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Yvonne había estado limpiando toda la mañana el pub, justo cuando estaba por tirar el contenido de las escupideras pudo ver a Thomas con un bonito caballo blanco

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Yvonne había estado limpiando toda la mañana el pub, justo cuando estaba por tirar el contenido de las escupideras pudo ver a Thomas con un bonito caballo blanco.

Arrojo el contenido del balde en las sucias calles de Birminghan justo antes de que Thomas pasara con su caballo, lo que lo hizo detenerse frente a ella.

— Yvonne — comentó el, a modo de saludo.

— Vaya, recuerdas mi nombre al menos — comentó con gracia la chica, tratando de molestarlo.

— Deja de jugar — respondió Thomas, observando la forma en que Yvonne cambiaba su expresión a una totalmente seria — no voy a disculparme si eso es lo que quieres —

La chica suspiró cansada y diriguio su vista hacia el lindo caballo blanco.

— ¿Como se llama? —

— No tiene nombre — respondió Thomas.

— Pobre belleza, deberías darle un nombre — dijo mientras acariciaba el cuello del animal — tengo algo que preguntarte. —

— ¿Que es? —

— Grace quiere cantar — comentó — Harry tiene miedo de preguntarte y Grace no está trabajando ahora. Además le e dicho que no se metiera con ustedes si no quiere salir perjudicanda. —

— ¿Tu no tienes miedo? — preguntó el, causando una risa de la chica.

— Tu pregunta es estupida, te conozco desde siempre. No hay cosa en el mundo que me haga tenerte miedo, Thomas — respondió restandole importancia.

— En ese caso — dijo Thomas, montando su caballo para después mirarla — saca un lindo vestido, quiero llevarte a las carreras —

— ¿Que? — dijo confundida.

— Me escuchaste — respondió el, mientras rodaba los ojos.

— ¿Qué tipo de mujer crees que soy? — pregunto caminando lejos de el, hacia la puerta del pub — pareces estupido —

— Solo quiero hablar — admitio — de verdad, saca unos lindos zapatos y un vestido —

— Eres un idiota, tienes suerte de que te amo — respondió entre dientes a la ves que Thomas se marchaba.

— Yo también lo hago. — gritó él, para que ella lo escuchara.

Yvonne negó con una diminuta sonrisa y entró de nuevo a su trabajo. 


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