Capítulo 3

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Prácticamente corrí al salir de la academia para llegar a tiempo al set de grabaciones. 

Desde que me levanté, supe que sería un día demasiado largo. Tuve unas clases intensas de baile y mi cuerpo justo ahora pedía a gritos un descanso, pero lamentaba informarle que justo ahora eso no sería posible porque tendría las grabaciones del videoclip y es probable que no tenga un descanso real hasta el fin de semana. Bueno, supongo que estas eran las consecuencias de ser bailarina.

La noche anterior había sido un completo desastre, y fue porque al llegar a casa, de verdad me encontré a Milo sentado en la puerta de mi departamento esperando a que llegara. Casi quise lanzarle el teléfono en la cabeza, casi... pero no lo hice porque luego me tomaría casi un mes tener uno nuevo y tampoco me arriesgaría tanto por ese idiota. 

En pocas palabras, estaba ahí porque mi madre lo obligó ya que no respondía sus llamadas y seguía pensando que entre él y yo aun había... lo que sea que había, y claro, no pudo desaprovechar la oportunidad de decirme que quería volver a intentar lo que teníamos antes. 

Maldición, ¿no podía tener un poco de paz, al menos?

Me adentré por las puertas del mismo edificio que había estado ayer, y caminé hasta estar en el estudio. Todo parecía estar igual que ayer pero había muchísimo más ajetreo. 

Al verme llegar, varias personas se acercaron a mí a saludarme. Una de esas fue la chica encargada del vestuario y me indicó que tenía que ir al camerino que me habían asignado para que comenzaran a maquillarme.

No había pasado tanto tiempo cuando ya estaba dentro, sentada frente a un enorme espejo de luces y una chica estaba aplicando base sobre mi piel mientras un chico estaba arreglando mi cabello. Nunca había estado en una situación parecida. Siempre que hay algún show, soy yo la que me maquillo, y alguna de mi clase me ayuda con el peinado porque soy muy torpe, pero se sentía bien.

Alguien pasó por ahí e informó que Niall estaba grabando alguna de las escenas que le tocaban en solitario. Eso hizo acelerar mi corazón de nervios. Esperaba hacer esto bien, nunca había estado en un videoclip y tenía miedo de arruinarlo todo.

Cuando estaba lista, me dejaron sola para terminar de ponerme las zapatillas de ballet. Me miré en el espejo y detallé cada parte. 

Mi maquillaje era bastante sencillo, mis mejillas estaban sonrojadas por el rubor, dándole un toque más tierno. Casi del mismo color estaban maquillados mis labios. Lo que resaltaba un poco más era la sombra con destellos dorados sobre mis ojos, y quizás resaltaría aún más si estos fueran llamativos. Solo eran de un oliva oscuro, casi marrones y aburridos. 

Mi cabello, también marrón oscuro, solo estaba liso y los mechones que caían por delante estaban sujetos en una pequeña coleta de manera que no estorbara demasiado al bailar. El vestido rojo caía por mi cuerpo, viéndose sutil y elegante. 

Me pregunto si podría dejar de ser tan monótona alguna vez. Es decir, no me molestaba mi físico, no de la forma en que parece, es solo... no me gusta no tener algo que me caracterice, simplemente soy... normal, siempre lo he sido.

Suspiré y dejé los absurdos pensamientos a un lado para enfocarme en colocar mis zapatillas.

Sentí una presión en mi estómago cuando estuve en frente de la escenografía, justo donde estaban las pantallas que enfocaban las cámaras. Me di cuenta que Niall justo había finalizado de grabar la escena en el piano y soltó un suspiro bastante dramático, haciendo reír a varias personas que se encontraban ahí. Alzó su mirada con una enorme sonrisa y su mirada azul se posó sobre mí, cosa que por alguna razón, hizo alterar más mis nervios.

Perfect Strangers - Niall Horan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora