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Yvi se encontraba detrás de la barra cuando escucho el sonido de los autos llegar. Compartió una mirada con Harry, quien se encogió de hombros continuando con el trabajo, pero cuando las puertas se abrieron y todas las conversaciones se detuvieron, fue cuando Harry y ella supieron que estaban jodidos.
Dos hombres estaban parados a ambos lados de la puerta, con las armas afuera y listas para usar.
— Es Billy Kimber — susurro mirando hacia Yvonne.
Y justo cuando dijo eso, Kimber entró por la puerta.
Se quedó parado en su lugar como si estuviera buscando algo. Para este momento ya todos en el pub le prestaban su absoluta atención.
— ¿Hay algún hombre aquí llamado Shelby? — preguntó Kimber en voz alta. Cuando nadie respondió, levantó su arma al techo, disparando una bala. La gente gritó y se agachó — Pregunté si hay algún hombre aquí llamado Shelby. —
En ese momento Thomas abrió la puerta de la habitación y salió mientras miraba a Kimber. Dirigiéndose a Yvonne, hizo un gesto hacia los hombres — Yvonne, sírveles un trago a estos hombres. Todos los demás, ¡váyanse a casa! —
Las personas reunidas en el bar no necesitaban que se les dijera dos veces, corriendo por cada salida disponible. Una vez que el bar estaba despejado, Yvonne miro hacia Grace, que estaba mirando con leve temor.
— Ve a casa, Grace — dijo en un susurró, captando la atención de la rubia.
— Puedo quedarme — dijo Grace.
Yvonne cambió su gesto a uno más duro, indicandole que realmente tenía que marcharce.
— Grace, vete a casa —
La rubia se dirigió hacia la salida trasera en silencio. Mientras hablaban, Thomas había colocado una mesa con tres sillas a un lado para él y sus hermanos y una pareja en el otro lado para Kimber y sus hombres. Yvonne tomó una bandeja con vasos caminando hacia donde estaban dichos hombres y tendiendoles un trago con una leve sonrisa.
Cuando se dio media vuelta lo escucho hablar.
— Nunca me pareció bien que haya mujeres en los pubs, pero cuando se ven así... — sonrio cuando Yvonne volvió a mirarlo pero sin dejar de sonreírle — ¿Cuál de ustedes es el muchacho afortunado que la folla todas las noches? — pregunto dirigiendo su vista hacia los Shelby.
Ella vio que la nariz de John se contraía y los ojos de Arthur se oscurecieron, ella supo que Kimber había tocado un nervio importante apropósito. Vio el puño cerrado de Thomas debajo de la mesa, y la mirada de Matthew.
