78. ¡Nos vamos a Mérida!

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-Lo siento - susurró y una lágrima recorrió nuestras mejillas-
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Anastasia

Era Sábado y Juanpi logró sacarle permiso a mi novia, estamos todos en el bar de siempre hablando y bebiendo, nos reíamos y me sentía completa, estaban mis amigos, mi novia, sonreímos sinceros, somos solo unos pares de jóvenes siendo felices pero sentía que debía aprovechar cada segundo porque algo no estaba bien.

Sa: ¿Qué haremos para mi cumpleaños chicos?
J: Vámonos de viajes - pasó su brazo por los hombros de Sandra y la abrazó -
Jp: Yo pienso que deberíamos irnos el lunes hasta llegar a Mérida, nos paramos en todos lados y pasamos la semana conociendo, eso es pasar un buen cumpleaños - todos asentimos -
S: Valdrá la pena un castigo más, acepto - nos reímos y la abracé para darle un beso en la mejilla -

Valentina y Carla gritaron al unísono que ¡NOS VAMOS A MÉRIDA! Nos reímos y así pasamos la noche entre risa, bebiendo y bailando. Al llegar las 3 de la madrugada dejamos a Shay en casa, bueno la dejaron Juanpi y Valentina mientras yo estaba en mi moto a cuatro casas antes, después de ver que arrancarán yo bajé de mi moto y subí a su cuarto, allí la estaba esperando cuando entró se sorprendió y se rió por bajito.

S: ¿Nunca dejaras de entrar en mi cuarto sin avisarme? - negué mientras estaba sentada en su escritorio - te ves tan sexy en esa pose - cabe destacar que estaba cruzada de brazo -
A: Tú eres sexy siempre - le guiñe un ojo y dejó su cartera en la cama, se acercó a la puerta y la cerró con seguro -
S: - Se acercó a mí y pasó sus brazos por mi cuello para quedar a milímetros de su boca a la mía y podía incluso sentir su respiración - ¿sabes que me pone más? - negué y acercó su boca a mi oreja - oír mi nombre mientras gimes - puedo asegurar que Anastasia la inocente apareció cuando mis mejillas se pusieron rojas y la miré -
A: Ven acá... - susurré -

La besé ferozmente y nuestras lenguas batallaban, mientras nuestras ropas volaban por todo el cuarto y los gemidos eran silenciados por nuestros besos, lo hicimos en el escritorio, mientras susurraba su nombre, en la cama mientras ella susurraba el mío, rezaba porque nadie nos escuchará la verdad, lo hicimos al bañarnos y fue cuando empezaba a salir el sol que caímos rendidas abrazadas y felices, mi mal presentimiento no se iba pero estando a su lado yo estaba completa y sólo eso me bastaba.

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Ben

Así que es este bar donde mi novia se esconde para verse con la rubiecita, en este bar de mala muerta, miraba hacía la mesa donde estaban, se moriría Diana si se llega a enterar, sonreí de lado.

*: Hola guapo - volteé hacía la voz y era una pelinegra ojos azules preciosa, sonreí como galán -
B: Hola cariño ¿Quieres algo de tomar? - asintió y pido dos cervezas - gracias pana - el barman asintió y me acerqué a la pelinegra, piernas largas que tenía al frente - Me llamo Ben - estrechamos las manos -
*: Daniela - asentí sonriendo -
B: Un gusto hermosa Daniela - se rió y mi sonrisa crecía más -
D: ¿Tienes novia Ben? - me miró sensual y yo volteé hacía la mesa de Shannon -
B: Para nada belleza - asintió y se acercó más a mi oído -
D: Si quieres nos vamos a un lugar... más privado - susurró en mi oído para luego morder el lóbulo de mi oreja -
B: - Pagué y tomé de un trago la cerveza, volteé a ver donde estaba Shannon besándose con la rubia y sonreí - Aprovechen que se les acabara más pronto de lo que creen - salí junto a Daniela y al llegar a casa que noche la que me regaló esa pelinegra, de no estar enamorado y molesto con Shannon, la conquistaría, hasta excelente cama es -

Siempre Fuiste tú... Mi gran amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora