Perfect Strangers - Niall Horan.

Capítulo 15

No pasaron muchos días después del evento cuando nos solicitaron en el mismo lugar del ensayo para comenzar a prepararnos para la presentación en Francia. No había muchas cosas relevantes, eran casi los mismos pasos, solo algunas pocas cosas fueron cambiadas para hacer algo mucho más increíble. 

Quizás las cosas podían cambiar luego de esa presentación, quizás podrían surgir oportunidades nuevas. Y por supuesto, tenía que ser muy cuidadosa y perfeccionista al repasar mis pasos si quería conseguir una gran oportunidad para mi próximo paso en el baile.

Esas dos semanas de ensayo fueron las dos semanas más duras de mi vida. 

Bueno, quizás exageraba. La verdad, los ensayos habían sido tan duros como los de la primera presentación, pero supongo que no fue tan agotador como en un principio porque ya nos habíamos acostumbrado a esta movida.

Había logrado entablar conversación con algunas personas importantes de aquel lugar, incluso me dieron algún que otro consejo del baile que pondría en práctica. Era genial, porque me animaba a mejorar y superarme día día a mí misma.

En cuanto a otros aspectos, todo ha ido bien, las cosas estaban bastante calmadas y me asustaba que sucediera algo de repente que mandara a la mierda mi poca estabilidad emocional, pero intentaba ser positiva. 

Por lástima, tuve que soportar la presencia de Oliver durante todo este tiempo, pero siendo honesta, me daba igual y solo trataba de ignorarlo. Luego de aquel día en el restaurante no volvimos a hablar, pero por supuesto nos volvimos a ver en los ensayos, e incluso es mi estúpido compañero de baile. Era incómodo, no me sentía conforme con compartir simples palabras con él, pero tampoco podía ser tan poco profesional. 

Al principio intentó arreglar las cosas conmigo, pero luego de darse cuenta de que de verdad no quería saber más nada, solo me dejó en paz. Y lo agradecía.

Brianna estaba que chillaba de alegría cuando se enteró que iría a Francia y nos volveríamos a ver luego de casi medio año. Al parecer nuestro reencuentro se adelantaría y no tendríamos que esperar a que sean las fechas festivas para vernos.

Con el pasaporte en mano y mi boleto de avión con destino a París, supe que esto era un sueño. Aún no lo podía creer, ni siquiera cuando estaba a más de cuarenta y dos mil pies de altura, pero mucho menos cuando el avión aterrizó y puse mis dos pies sobre tierra firme.

Supe que este viaje más allá de ser por una presentación de baile, sería toda una aventura.

Y no estaba equivocada.

Nos alojamos en un hotel bastante lujoso, aunque dudaba que fuera de los más lujosos de aquí. Mi vista daba hacia una pequeña calle con diferentes locales y restaurantes, pero aún así se podía ver a lo lejos la Torre Eiffel y las maravillosas luces y flores que adornaban el lugar, incluso se escuchaba de fondo una canción en francés que ambientaba bastante bien. Se sentía como estar en una película romántica cliché, solo que sin el estúpido romance cliché.

Ese día no pude hacer mucho porque teníamos que ensayar, pero al día siguiente antes de la presentación, pude recorrer algunos sitios cercanos. Todo me parecía tan fascinante... Había tantas luces y se respiraba tanta paz, se sentía mágico estar aquí. No puedo creer que Brianna pueda apreciar esto todos los días.

Hablando de ella, aún no nos habíamos visto por los ensayos y porque ella estaba ocupada con su trabajo y en los próximos diseños, pero habíamos planificado cada detalle con respecto a mi corta estadía aquí, así que ella iría a ver la presentación en primera fila y luego pasaríamos el rato juntas disfrutando de París.

Esa noche no tuve un descanso real porque ensayamos hasta las dos de la madrugada, y además, no podía conciliar el sueño por los nervios que sentía. Lo único que pasaba por mi mente era que estaba en un país diferente, donde se hablaba un idioma diferente, y las personas eran diferentes. Sí, nada de lo qué preocuparse... Já...