37. Sueño III

1K 199 322
                                    

Miren el hermosísimo arte que me hizo PechaghtLecha, me mima demasiado, yo lo sé, pero no le digan <3 <3 Síganla en Instagram por cierto <3 (y aquí también si quieren), hace dibujos de pura alta calidad <3

Miren el hermosísimo arte que me hizo PechaghtLecha, me mima demasiado, yo lo sé, pero no le digan <3 <3 Síganla en Instagram por cierto <3 (y aquí también si quieren), hace dibujos de pura alta calidad <3

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A ver cómo me denuncias ahora rata inmunda invivible >:v 

A ver cómo me sancionas Wttpd hediondo >:v ESTO ES ARTE, me escuchas?? ARTE. ARTE LEGAL

Disfruten el capítulo :3

***

El recuerdo dio un salto al momento en el cual llegaron de vuelta al castillo, por supuesto, con varios minutos de retraso. Usualmente, eso habría sido suficiente para que Nico se metiera en problemas, pero, en esta ocasión, nadie le prestó especial atención.

Will seguía reviviendo los acontecimientos en las sandalias de su "yo" del pasado. Aun así, era consciente de la mano de Nico sujetando su alma, para arrastrarlo lejos del recuerdo cuando fuera necesario. Y sentía la mano del Nico de dieciséis años, sujetando su mano con la misma firmeza y manteniéndolo ligeramente detrás de su cuerpo, como si quisiera protegerlo del dios del inframundo, aunque éste nunca se había detenido a mirarlo durante más de dos segundos.

En un inicio creyeron que los invitados y trabajadores en el castillo estaban tan ocupados corriendo de un lugar a otro, intentando huir, desaparecer, o ayudar, todos con distinto grado de afán, que por eso no les prestaban atención en absoluto; sin embargo, después de un rato, notaron que algo era demasiado extraño. Era como si fueran, por completo, invisibles. Y Nico no estaba usando ningún encantamiento para provocar aquello.

Al llegar al salón principal, encontraron a toda la familia reunida, y ellos se convirtieron en un par de insectos insignificantes. En realidad, por un momento, ninguno de los tres, padre, madre o hermana mayor, parecieron notarlos, a pesar de que la puerta se abrió y cerró ruidosamente tras su paso, y el cabello de Will llamaba la atención en medio de la decoración oscura como lo que era: un trozo de sol.

—Has de decírselo vos, mi señor — decía la madre de Nico y a pesar del lenguaje respetuoso parecía estarle escupiendo en la cara al dios—, porque a mí ya no me escucha.

—¿Y qué es lo que hay que escuchar? —la hermana mayor de Nico habló fuertemente, con la misma altanería de siempre. A pesar de que la chica seguía pareciendo la joven adulta que Will había conocido en su infancia, y él ya era más alto, seguía teniéndole miedo. Se alejó dos pasos al escuchar su voz, hasta que el fuerte agarre de Nico le impidió retroceder más— ¿De qué es de lo que debo arrepentirme? ¿De ser la mejor hija de mi padre? ¿De tener el poder para manejar su ejército? ¿De hacer todo lo que una heredera debería?

—Te he explicado mil veces lo que podía pasar— la madre, nuevamente, le habló con firmeza— Mira todos los problemas en los que nos estás metiendo.

El Corazón Maldito - EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora