El té de canela era un nuevo sabor para el paladar del alfa, no podía creer que en su vida había probado algo como esto y le parecía bastante triste que aun en sus 26 años habían cosas que aun no probaba, justo en un momento como este, el hombre comenzó a pensar que debía de vivir más.
También noto que jamás una voz le había parecido tan calmada, dulce y podía tomarse el tiempo de escucharlo hablar de tontearías, pero ¿en que estaba pensando? era un simple omega con aires de grandeza, su voz podía parecer la de un ángel, sin embargo lo único que hacia el pelinegro era entorpecer la reunión.
En contadas ocasiones su rubio amigo lo observaba para que cerrara la boca y por supuesto no lo hacia.
— Bueno señor Kim, ¿quiere aceptar nuestro acuerdo?.- De nuevo Kwan tomo las riendas de la conversación.
—Por supuesto. - Escuchar la afirmación de su parte hizo saltar sobre su propio pie a los que hacían la propuesta, claro que tener las obras de aquel apuesto omega en su museo los hacia felices, eran perfectas. — Solo si ustedes también aceptan mis términos y condiciones.
— Claro, de que tratan.- Si Namjoon dijera que no tenia miedo de cuales fueran sus términos, estaría mintiendo, él deseaba que aquel chico de cabellos tan negros como el azabache se presentara y como no, también ser parte de su museo. Su alfa se lo repetía cada 5 minutos en forma de advertencia, lo acababa de conocer era ilógico para si mismo, sin embargo solo quería que el tiempo entre ambos se prolongara y al menos tener una sola oportunidad para poder entablar una conversación.
— Que no se me acerquen alfas.
El castaño lo observo confundido y ladeo se cabeza en representación de su confusión.
— Eso es algo imposible, los alfas están en todos lados. - El subdirector observo al alfa y de nuevo al que causaba toda esta extraña tensión.
Pero el director jamás quito la vista de encima de SeokJin y por supuesto este ultimo tampoco bajo la mirada, la pequeña guerra parecía no tener un perdedor por lo pronto y era intenso, sus ojos brillando, sus manos sudaban y tan de repente el omega supo cual era la debilidad de su oponente, alzo su ceja y sonrió con sarcasmo.
— Es una situacion fácil, señor Kim.- Impresionantemente sus ojos aun estaban puestos sobre los del alfa.— Pretendo no sentir miedo cuando mi celo se aproxime y mantenerme cómodo durante mi presentación.- Su voz fue disfrazada de inocencia.
— Solo un alfa podrá acercarse a ti, SeokJin.
Y aunque el hombre vestido de un traje costoso y elegante siempre mantenía sus impulsos dentro de si mismo, esta vez no pudo contenerse, así fue como se dio cuenta que el omega obtenía lo que quería y perdió aquella interminable guerra de la manera mas carnal posible. Cuando noto que sus labios estaban resecos, noto lo que de su cavidad salió, el omega parecía tener un arranque de ira, su olor fuerte como el aloe vera apareció aturdiéndolo, la esencia a arándanos lo mareo y su solución fue el té de canela que permanecía frio sobre la mesa del centro.
Jimin carraspeo y observo sonrojado a su amigo.
—SeokJin aceptara.
Bajo la cabeza y pidió el documento en el que el pelinegro tendría que trazar su firma, pero aquel olor parecía ser insoportable para el alfa dentro de Namjoon, de repente sus feromonas también fueron desprendidas y otra guerra comenzó, pero esa vez entre los olores parecían mezclarse, el café , el jengibre, el aloe vera y lo dulce de los arándanos.
Y así fue como SeokJin arrebato de las manos el papel, lo firmo y se fue sin decir una sola palabra a su lugar de trabajo.
Después de ciertas miradas por parte de los demás presentes, unas disculpas de Jimin les toco retirarse del lugar, con cierta incomodidad y muchas preguntas en la cabeza.
Que tonto de Namjoon pensar que después de aceptar el trato los invitaría a almorzar como había tenido en plan, al menos tenia de consuelo que volvería a ver a aquel amargado y fuerte omega. Volvieron a su lugar de trabajo, cada uno a su respectiva oficina.
El alfa almorzó una vez mas solo en su despacho, pero le servía el silencio para pensar en porque aquel omega le había afectado tanto, su lobo jamás era tan impulsivo, no movía la cola como un pulgoso feliz cuando cualquier omega lo hacia oler su aroma, no sabia como quitarse del olfato el dulce aroma del arándano y lo intenso del aloe vera. ¿Por que ese peculiar omega lo estaba afectando tanto?
En lo que sobraba de día, llegaría las obras que SeokJin pondría en exposición por al menos una semana, apreciar aquellas obras era dedicado pero durante aquella llegada, apareció el camión que transportaban las pinturas de Jeon JungKook, las cuales eran tan buenas como las anteriores.
En ese mismo instante, se decidió que ambos omegas compartirían el mismo salón, uno tan grande que sus obras no tendrían porque envidiarse entre ellas, pero cual era la razón de la luna para que ambos sean vistos desde la misma perspectiva y tan simple era la respuesta que la insatisfacción impregnaba los cuerpos de quienes lo cuestionaban, asimismo la luna lo decidió y solo porque así lo quería
Y en ese mismo lugar y momento, Namjoon no podía dejar de buscar una razón para que el pelinegro aceptara incluso cuando no quería hacerlo, en ese mismo instante, se reprendió a si mismo por seguir pensando en algo que no debería de importarle, tendrá respuestas en su momento o quizá y jamás sabrá una respuesta coherente que ayude a su mente dejar de darle vueltas a un asunto sin sentido. Su lobo era quien lo cuestionaba, pero el mismo animal no quería darle la respuesta, lo frustraba, su olor no debió desprenderse de su cuerpo y el omega no tenia que irse de aquella manera tan brusca.
Claro, aquel encuentro le daría respuestas y esta muy lejos de obtenerlas.
Deja de torturarte
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𝐿𝒾𝑒𝓃𝓏𝑜 𝒱𝒶𝓃𝑜➷ Namjin Omegaverse
FanfictionEste es el mundo real, plano en donde Kim SeokJin desea ser dibujado, quiere ser arte, busca ser visto, un lugar en donde ser él mismo no conlleve una herida profunda y segura. En ese extraño lugar, existe Kim NamJoon, un artista sediento de creati...