El poder de la sangre era más fuerte de lo que alguna vez soñaron aquellos científicos en su sed por descubrir lo que nos atraía a que nuestras almas coincidieran de aquella forma tan peculiar, pero si observamos de cerca estos mismos regresaban a casa con sus respectivas parejas destinadas. Si que alguna vez se llegaron a conectar con sus destinos, fue gracias al universo, a nuestra alabada luna, quien más de una vez les permitió seguir con vida.
Y es que así de suicida era la idea, si te negabas a tu destino era hora de preparar tu ataúd y dormir sin retorno, ese mismo destino despiadado, pero dulce era el de su adorada pareja.
Los creyentes por su parte, hacen lo que la adorada luna pide al pie de su legítima letra, pero ellos jamás lograron resolver las preguntas que se creaban con el tiempo y aun así confiaba en lo que el destino ponía para ellos.
Namjoon por su lado siempre se preguntaba lo mismo una y otra vez, sus respuestas no las tiene, sin embargo le gustaría resolverlas por sí mismo, al menos no quedaría con la duda y la llevaría consigo hasta su lecho de muerte. Le parece triste mantener dudas, conflictos con él, era un hombre al que le gustaba dejar cosas de baja relevancia, de mucho rencor y situaciones cargadas de conflicto atrás.
Ese mismo día, él se encontraba encerrado en pensamientos llenos de negatividad, deseaba huir de sí mismo, tampoco sabia de que se trataba. Su pecho ha estado pesando durante días y ya ni las caminatas nocturnas lo ayudan, con frecuencia termina acudiendo a grandes caudales de agua, lagos cercanos a la ciudad y eso era sumamente extraño.
— Me extrañas, eso lo sé.
Ese mismo día la cafetería de su museo estaba vacía, quizá por las altas temperaturas que aquejan la ciudad en esos días, quizá porque su lobo emanaba olores agrios y asustaba a sus empleados. Estaba fuera de su propio control aquellos días, quizá era el frío.
— Por lo general cuando me recibías en nuestros tiempos dorados al menos sonreías, maldito alfa hipócrita.— Y ahí se encontraba su pelinegro amigo, con su mirada gatuna, su típica voz grave. Dejó un vaso de café en la mesa redonda entregándolo a su moreno amigo, quien no se veía del todo bien.
— Gracian, yoon.
La relación de Namjoon con Yoongi era una de las maravillas del mundo, sus incontables historias juntos comienzan desde que compartían espacios recreativos de pequeños, hasta el día de hoy que comparten una increíble amistad de muchos años por delante. Para Yoongi, es la primera vez que observa a su amigo con esa aura tan extraña y es para sí mismo un toque de vida que la luna le otorgó a su amigo, muchas veces la perfección en namjoon era impresionante, carecía de toques humanos.
— Oh bastardo, ¿la vida te recordó que eres humano?
— ¿A qué te refieres? .— El castaño estaba acostumbrado a lo duro que es su amigo, así era su trato y años atrás cuando ambos tomaron confianza se llevaron aun mejor. Esos ataques pasivo-agresivos los hacían poner los pies en la tierra, pero jamás sin faltas de empatía, solo realidad.
— Justo ahora eres un lobo en luto, esas crisis intensas que muchas veces no sabes controlar son increíblemente humanas y jamas habias pasado por una.— Sorbio de su vaso de café con soya y lamió sus labios.- Eres el perfecto lobo que todos sueñan ser algún día, pero Namjoon... No todo puede ser perfecto y quizá, solo si sales de tu extraño ensueño encuentres lo que nunca has pensado tener. Solo debo confesarte que será duro, merece la pena.
Namjoon era un idiota en incontables situaciones, pero especialmente en esta. Subió su mirada y observó a su amigo confundido.
¿De qué coño hablaba Yoongi?
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𝐿𝒾𝑒𝓃𝓏𝑜 𝒱𝒶𝓃𝑜➷ Namjin Omegaverse
FanfictionEste es el mundo real, plano en donde Kim SeokJin desea ser dibujado, quiere ser arte, busca ser visto, un lugar en donde ser él mismo no conlleve una herida profunda y segura. En ese extraño lugar, existe Kim NamJoon, un artista sediento de creati...