〔:🦋:〕「 1 」 ༄˚⁎⁺˳✧༚

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Xingqiu no podía apartar los ojos de aquella novela. Le era imposible dejar de leerla. Había quedado prendado por el argumento, los personajes y la forma de narrar del autor, del léxico empleado y de cómo se desarrollaban los protagonistas. A pesar de que no estaba acostumbrado a escoger historias románticas, esa fue desde luego una excepción.

Estuvo hasta altas horas de la noche leyendo el libro, sin darle tregua a sus ojos cansados. Necesitaba saber lo que ocurría a continuación como si fuera algo vital para él. Sin embargo, oyó unos pasos en el pasillo, fuera de su habitación. ¿Su madre? Si era así y lo pillaba despierto a esas horas, le caería una buena; así que puso el marcapáginas por donde se había quedado y fingió estar dormido.

De tanto fingir, y por supuesto debido al agotamiento, concilió el sueño sin quererlo más rápido de lo que esperaba.

* * *

A la mañana siguiente, en el instituto, coincidió con su amigo Chongyun en las taquillas. Xingqiu estaba absorto en sus pensamientos y parecía distraído.

—¿Estás bien? —inquirió Chongyun, apoyado en las taquillas, esperando a que Xingqiu terminara de recoger sus libros.

—He dormido poco —respondió.

—Has estado leyendo, ¿verdad? —rio Chongyun—. Siempre estás igual.

—¿Dónde está Xiangling? —cambió de tema Xingqiu, después de reír ante el comentario de su amigo.

—Hoy no viene —dijo el ojizarco—. Me ha dicho que tenía fiebre.

—Con lo bien que estaba ayer... —caviló Xingqiu.

Terminó de guardar los libros que necesitaba en la mochila y dejó los que no en la taquilla. Cerró con fuerza, pues la taquilla era vieja y las bisagras estaban algo oxidadas. El metal chirrió.

—Deberían poner nuevas —comentó Chongyun mirando a su amigo, aunque casi no se le entendió por el caramelo con palo que tenía en la boca.

—¿No te dicen nada por tener la piruleta esa? —dijo Xingqiu—. Realmente solo necesitas los helados, ¿no?

—Hmm... —El ojizarco se sacó la piruleta de la boca para hablar—. Sí, solo necesito los helados, pero cuando eres un alumno bueno y tranquilo como yo y te inventas que también necesitas estas cosas, no te ponen en duda. —Sonrió como si fuera lo más malvado que era capaz de hacer.

—Oh, vaya, ¿no estaré ante la mente más malévola de todas? —dijo Xingqiu con sorna. Chongyun se rio.

Emprendieron entonces la marcha por el pasillo hasta llegar a clase. La gente se apelotonaba y esa sensación agobiaba bastante a Chongyun, que prefería estar en sitios no tan llenos. Se aferró al brazo de su amigo, buscando mantener la calma.

Xingqiu sintió el agarre de su amigo y aceleró el paso por él, tratando de dejar atrás la multitud de estudiantes lo antes posible. Por un momento, la actitud de Chongyun lo puso nervioso, a pesar de que era algo que el ojizarco hacía muy a menudo.

Cruzaron el pasillo y entraron por fin a su aula, donde todo estaba más tranquilo. Chongyun soltó por fin a Xingqiu, jadeando.

—¿Necesitas helados? —inquirió Xingqiu, preocupado.

—No... estoy bien —respondió Chongyun—. No es nada.

Se escucharon unas risitas molestas que provenían de algún rincón de la clase. Era un grupo de chicos, compañeros de Xingqiu y Chongyun. Xingqiu los miró duramente y frunció el ceño. Sabía que se reían de Chongyun por su condición. El pobre se agobiaba en multitudes y no podía hacer nada para remediarlo, pero al menos le echaba valor al andar por los pasillos. No entendía cómo podía haber gente que se burlara de esas cosas.

—Vamos. —Agarró a Chongyun del brazo hasta llevarlo a sus asientos.

Poco a poco, las sillas vacías se llenaron y los alumnos llegaron. Después, el profesor de Historia, Zhongli, entró al aula, caminando firme y lentamente, con un aspecto increíble a pesar de lo temprano que era. Cualquiera diría que llevaba horas despierto y que ya había realizado docenas de sus quehaceres de adulto.

Zhongli era muy buen profesor y saltaba a la vista que amaba su trabajo. Enseñaba la Historia como si él mismo la hubiera vivido y a menudo también abría debates con sus alumnos sobre temas que no estaban relacionados con su asignatura. Incluso daba interesantes charlas sobre geología de vez en cuando, cosa de la que se había declarado aficionado más de una vez. Sus alumnos deseaban que hubiera más profesores como él.

La clase comenzó, pero Xingqiu apenas prestó atención, pensando en cómo continuaría su libro. Normalmente estaba atento a las explicaciones del profesor Zhongli porque amaba la Historia y la veía como si fuera una novela inacabable, pero esa vez, sin embargo, fue diferente.

* * *

Una hora después, el timbre sonó ruidosamente, interrumpiendo a Zhongli con la palabra en la boca.

—Bueno —suspiró—, continuaremos el próximo día. —Recogió sus cosas y salió con el mismo paso tranquilo—. Tened un buen fin de semana —añadió cruzando el umbral de la puerta.

Los cambios de clase eran agitados. Alumnos que se dirigían a otras aulas, profesores yendo a sus siguientes clases. Y alboroto. Mucho alboroto.

Chongyun se levantó de su asiento y se acercó a Xingqiu. Se sentó en la mesa de su amigo con total confianza. Solía hacerlo en casi todos los cambios de clase. Después de todo, se conocían desde hacía años, desde que eran prácticamente unos críos. Siempre habían estado juntos y tenían ese vínculo especial.

—Tan solo es primera hora y ya estoy cansado —resopló Xingqiu apoyando un codo en la mesa y la cara en la mano.

—Eso es normal un viernes —opinó Chongyun—. Por cierto, ¿vienes mañana al parque de atracciones?

—¿Mañana? Sí, creo que puedo —asintió el de los ojos color ámbar—. ¿Crees que Xiangling estará mejor?

—Esperemos que se le haya pasado el resfriado —dijo Chongyun, sonriente.

Una profesora se asomó a la clase para regañar. Los alumnos estaban haciendo más ruido del que debían y el alboroto era casi insoportable.

—¡Venga, cada uno a su sitio! —bramó con una voz estridente.

Chongyun bajó de un salto de la mesa de Xingqiu y se sentó donde le correspondía. Los otros compañeros de clase lo imitaron, regresando a sus asientos.

Poco después entró el profesor que les tocaba, para empezar con la clase. Xingqiu resopló. Qué ganas tenía de que acabara el viernes, regresar a casa y seguir leyendo.

Mariposas [Chongqiu] (High School AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora