ᶜᵃᵖⁱ́ᵗᵘˡᵒ ᶜⁱⁿᶜᵒ

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Había pasado una semana desde que Yvonne nisiquiera miraba a John, el cual se veía claramente arrepentido de lo que había sucedido esa noche

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Había pasado una semana desde que Yvonne nisiquiera miraba a John, el cual se veía claramente arrepentido de lo que había sucedido esa noche.

Más sin embargo ella se negaba a caer ante los encantos del chico de ojos claros.

Yvonne se encontraba sentada junto a Thomas, mientras ambos miraban la lluvia caer desde la ventana de la habitación de la chica.

Thomas la miro para después pasarle un cigarrillo el cual la chica rechazó, ella jamás había sido fan de fumar. Thomas solo suspiró para volver a darle otra calada al cigarrillo.

— El rey estará allí — comentó de repente Thomas.

Más sin embargo ella supo a que se refería, la fiesta a la que ella lo acompañaría.

— ¿El Rey George? — pregunto Yvonne mientras fruncia su ceño.

— No — respondió el, con una sonrisa en su rostro, la cual no duró mucho — el rey Billy Kimber y todos sus hombres —

— ¿Y que tengo que hacer? —

— Por dos libras, harás lo que te diga que hagas — le respondió.

Yvonne frunció violentamente su ceño para mirarlo.

— No me vas a pagar como si fuera una puta, Thomas Shelby. No te atrevas a hacer esto conmigo. He aceptado ir a las carreras contigo por que dijiste que querías hablar, no quiero tu dinero, ni haré "lo que me digas que haga". ¿Esta claro? —

— Te daré tres — sugirió el, pareciendo ignorar lo que su amiga había dicho antes — si te encuentras con un rey, no puedes usar un vestido barato —

— Eres un idiota — respondió ella, cambiando su vista de lugar.

— Te pagaré el vestido, ¿de acuerdo? Nada más. — dijo él, pasando uno de sus brazos por los hombros de ella.

— Acepto, pero te conviene no presentarme como a una puta —

— Estoy de acuerdo — contestó Thomas — no confío en la nueva camarera. Grace, esta escondiendo algo. —

— ¿Qué la hace diferente? — frunció su ceño nuevamente.

— Ella aparece aquí de la nada diciendo ser de Dublín. Pregunté por ahí y el bar en el que dijo que solía trabajar no existe — conto — ten cuidado con ella, Yvi. —

— Claro — asintió.

— Y con el inspector. No confío en él, puede hacerte daño si sabe que eso nos perjudicará — continuó.

— De acuerdo —

— Solo quiero que estés a salvo — dijo en voz baja, dejando un beso en la cien de la chica.

— Tu también debes estar a salvo Thomas — susurró ella, mientras se apoyaba en el hombro del nombrado.

— Lo estaré, solo mientras tú lo estés. — lo escucho decir, pero estaba demaciado cansada como para tratar de permanecer despierta.

𝐏𝐄𝐀𝐊𝐘 𝐁𝐋𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑𝐒  |𝑱𝒐𝒉𝒏 𝑺𝒉𝒆𝒍𝒃𝒚 <𝑷𝑨𝑼𝑺𝑨𝑫𝑨>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora