Capitulo 13

613 71 5
                                    

   Un mes después

    La comida era exquisita, los utensilios de la mesa eran magníficos, el ambiente, más allá de lo opulento.
  Sin embargo, Katniss era miserable.
  Lord Cato y su padre, el conde de Davenport, habían venido a cenar a Everdeen House. Había sido una idea de Katniss, algo de lo que se arrepentía. Solo faltaba una semana para su boda, y hasta esta noche, no había visto a su futuro esposo.

    Ella se había acercado a su tío y le había preguntado si podían arreglar algún tipo de reunión con su futuro esposo.
   Al tío Snow no le gustaba ser interrumpido, pero aparentemente entendió que una pareja prometida compartiera unas palabras antes de encontrarse en la iglesia.
   Manteniendo a flote su pequeña victoria, Katniss le había preguntado si podía asistir a uno de los muchos eventos sociales que se estaban llevando a cabo. La temporada social había empezado, y todas las noches Katniss se quedaba de pie frente a la ventana, mirando como rodaban los carruajes elegantes, en especial, cuando ofrecieron una fiesta frente a su casa.
   Katniss se había dicho que solamente quería ver los vestidos, pero en su corazón sabía la verdad.
   Estaba buscando al Sr. Mellark.
   Pero él no asistió a esa fiesta, y  quizás él no estaba en Londres. Katniss no tenía ninguna forma de saberlo. Estaba atrapada en la casa con su tío y su ligeramente sorda tía Harret, que había sido traída por cuestiones de conveniencia social.
  Katniss salía de la casa para ir a la costurera y para pasear en el parque, pero a excepción de eso, estaba completamente sola, con un tío que no le hablaba y una tía que no podía escucharla.
   Así que generalmente no tenía a nadie con quien hablar. Sobre Peeta Mellark o cualquier otro asunto.
   Incluso en la extraña ocasión en la que veía a alguien que conocía, no podía preguntarle por él. Las personas pensarían que estaba interesada, lo cual, por supuesto era cierto, pero nadie, absolutamente nadie, debía saberlo.
   Iba a casarse con otra persona. En una semana. Y aun cuando no fuera así, Peeta no le había mostrado ninguna señal de estar interesado en ocupar el lugar de Cato.
    La había besado, era verdad, y había parecido preocupado por su bienestar, pero si era de los que creían que un beso exigía una propuesta de matrimonio, no le había hecho ninguna indicación.
   La había besado y la tierra había temblado, seguramente él también lo sintió. ¿No debería él haber querido más? ¿No debería, haberla querido, sino era para casarse, entonces por lo menos para la posibilidad de seguir haciendo eso?
   Pero en su lugar le había dicho, «le deseo lo mejor», y eso había sonado tan definitivo. Cuando había estado allí, mirando como sus baúles eran cargados en el carruaje, había
sentido como su corazón se rompía. Y cuando se alejó, todo fue mucho peor, sentía como si su pecho se apretara y exprimiera hasta que pensó que quedaría sin aliento.
   Había querido mirar hacia atrás. Había querido robarle una última mirada y memorizar su posturaesa manera singular de apoyarse cuando estaba de pie, con las manos en la espalda, las piernas ligeramente apartadas.
   Pero no había mirado atrás. Eso hubiera sido peor. Él probablemente no estaba mirándola, pero si lo estaba… y la veía dándose la vuelta…
   Eso podría haber sido devastador. No estaba segura del por qué, pero lo hubiera sido.
   Además, él no estaba interesado.

   Pero aún así, quería verlo. Era tonto y estúpido, pero lo quería de todos modos. Ni siquiera tenía que hablar con él. De hecho, probablemente no podría hablar con él. Pero un vistazo…
   Un vistazo no le haría daño a nadie.
   Pero cuando le había preguntado al tío Snow si podía asistir a una fiesta, se había negado, declarando que no tenía sentido perder el tiempo cuando ya estaba comprometida en matrimonio.
   Además, le había informado, Lord Davenport deseaba que Katniss fuera presentada en sociedad como Lady Ludwig, no como Lady Katniss Everdeen.
  
   Y ahora aquí estaba, en la cena que había pedido, y ahora deseando que nunca hubiera abierto su boca. Cato estaba bien, era absolutamente agradable. Pero su padre…
   Katniss rezó para que no tuviera que vivir en la residencia de Davenport.
  
   Lord Davenport había, después de quejarse del tiempo, de la Cámara de los Comunes, y la ópera, girado su ojo crítico hacia ella.
   La miró, y se detuvo cerca de ella, tan ceca que su caliente y rancia respiración resoplaba alrededor de su cara.
    Él le dijo que le mostrara los dientes.
    Eso había sido humillante.
  Lord Davenport la había inspeccionado como si fuera una yegua de cría, ¡incluso sobrepasándose al colocar sus manos en sus caderas para medirlas para el parto potencial! Katniss había quedado sin resuello y había mirado frenéticamente a su tío para que la ayudara, pero él estaba mirando fijamente a otro lugar que no era su cara.
   Y ahora que se habían sentado a comer…!Dios del cielo! Lord Davenport la estaba
interrogando. Le había hecho cada pregunta concebible sobre su salud, su crianza, y entonces, cuando pensó que lo peor había terminado…
- ¿Se sabe las tablas?
   Katniss parpadeó.
- ¿Discúlpe?
- Las tablas -le dijo él con impaciencia-. De multiplicar.
   Por un momento, Katniss no podía hablar. ¿Quería que le mostrara sus aptitudes matemáticas?
- ¿Y bien? -exigió él.
- Claro -tartamudeó ella.
- Enséñeme. -La boca de Davenport se estableció en una firme línea, en sus mejillas flácidas-. Será la del siete.
- Yo… ah… -Absolutamente desesperada, incluso intentó atrapar la mirada de la Tía Harriet, pero ella estaba completamente ignorante de los hechos.
- Padre -lo interrumpió Cato-, seguramente tú…
- Se trata de la cría -dijo Lord Davenport lacónicamente-. El futuro de la familia yace en su útero. Tenemos derecho a saber que estamos consiguiendo.
    Katniss abrió la boca conmocionada.
- Lo último que necesitas, es una mujer que piense demasiado -estaba diciendo Lord Davenport-. Pero ella debe poder hacer algo tan básico como la multiplicación. Buen Dios, hijo, piensa en las ramificaciones.

Enamorado De Un ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora