Capítulo 6: ¿Guerra?

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Capitulo dedicado a Bl0ss0mBlack

Algunas personas se preguntan si el arte tiene sentido, si plasma el alma de los que crean obras con sus talentosas manos, aquellas mentes tan magnificas son capaces de plasmar su alma y vida en aquellos lienzos blancos, algunos creando obras de matices grises, matices coloridos. El alma era quien se expresaba en las pinturas, el cuerpo humano es solo el simple método con el que logran desahogar lo que en su infinita trayectoria ha transcurrido, aquellos recuerdos pesados que conviven con la memoria de quienes aun pueden recordar lo que en sus vidas anteriores fue parte de su presente. 

El ahora se marca en espacios de tiempos, logrando ser relativos y tan confusos que es imposible obtener respuestas satisfactorias. 

Namjoon siempre ha pensado que leer entre líneas es mas difícil de lo que parece, entender cada polvo que el universo puede hacer llegar a ti es un tanto molesto, las preguntas se arremolinaban en su cabeza.

 ¿Qué pasa si todo comienza a salir mal?, si él en su propia vivencia no se daba cuenta de que su vida podría estar decayendo seria tan trágico, teme ver su vida pasando enfrente de sus ojos y no darse cuenta que es la suya. 

Pero por ahora el director era eso, un director y famoso ex pintor, aficionado y totalmente profesional; por supuesto pensaba darse cuenta cuando su tiempo llegara, el momento en el que elegir será tomar las riendas de su vida, no permitiría ver caer su propia alma, él mismo plasmaría en su lienzo los colores que el prefiera. 

Estaba de pie en la galería, siendo el quien observe a los demás. En ese mismo instante se dio cuenta que su vida aun no caía, que el champagne estaba como él deseaba y que los olores de ciertos omegas lo estaban enloqueciendo. Su lobo estaba atento, con la cola tan estirada y su olfato dilatado, era fascinante dejarse llevar por la sensación, pero por sus impulsos jamás. 

Caminaba de un lado a otro, escuchando como Kwan le pedía acercarse a varios grupos de personas, se presentaba, sonreía y era quien debía ser para la ocasión, todos estaban felices de que un joven como Namjoon fuera el director del amado museo. Había demostrado ser perfecto, su voz gruesa y llena de decisión cautivaba a los inversionistas, claro que a los que aun no eran parte del museo, los que ya eran socios estaban mas que encantados. 

Sin embargo el jefe se sentía en modo automático, sin algún sentimiento de emoción mas de ver al sonrojado y sarcástico omega que por poco lo hacia molestar hace unas horas.

— Director, es un honor tenerlo un rato solo. - El mismo omega con olor a lirios se acerco al alfa, meneando sus caderas de una manera torpe, pero majestuosa. 

Jeon JungKook era muy reconocido por cada talento que tenia, impresionantemente el chico era bailarín, cantante, pintor y una figura publica impecable, sin duda alguna era el omega perfecto notándose que tanto el intelecto como el físico eran una maravilla, su cuerpo era delicado, sexy y muy imponente. Esto era lo que Namjoon alguna vez soñó, un omega con quien compartir una vida llena, hijos y con quien emparejarse sea tan soñado como cualquiera alguna vez pidió en sus deseos a la fuente, no morir solo. 

El director volteo a observar con retraso a su emisor, sus hebras rubias ordenadas para estar desordenadas era extraño, sus ojos llenos de admiración y aquellos labios de tono cereza eran electrizantes. 

El castaño carraspeo y asintió de acuerdo.— Es un día ocupado, Jeon. 

Cualquiera con cuatro dedos de frente querría al alfa dentro de su vida, era el partido perfecto y eso era claro para JungKook, quien había decidido ser parte de la vida del alfa antes de entablar una conversación seria con el hombre fornido que mas de una vez apareció en sus sueños después de verlo la primera vez sentado en los sillones peculiares de su oficina en el museo, el alfa era un sueño asemejado a un espejismo. 

𝐿𝒾𝑒𝓃𝓏𝑜 𝒱𝒶𝓃𝑜➷ Namjin OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora