PRÓLOGO

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Y aquí estaba, delante de miles de personas en la librería Bardón en la plaza de San Martín, en Madrid; firmando ejemplares de mi libro a cada persona que pasa delante de mi mesita.

 La mayoría me regalan unas preciosas sonrisas, otras solo se limitan a observarme mientras que soy yo la que les regala una sonrisa metálica, en fin brackets .... muy pocos se atreven a hablarme, pero cuando lo hacen decían unas palabras, que tal vez parecerán una tontería para muchos, pero a mi me emocionaba bastante; me ha costado mucho llegar donde estoy, y que las personas valoren tu trabajo como su más válido tesoro, era algo que me llenaba.

....

Después de un día de firmas, acabé, eran las 23:00 p.m.

Me levanté de mi asiento, con el culo algo dolorido, y me acerqué a mi manager, Elisa, y a mi mejor amiga desde que tengo 13 años, Alessia, le sonreí a esta. Ambas nos dimos un fuerte abrazo mientras dábamos brincos de alegría y a la vez vueltas, después agarró mis brazos dándome inmovilidad, sonrío de nuevo.

-Ay Alba, estoy tan orgullosa de ti. ¿Quién te diría que algún día estarías aquí? ¡Y yo acompañándote- su sonrisa era una de las más sinceras que había visto, tras sus palabras volvió abrazarme. 

Alessia dejó su brazo izquierdo por encima de mi hombro, orgullosa.

Elisa se acercó a mi. Era una mujer muy seria y podría de decir que nunca le había visto con una sonrisa. 

-Enhorabuena Alba, tu libro ha sido un éxito. Me alegro bastante- le echó una mirada a mi amiga y después a mi- Os espero en el coche- y como indicó salió de la librería.

Alessia y yo nos volvimos a mirar.

- AAAAAAAA- gritamos ambas y de nuevo dimos saltos agarrando el brazo de la otra.

Gracias vida. 

Por hacerme cambiar.

Por abrirme los ojos.

Ya que ahora soy quien soy.

Yo soy Alba.

Aquella niña inmadura.

QUERIDA NIÑA INMADURADonde viven las historias. Descúbrelo ahora