Las voces de la cafetería rebosaban el tono en el que su acompañante hablaba, cada vez que algo salía de sus labios no podía dejar de pensar en como serian las cosas si estuviera en otro lugar. Prefería su trabajo más que a nada en este mundo, sin embargo a veces alejarse un rato de su monotonía era lo que más deseaba en estas épocas tan frías.
Las cosas nunca fueron fáciles para Jimin, cuando en el pasado se la pasaba encerrado porque a su padre lo buscaba la policía; ese día entendió que la vida daba giros tan inesperados y que probablemente le estaban preparando para cosas que no quería vivir.
Pobre de mi, pensaba el rubio cuando años anteriores se enteró que su abuela adoptiva murió de un infarto mientras ambos primos trabajaban. Aquella mujer se comporto como su progenitora muy a pesar de su estado de salud critico, estaba completamente seguro de que cuando la beta murió por causas naturales, pensó que el destino era tan cruel con él como tanto temió de pequeño. La vida podía ser tan egoísta, tan indescifrable y tan temible.
El omega no fue pesimista, cada día que pasaba comprendía que debía superar sus miedos con planes de vida que lo ayudaran a crecer cada día más, por lo mismo era catalogado como un ángel que bajó del cielo para enseñar a los humanos a como comportarse, pero él lo sentía diferente pues no tenia que enseñar a los demás, más bien debía ser el apoyo de quienes perdían el camino porque el creía en la capacidad que tenia la mente, las personas y aquello lo comprobó cuando su primo emergió de toda esa agua estancada en la que vivió por años.
SeokJin era digno de admirar, el rubio lo veía como una persona tan fuerte, muchas veces esa cualidad del azabache lo hacia temblar sobre sus propios pies, pero Jimin sabia que los fantasmas con los que el pintor cargaba en sus hombros eran tan difíciles de sobre llevar que temía de aquella fuerza impenetrable y que esta acabara con el espíritu de su único familiar.
Ese mismo día ambos se encontraban trabajando en lo que más les gustaba, estaban cada uno dentro de su empresa gritándole a los vientos que eran tan fuertes como la vida les enseño alguna vez y eso si que era digno de admirar.
Mientras que su azabache favorito pintaba cuadros tan sublimes, Jimin se encontraba siendo la musa que siempre soñó con ser, aquel que cargaba hermosas piedras en su cuello, ropa costosa y un rostro tan elegante, con piel nívea. Era el modelo favorito del mundo, muchas veces aquello lo avergonzaba, pero recordaba todo lo que eso conllevó, su esfuerzo era tan centrado que logró dar con múltiples empresas que exigían un empleado como él mismo, tan completo, eso ultimo le elevaba el ego y no se arrepentía en lo más mínimo.
—Entonces, probablemente la semana que sigue tendrás que viajar de nuevo.—Amaba viajar, pero hacerlo por trabajo le era tan tedioso y tan cansado, muy a pesar de tener aquel pensamiento sonrió de una manera excepcional y asintió con la cabeza como respuesta a su jefe inmediato.
Estaba bien si tenia que viajar por trabajo, sobre todo si aquello le gusta, tantas veces pensó en ser un masoquista que le gustaba ser explotado, sin embargo aquel pensamiento se esfumo de su cabeza cuando recordaba que amaba lo que hacia y eso le ponía tan feliz como para saltar en una sola pierna. Pensaba siempre en los demás, era una cualidad tan dulce de Jimin, por lo mismo no se perdía de sus pensamientos la manera tan triste de que otros como él odiaran su trabajo, tantas injusticias que ocurrían en ese mundo como para generalizar casos de tantos abusos, detestaba con su alma aquello y deseaba con todas sus fuerzas hacer algo que cambiara el mundo.
Jimin era tan noble.
Después de asentir y retirarse de una manera animada, la razón de su animo a tope era que regresaría temprano a casa ese día. Deseaba descansar, tocar su cama y ordenar su hogar como quisiera.
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𝐿𝒾𝑒𝓃𝓏𝑜 𝒱𝒶𝓃𝑜➷ Namjin Omegaverse
FanfictionEste es el mundo real, plano en donde Kim SeokJin desea ser dibujado, quiere ser arte, busca ser visto, un lugar en donde ser él mismo no conlleve una herida profunda y segura. En ese extraño lugar, existe Kim NamJoon, un artista sediento de creati...