Muchas veces se preguntaba si amar se sentía como los de su alrededor lo describen, vociferaban que el sentimiento es tan fuerte como para eclipsar a una persona por completo, podría suceder tan mágicamente que el calor que emanaba podría quemar o tan solo era tan simple como una suave brisa otoñal, tan humada y tan libre. Jamás se había imaginado que amar podría llegar a confundirlo tanto, trabar su lengua o hacerlo pensar en cosas que no quería, sin embargo Namjoon no había sentido un enamoramiento al menos una vez en su vida. Tan solo aquel sentimiento no lo abordaba de la manera en la que lo esperaba tan paciente, pero claro que había sentido amor.
Amor por sus padres, amor por su trabajo, por los colores, por la música y sentimientos tan cálidos como el cariño hacia algunos amigos.
Sus padres lo habían criado con tanto esfuerzo y amor que le parecía muy impresionante haber tenido la suerte para tenerlos, estaba orgulloso de ellos. Los progenitores del alfa siempre fueron buenas personas, querían que su hijo pasara sus primeros años en Corea, en donde estudió sus primeras palabras y cuando se intereso por las extrajeras al alfa mayor lo promovieron de su trabajo, haciendo que la familia Kim se transfiera a Los Angeles.
California les dio comodidad, pero extrañaban tanto su país que siempre celebraban eventualidades de su cultura con otros nativos del coreano y así fue como conoció a TaeHyung y a Hoseok. Aquellos dos se conocían desde que sus madres compartían la misma habitación en la sala de partos, situacion traumática que las había convertido en buenas amigas por lo tanto sus hijos también congeniaron años después a través de muchas travesuras que enloquecían a sus omegas mayores.
El tiempo de aquellos adolescentes se paso entre travesuras que Taehyung, Hobi, Yoongi y Namjoon provocaban, sobre todo los tres primeros que después hacían que el alfa alias "torpe Nam" estuviera manchado de sus tantas locuras. Esto los hizo crecer, una vez entendieron que ya no eran los mismos niños y que cada uno tomaría un camino distinto en la universidad.
Taehyung había soñado desde pequeño con los flashes de las cámaras y esto ultimo hizo que se confundiera pensando en que su destino era ser modelo, pero una vez provoco la captura de una hermosa foto se quedo encantado, para después darle el rumbo de su vida a la fotografía, Hoseok por su parte siempre mantuvo sus pies en la tierra, quería ser bailarín y una vez tuvo la oportunidad de quedar en la mejor universidad para especializarse en lo que quería no lo dudo, Yoongi fue el más indeciso, quería convertirse en un rapero famoso, también quería hacer pinturas como su amigo Namjoon, pero también deseaba ver su nombre como el productor de alguna canción.
El alfa se mantuvo pensando en aquellas personas tan importantes en su vida que se dio cuenta que en el museo ya habían personas que se inclinaban por su presencia.
Definitivamente todos los días extrañaba a sus verdaderos amigos, muy a pesar de que Yoongi estuviera en el país y que muchas veces conversaban por el grupo que compartían, no quitaba el hecho de que su presencia física era lo que necesitaba para continuar cada día.
Namjoon entro a su oficina y dejo el ramo de flores que llevaba consigo, unos lirios tan aromatizantes que lo hacían recordar al omega de rubios cabellos. Las flores las compro una vez paso en frente de una hermosa floristería de camino al trabajo y en cuanto vio las olorosas de pétalos blanquecinos se quedo maravillado.
Pasaron dos meses desde la entrada de los pintores al museo, las actividades caóticas quedaron en el pasado cuando un omega de azabaches hebras salió derrotado de la oficina, sin querer el alfa se sintió terrible, pero una vez comenzó una cita con Jungkook todo eso se esfumó de su mente. Claramente el director quedo fascinado con lo perfecto que era el rubio, era tan talentoso y buena persona que pensó que era el omega con el que siempre soñó y con el que sigue soñando; todo marchaba bien, las citas se hicieron frecuentes y se rumorea que el jefe del museo se encuentra en una relación amorosa con el rubio pintor.
Pero las cosas no podían salir tan bien, y esto era gracias a que el animal de Namjoon no le caía bien el omega zorro, quien podria decirse que era su más fiel acompañante últimamente.
— Buenos días, mi director.- Mientras pensaba se daba cuenta que muchas veces llamaba a las personas con sus simples menciones dentro de su cabeza.- Te traje café.
Y fue justo que con aquella frase comenzó a sentirse fatal por los detalles que el pintor siempre tenia con él, todas las mañanas le llevaba café a su oficina, le ordenaba las reuniones, lo acompañaba a cenar y le escribía siempre para saber como se encontraba.
— Y yo te traje flores, son como tu aroma.
Y se sintió peor, porque tenia pensado ponerlas en su oficina para hacer el lugar mas ameno, no las compro para Jungkook.
Y a Namjoon no le gusta el café que JungKook prepara.
Por supuesto el detalle al contrario le encanto, soltó lo que traía en manos y se dispuso a olerlas. Tan de pronto corrió a la salida de la oficina y se aproximo a su lugar de trabajo para alardear que el propio jefe del lugar le había regalado lirios y para colocarle la cereza al pastel, comento que el aroma de las mencionadas le recordó al omega, por lo mismo las compro. El ultimo detalle y nada de lo que paso eran mentira porque el mismo director se lo dijo esa mañana al entregarle tan significativo detalle, sin embargo el omega abuso de lo ocurrido en la oficina y evito relatar detalles muy importantes.
El azabache se encontraba con una carpeta en la mano, no saludaba a ninguno, no hablaba con ninguno, pero cuando escucho por boca propia del rubio que pronto saldría en una relación con el alfa, solo se abrazo él mismo, sin notarlo se sentía terrible y sabia que era su culpa, por sus terribles traumas alejaba lo que su animal le exigía a gritos.
Salió del lugar en donde escuchaba como el omega zorro alardeaba y se encontró con el beta Kwan quien fue el único en darle una bienvenida, tan solo con las mismas palabras le alentó a continuar con algo nuevo que no sea trabajar desde su casa.
— Jin, ¿Te encuentras bien?
— Si, tan solo algunos cólicos, nada más.- Y con aquellas palabras tan simples se retiro a algún lado del museo.
Pero el beta no creía en mentiras, ni al mitómano más excepcional existente en ese planeta, tan simple lo sentía como el regalo que la madre luna le había obsequiado por no tener ningún olor característico.
Por el lado del omega, tenia el mismo sentimiento abrumador de todos los días, aquel que no lo dejaba respirar y le provocaba dolores en las costillas. Hace mucho se dio cuenta que se sentía de aquella manera la mayoría del tiempo, sucesos de su pasado lo atormentaban y derrumbaban parte de su presente cuando tenían oportunidad. Jimin incontables veces le repetía visitar de nuevo al terapeuta, pero Jin se negaba rotundamente cuando recordaba que odiaba verse desnudo mentalmente y que otros supieran como hacerlo llegar a su limite lo incomodaba.
SeokJin era una persona llena de traumas y por lo mismo había dejado de escuchar a su omega que le repetía cosas tan claras como el agua, que muchas veces para el azabache no eran mas que liquido estancado.
Vamos a morir.
Y esto ultimo era lo que mas se repetía en la cabeza de SeokJin desde que Namjoon menciono la palabra "insignificante", pero de nuevo aceptaba que era su culpa y su manera de alejar a las personas, que al fin y al cabo eso era lo que deseaba.
Alejar al chico de labios gruesos y buen besador.
Créditos por multimedia: @yurieem
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𝐿𝒾𝑒𝓃𝓏𝑜 𝒱𝒶𝓃𝑜➷ Namjin Omegaverse
FanfictionEste es el mundo real, plano en donde Kim SeokJin desea ser dibujado, quiere ser arte, busca ser visto, un lugar en donde ser él mismo no conlleve una herida profunda y segura. En ese extraño lugar, existe Kim NamJoon, un artista sediento de creati...