61. Una hermosa sorpresa

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Shannon

Despertar en sus brazos es la mejor forma de sentirme de nuevo en casa, de sentirme completa, de saber que la tengo de regreso y que no quiero soltarla, otra vez no, la veo dormir, su rubio cabello alborotado, su hermoso rostro lleno de paz, su respiración tranquila y suave, sus brazos en mi cuerpo, sus pies enredados con los míos, mis dedos haciendo un recorrido desde sus cejas hasta sus labios, como si no creyeran aún que estamos aquí juntas, tocan la puerta de la habitación y me levanto en silencio, mientras enredo la sabana para tapar mi cuerpo y con la otra tapo a Anastasia, camino lentamente hasta la puerta y al abrirla un camarero avisa que toca el desayuno, lo cual pedí unos croissants y dos jugos más café, el chico se fue y caminé hasta el ventanal para ver una maravilla natural llamada la ciudad y el Ávila, suspiré.

A: Esa es la imagen más sexy con la que he podido despertar y eso que nada supera a despertar a tu lado en los roques después de hacer el amor - sonreí y puedo jurar que me puse colorada de la pena, la sentí detrás de mí enredando sus brazos a mi cuerpo - ¡Buenos días princesa! - me volteé para verla a los ojos y enredar mis brazos a su cuello -
S: - Sonreí embobada - ¡Buenos días mi amor! ¿Cómo dormiste? - sonreímos -
A: Como una bebé, a tu lado era lo que necesitaba para dormir tranquila - con un dedo tocó la punta de mi nariz y me acerqué para besarla pero la puerta volvió a sonar - voy al baño tu atiende - me lanzó un beso y desapareció mientras yo sonreía -

Caminé hasta la puerta y abrí, era el mismo camarero que nos dejaba el desayuno, se lo agradecí y le di una propina, se fue y yo cerré la puerta mientras caminaba a la barra de la suite donde recordé la noche anterior y sonreí embobada, mientras me mordía el labio inferior y suspiraba, esperé unos minutos hasta que salió Anastasia y me aviso que nos traerían ropa, porque me tenía una sorpresa y yo no entendía nada, se supone que debería de llegar a casa, sólo asentí y nos sentamos a comer entre besos, caricias, mucho amor y muchísimas risas más, fue la mejor mañana que no he tenido en muchos días, todo a su lado es perfecto, una hora después de haber desayunado tocaron la puerta de la habitación pensé que sería el chico otra vez pero mi sorpresa fue grande al ver a la bella rubia frente a la puerta sonriendo, esa rubia era Valentina mientras Juan se acercaba sonriendo.

S: ¿Qué hacen aquí? - pregunté sorprendida -
V: Pues me llamaron para traerles ropa, te traje de la mía porque ni loca pasaba por tu casa y tú papá lo llamé me dijo que estaba en la clínica - me reí mientras la abrazaba para luego dejar que entraran Juanpi y ella - ¿todo listo Ana? - Ana asintió y no entendí nada - toma, anda a arreglarte - caminé lentamente al baño con un bolso y escuchaba a Vale hablar con Anastasia, media hora después salí y estaban esperándome -
A: Era hora - resoplo y caminó al baño a cambiarse -
Jp: Que guapa cuñada - me dijo sonriente Juanpi -
S: - Nos reímos - Gracias cuñado - lo abracé y Val empezó a pegarle gritos a Anastasia, estaba muy emocionada la niña - ¿A dónde vamos? - pregunté -
V: Sorpresa, así que solo confía - me guiñó un ojo y vimos salir a Anastasia del baño iba hermosa, llevaba unos jeans rasgados, una camisa blanca y su típica chaqueta, caminé hasta ella y le di un beso - iugg ya vámonos - gritaba Valentina emocionada mientras agarraba de la mano a Juan para salir de la habitación -
A: Que emocionada la rubia - me reí y la volví a besar para luego salir de la habitación, al bajar esperamos en el lobby a que Anastasia entregará las tarjetas, estaba junto con Juanpi y yo esperaba con Val -
V: ¿Todo bien? - sonreí ampliamente y asentí rápidamente, Valentina me abrazó - me alegra, ya extrañaba el dúo shayna - la miré confundida -
S: ¿Shayna? - subió los hombros restándole importancia -
V: Bueno es lo más decente para sus nombres que no pegan ni con pega loca - nos reímos mientras
la abrazaba -

Los chicos llegaron entre risas y salimos del hotel, Val se fue con Juanpi en la camioneta de Juanpi y Anastasia y yo nos fuimos en la moto de Ana, extrañaba tanto tenerla tan cerca, enrede mis brazos a su cuerpo y sentí su calor, me encantaba estar así, ya que tenía que ponerme el casco no me importó estar pendiente del camino sino de oler el perfume de ella, el perfume que me tenía tan enamorada, creo que paso una hora o menos cuando habíamos llegado a un lugar montañoso, en un cartel había un nombre

S: Placivel… - susurré para abrir los ojos muy asombrada - carretera la Victoria – colonia Tovar - volteé a ver a Anastasia que estaba sonriente y yo estaba feliz y fui a abrazarla mientras oía su risa -
A: Esta era la sorpresa - dijo en medio del abrazo - una vez me dijiste que querías ir a la colonia Tovar y tirarte del parapente - se separó del abrazó para verme a los ojos - me encanta cuando tus ojos brillan como en estos momentos - escuchamos los gritos de Valentina lo cuál nos hizo voltear a verla -
S: Esta mujer acabará con mis nervios - nos reímos y escondí mi rostro en el cuello de Ana - Gracias mi amor - susurré mirándola y negó para luego darme un beso - es una hermosa sorpresa - la volví a abrazar -

Una hora después estaba apunto de cumplir uno de mis sueños, lanzarme del parapente, primero se lanzo Val, luego Juanpi, venía Anastasia y de última yo, tenía muchos nervios pero más que todo adrenalina nunca pensé cumplir este sueño gracias a ella, mi amor, cinco minutos después de lanzarse Anastasia con uno de los pilotos y ahora venía yo, después de un grito sólo sentía la adrenalina de estar en el aire era espectacular era mágico, era simplemente increíble, la más hermosa sorpresa.

Siempre Fuiste tú... Mi gran amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora