Capítulo 5: ¿Eres tú?

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Los días pasaban tan rápido como el correr de los ríos, día tras día era un nuevo acertijo y normalmente terminaban bien para Namjoon, usaba aquel intelecto tan propio de si mismo que le costaba no sentirse orgulloso. 

Entonces cuando menos era de esperarse ya había llegado el día de la exposición, las galerías estaban reluciendo en un nuevo espacio, el olor a pintura era escaso, los pisos relucían, los carteles brillaban  anunciando que hoy se realizaría tan esperado evento. Algunas personas se aproximaban y otros descaradamente aceptaban ser fieles seguidores de sus artistas favoritos, aludiendo a lo guapos que eran algunos, contando que para la conveniencia de Namjoon, los nombres mas alabados eran los de SeokJin y del artista JungKook. 

Pensando en aquello ultimo, su propia conciencia le jugaba en contra su propia voluntad, pensaba en SeokJin, en aquella voz dulce, la manera rápida de hablar y sus orejas rojizas por su molestia, sin embargo aquellas bonitas descripciones no borraban que el omega era un chico bastante grosero. 

Hoy el alfa vestía para la ocasión, una camisa abotonada de un color negro tan intenso que contrastaba con el mismo tono ébano oscuro de su saco, era tan elegante y llamativo que los ojos de muchos se pegaban en su postura, aquella tan demandante que causaba en muchos la inclinación de sus cabezas para que este imponente alfa marcara lo que indebidamente era una marca permanente, un lazo que los uniría para toda su vida. Este director tan apuesto no se inmutaba, sabia que su pareja destinada llegaría y se daría cuenta de eso.

Tonto, tonto, tonto. 

Este lobo normalmente fastidiaba al humano, pero en las ultimas ocasiones solo hacia que el dolor de cabeza aumentara, su animal y él ya no se llevaban de la mano pues era el causante de los últimos remolinos que se asomaban dentro de si mismo, era insoportable. 

La galería de arte estaba lista, de las siete personas que habían mostrado su perfil solo cinco personas habían superado las expectativas del jefe, claro que los demás eran tan buenos que su decisión se había visto un tanto complicada. 

Los artistas comenzaron a llegar para darle comienzo a la exposición, Namjoon debía ser informado quien llegaba y firmaba su presencia, sin embargo se aquello se vio interrumpido gracias a la ola de personas que llegaron para observar a los omegas que habían causado tanto revuelo, por supuesto era un problema, pero la seguridad del lugar puso el orden que hacia falta y la exposición tomo el comienzo de todo. 

Los boletos eran vendidos, los aficionados llegaron para hacer la galería mucho mas exigente y las oportunidades se encajaban como en un juego de dardos. Las primeras horas eran un tanto estresantes, sin embargo cuando el director tomo el hilo de las cosas, él mismo decidió visitar a cada artista en su salón correspondiente. 

Lee YongMin era un artista que plasmaba las artes plásticas en los distintos trastornos psicológicos, expresaba la esquizofrenia, la depresión, la ansiedad, los ataques de pánico y era impresionante la manera de hacerlos parte de la vida diaria que podía darles un toque humanístico aterrador, su compañera era Kim SooMi, una omega impresionantemente recesiva, su fotografía era esplendida, colorida y totalmente contraria a su compañero, ella mostraba un lado gratificante del mundo, pero detrás de cada fotografía hablaba de la realidad del mundo y lo equivocados que están los ojos que lo observan desde las perspectivas mas tranquilizantes, así mismo la omega protestaba para una vida plena o una muerte instantánea. 

El siguiente era Kang BaeAhn, un arte moderno clásico, era tan extraño, tan abstracto pero tan añejo que provocaba curiosidad. 

— Señor Kim, es un gusto tenerlo observando mis cuadros.- Este alfa le hizo una reverencia al director, se dio la vuelta y observo su propia pintura. — Usted pensara que es extraño, pero cuando observa la belleza detrás de cada línea curvea, detrás del puntillismo observa que en realidad la pintura desea darle felicidad a sus ojos. - Hizo otra reverencia y se alejo sin esperar respuesta del hombre que es su jefe inmediato, dejándolo con las palabras en la boca.

Las personas son muy extrañas cuando se lo proponen. 

Y claramente, el ultimo salón le pertenecía a JungKook y SeokJin. 

Jeon JungKook era reconocido por sus colecciones repletas de naturaleza, el esfuerzo de cada detalle, los difuminados tan arduos y sus trazos seguros. Aquellas pinturas reflejaban el aire libre, los colores de los atardeceres, las flores siendo polinizadas y el césped recién podado, sus obras mostraban sinceridad y paz, dulzura y muchos riesgos. 

SeokJin por su lado mostraba al humano en distintas facetas, detalles de la anatomiza y la representación tan ardía del sistema científico mas impresionante, el ojo humano. El dolor, la ira, la excitación, la desnudez, pero su colección estaba incompleta y aquel ultimo detalle se mostraba haciendo un espacio vacío en la galería, sin embargo el nombre del sentimiento estaba escrito en una tipografía corrida, con espinas y confusas: Amor. 

Algunos empleados del museo se encontraban en el lugar y apenas observaron a su jefe, se inclinaron. 

Un bufido se escucho, tan irónico y divertido. — ¿Se deben inclinar ante él?

Y en frente a un paisaje espectacular, uno dulce y lleno de tonos rosáceos estaba un omega con hebras azabaches observándolo con burla, vestía un pantalón de vestir de talla alta, una camisa de seda negra azulada, un SeokJin tan elegante no podía ser alguien tan irónico.

— Buenas tardes para usted también, señor Kim.- Esta vez el alfa se acerco al pelinegro, con una sonrisa leve en su rostro. — Espero haber cumplido sus expectativas de que ningún alfa que corresponda a nuestro comité de empleados se acercara a la zona.- Su manera de hablar tan calmada, hizo efecto en SeokJin y el alfa lo noto cuando sus puños se relajaron. 

— Usted se acercó, siga cumpliendo su palabra y se ganara una paleta dulce. 

De repente, se escucho una exclamación de asombro. 

— Kim Namjoon. - A lo lejos se podía observar a un chico bastante dulce acercarse con pasos cortos y apresurados, obteniendo la vista de los que podrían haber comenzado una confrontación.  — Buenas tardes, soy Jeon JungKook y soy su mas grande fan. 

El chico que estaba enfrente a ambos artistas esta sonrojado, sus manos estaban entrelazadas y su sonrisa emocionada mostraba lo que era tácito, su camisa abotonada blanca con bordados de hojas le hacia lucir pequeño y sus pantalones de vestir estaban ceñidos a sus definidas piernas. Era evidentemente guapo, un omega perfecto con un olor exquisito a lirios del valle. 

— Es un placer, JungKook. - El alfa fue seducido por el olor de aquel omega que desprendía feromonas cargadas de sensualidad y fertilidad, muy bien el chico de bajo rango podía estar entrando en su celo, pero este no era el caso. 

JungKook se sentía totalmente atraído al director, por supuesto obtendría lo que quería.  

— Que asco, necesitan sexo. - SeokJin tan directo e irónico como siempre quiso acabar con aquella situacion que lo hacia hervir, no sabia cual era la razón podría ser el olor a zorro del omega en busca de un pene que lo embarazara o  que su presencia paso a segundo plano, obviamente el artista con muchas fans se inclinaba a la primera opción. — Niño, eres una zorra. 

Y aquella sonrisa maliciosa que hizo Jin antes de dar la vuelta e irse a un lugar seguro no se perdió de la vista de Namjoon.

𝐿𝒾𝑒𝓃𝓏𝑜 𝒱𝒶𝓃𝑜➷ Namjin OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora