Capitulo 5: Helados

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×Yue×

La tarde había acaso dando paso a la noche, con todo el remolino de emociones y crisis que sufrimos mis piernas habían perdido casi toda la fuerza para cuando me di cuenta.

Luka se ofreció a llevarme a mi casa para que no estuviera sola en plenas calles oscuras, menos cuando estaba tan aturdida.

Es un chico muy dulce y preocupado, incluso se tomo con gracia mis riñas infantiles contra el playboy Gatuno.

Mis padres estuvieron llamando como locos, supongo no pudieron avanzar a buscarme debido a la pelea, finalmente les dije que estaba bien y que iba de regreso a casa junto a un chico que me ayudo.

-¿Y bien?- dijo en tono de pregunta llamando mi atención mientras nos deteniamos sobre un puente que cruzaba uno de los canales de agua que se esparcían por aquella ciudad.

-y bien, ¿que?- le cuestione algo confundida mientras me acercaba a el, quien miraba por sobre el barandal hacia el agua que corría suavemente.

-¿Que te parece tu primer día de regreso a París?- musitó en un tono dulce antes de mirarme con esa sonrisa acaramelada en los labios que me daba cierta necesidad de besarlo.

Desde hace ya un rato había notado que su sonrisa era la que mas inquietas ponía mis hormonas, mas no era por que se viera como un sexy Fuckboy o alguna cosa parecida, lo qué me ponía tan ansiosa a su alrededor era sin duda esa dulzura calmada que emanaba cada uno de sus gestos.

Sobre todo su hermosa sonrisa

-Un tanto mas "salvaje" de lo que esperaba- le respondí mientras me colocaba a su lado con tranquilidad -Siendo te completamente honesta, esperaba solamente recorrer las calles sin rumbo mientras comía cosas chatarra y me desvelaba viendo artistas callejeros, para luego llegar a casa y acomodar mis maletas mientras me pongo al día con mi hermana menor-.

-Pues yo diría que si comiste bastante antes de la pelea- soltó una risa ligera mientras me observaba -Esas tres hamburguesas con todo y los dos vasos jumbo de Nestea de durazno no eran exactamente una comida ligera-Un buen punto para el, a su lado sin duda que mi apetito parecía el de un animal con solitaria.

-Estómago de deportista- me defendí mientras le devolvía el gesto -No puedes nadar mas de 1500 metros sin desarrollar un hambre del demonio- aunque siendo honesta conmigo misma, cuando estaba en las practicas mas exigentes lo único que había en mi cabeza era no ahogarme a mitad de camino debido al cansancio físico, en mis primeros 100 metros cuando recién llegaba a china salí con la piernas temblando y ganas de vomitar hasta las tripas.

Recuerdo que mis tíos pensaron llevarme al hospital por que empecé a llorar en plena crisis.

Aunque no podían negar mi esfuerzo, otra chica se desmayo a la mitad y la tuvieron que sacar para que no se ahogara, yo al menos llegue a terminar el recorrido y salir por cuenta propia.

Cinco años de trabajo intenso me llevo alcanzar los 1500 metros, cinco años de esfuerzo que pronto valdrían la pena cuando participara en mis primeros juegos olímpicos.

-Asi que eso es a lo que te dedicas...eres deportista- dijo luka sacando me de mis propios pensamientos -Realmente debes amar el agua- claro que lo hago.

-El agua es mi mundo, mi aire, mi sangre, no podría imaginarme un mundo sin nadar, cuando estoy allí dentro es como si no hubiese nada mas...como si nada mas importara- declare en voz muy suave mientras miraba fijamente las corrientes del canal.

Mi hermana es ¡¿Ladybug?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora