Faldi

UN AÑO.

2 de mayo: un año desde que Draco había desaparecido de la vida de Anna.

En cuanto Anna supo noticias de Lucius no dudó con contactar con Hermione, quien sí creyó que las palabras de Lucius fuesen ciertas. Hermione animó a Anna a dejar de buscar a Draco, pues estaba segura de que este no seguía con vida. ¿Por qué si no habría dicho aquello Lucius, bajo el encantamiento Cruciatus? ¿De qué le habría servido mentir?

Hermione, Harry y Ron visitaron a Anna aquella semana para intentar convencerla de que dejase marchar aquella idea que tenía de volver a encontrarse con Draco tras la batalla, pues los tres estaban seguros de que este había desaparecido de sus vidas y nunca más iba a volver. Anna decidió ignorarlos y, tras pasar días insistiendo, estos se rindieron y decidieron marcharse para que Anna volviese a emprender su camino.

Poco a poco Anna fue perdiendo la alegría que tanto le había caracterizado a lo largo de su vida, y poco a poco su luz fue apagándose, aunque nunca dejó de tener la esperanza de pronto volver a encontrarse con el chico que le había robado el corazón hacía ya cinco años.

Aquel 2 de mayo Anna decidió volver a escribir otra carta a Draco con la esperanza de recibir noticias, las cuales nunca llegaron. Había pasado exactamente un año desde que Draco había desaparecido de su vida, y Anna había empezado a desesperarse, aunque no por eso dejó de buscarle.

Anna en aquel entonces ya había recorrido todo el continente, e incluso había viajado por América. Había hablado con una enorme cantidad de magos y muggles, e incluso había anunciado su pérdida por las noticias con la esperanza de que alguien lo hubiese visto, pero todos sus esfuerzos habían sido en vano: ni una carta, ni una llamada... Nada: solo vacío.

Poco a poco los meses pasaron, hasta que llegó el invierno. Para navidades Anna, ya desesperada, decidió hacer una visita a los Weasley, quienes siempre le habían hecho sentir como en casa.

Una vez allí Anna decidió hablar con George, a quien encontró tan roto como el día en que Anna decidió dejarlo ir. George no había superado la perdida de Fred, y volver a encontrarse con él hizo que Anna recordase el dolor que había sentido al perder a su mejor amigo, y el dolor que sentiría el día que aceptase que Draco se había marchado de su vida para siempre: un dolor que no sería capaz de soportar, que terminaría con ella.

El día después de navidad, tras haber pasado toda la noche reflexionando sobre ello, Anna decidió hablar con Hermione para realizar un hechizo que cambiaría su vida por completo.