Capitulo 6

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  Dios santo, ¿Qué era lo que había dicho?
  Ese único pensamiento rondó por la mente de Katniss mientras yacía en la cama, horrorizada mirando fijamente el techo.

A la mañana siguiente, cuando se miró en el espejo, suspirando al ver el cansado color de sus ojos, allí estaba de nuevo...
«Oh, Sr. Mellark, usted es mucho mejor que el resto».
- Katniss Everdeen -murmuró entre dientes-. Eres una vaca tonta.
- ¿Has dicho algo? -Delly alzó la mirada hacia ella.
- Solo estoy haciendo sumas en mi cabeza -mintió Katniss.
- Por el amor de Dios, ¿por qué? -dijo Delly para sí misma.
   Katniss se encogió de hombros, aunque Delly no estaba mirándola. Siempre decía que estaba haciendo sumas en su cabeza cuando Delly la sorprendía hablando sola. No tenía ni idea del por qué Delly le creía.
- ¿Lista para bajar? -preguntó Katniss, mientras le daba la vuelta al pomo de la puerta. Y no es que ella lo estuviera. La última cosa que deseaba era ver al Sr. Mellark.
Pero tenía hambre, y tendría que enfrentarse a él en algún momento.

Mientras caminaban para ir a desayunar, Delly la miró con curiosidad.
- ¿Estás bien, Kat? -le preguntó-. Luces un poco extraña.
  Katniss luchó contra el impulso de sonreír. Era extraña. Era una idiota, y probablemente no debería andar suelta en público.
Buen Dios, ¿realmente le había dicho a Peeta Mellark que era mejor que el resto?
Quería morirse. O por lo menos, esconderse debajo de la cama.
Pero no, no podía fingir enfermedad, ni siquiera era buena mentirosa.

- Me agrada tu elección de una cinta verde con el vestido. Se ve tan precioso con tus ojos. -dijo Delly cuando llegaron a la cima de las escaleras.
  Katniss bajó la mirada hacia su ropa. No recordaba haberse vestido. Era un milagro que no luciera como si se hubiera escapado de un circo gitano.
Aunque... Soltó un pequeño suspiro. Escaparse con los gitanos sonaba muy atractivo.
  Claramente había perdido un extremadamente importante vaso conector entre su cerebro y su boca, y solo el cielo sabía lo siguiente que podría salir de sus labios.
   ¡Dios mío! También le podría haber dicho a Peeta Mellark que lo creía un dios.
   Lo cual no hacía. En absoluto. Simplemente pensaba en él, como en una pareja bastante buena para Delly. Y ella se lo había dicho a él. ¿No es cierto?
¿Qué le había dicho? Exactamente...
- ¿Kat?
   Le había dicho que era... le había dicho que era...
  Se detuvo, consternada.
  Queridísimo Dios. Él iba a pensar que ella lo quería.
- ¿Kat?
- Sabes -dijo Katniss, en una voz un poco chillona-, creo que no tengo hambre después de todo.
  Delly la miró con incredulidad.
- ¿En el desayuno?
  Eso era muy poco probable. Katniss siempre comía en el desayuno como un marinero.
- Creo que algo no me cayó bien anoche. Quizás fue el salmón. -Se puso una mano sobre el estómago para agregarle más efecto-. Creo que debo acostarme.
  «Y nunca levantarse»
- ¿Quieres que te traiga algo? -preguntó Delly.
- Sí -dijo Katniss con fervor, esperando que Delly no hubiera escuchado el ruido de su estómago.
- Oh, pero no debo hacerlo -dijo Delly pensativa-. Probablemente no deberías comer si te sientes enferma. La última cosa que necesitas es vomitarlo todo después.
- No estoy enferma del estómago, exactamente -improvisó Katniss, mientras se combó contra la pared. ¿Quién sabía si ella en su interior era una buena actriz?
  Delly se apresuró a su lado, mostrando un ceño de preocupación.
- Oh querida -dijo, apoyando a Katniss con un brazo alrededor de su espalda-. Te ves horrible.
  Katniss pestañeó. Quizás si estaba enferma. ¡Mucho mejor!. Eso la mantendría recluida durante días.
- Voy a regresarte a la cama -dijo Delly-. Y luego llamaré a Mamá. Ella sabrá que hacer.
   Katniss asintió aliviada. El remedio de Lady Cartwright para cualquier clase de dolencia eran el chocolate y los bizcochos.

Delly la guió de regreso a su alcoba, incluso le quito las zapatillas antes de que se recostara en la cama.
- Si no te conociera tan bien -dijo Delly, echando las zapatillas desordenadamente en el armario-, pensaría que estás fingiendo.
- Nunca lo haría.
- Lo se. Eres demasiado tradicional.
   ¿Tradicional? ¿Eso que tenía que ver?

Enamorado De Un ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora