

— Papá no...

— Cállate, no digas nada por que me da igual, mi fiesta, mi cumpleaños, mis invitados, quedas advertido; también lo digo para que controles a Vanesa, no quiero una maldita escena por que te aviso que la que se irá será ella

Una niñera a la españolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora