____ se convierte en la nueva Hargreeves de la Academia, después de que Reginald haya decidido aceptarla por ser "diferente" a la gente de su alrededor. Es bien recibida por el resto de la Academia, pero hay un integrante que no acepta la constante...
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Subí nuevamente a la habitación, y al entrar, me percaté de que se encontraba acostado, mirando hacia la pared. No quería despertarlo. Dejé su bocadillo y su café sobre el escritorio, me quité las zapatillas que llevaba puestas y me senté junto a él.
- Hey! Estas despierto? - pregunté
A principio, creo que si, en efecto, Cinco había caído rendido, ya que no se removió ante mi pregunta.
- Tardaste demasiado, boba, creí que simplemente te habías ido, y preferí dormir - dijo abriendo un poco los ojos
- Lo siento, estaba en la cocina preparando todo, y Luther llegó, empezamos a platicar y perdí la noción del tiempo, pero aquí están la cena, anda, come algo - dije
- Gracias? Supongo - dijo de manera fría, justo como Cinco solía ser.
- Bueno...es tarde, y debo ir a dormir, nos vemos mañana tarado - me levanté dando un pequeño zape sobre la frente de Cinco, y antes de poder darme vuelta, me detuvo.
- Primero te vas, luego te olvidas de mi cena, llegas y te piensas ir tan rápido? Quédate conmigo, ___, solo está noche- su respiración se agitó un poco, eso solía pasar cuando los nervios de Cinco aumentaban.
- Pero de que hablas? No puedo hacer eso - dije confundida, no lograba entender sus palabras.
- Solo será una noche, recuerdas? Cómo esa ocasión que me pediste que me quedará. Ahora quédate conmigo - insistió
Respondí con un pequeño beso sobre su mejilla.
- Espero que eso haya respondido tu petición - dije, para después levantarme y cerciorarme que la puerta tuviera seguro, me recoste y me escondí en su cuello, con la sorpresa que Cinco no se quejó, y me dejó dormir cerca de él.
Segundos después, recapacité en mis acciones. Estaba bien? Estaba mal? No lo sé, y en este momento, estando aquí con Cinco, no podía pensar de manera clara. Que si bien, me está gustando pasar tiempo con Cinco, hay ocasiones en qué las palabras de Diego se hacen presentes. Segundos después, la respiración de Cinco se hizo tan lenta, y me di cuenta que se había quedado profundamente dormido. Mis ojos empezaron a ser más pesados y, sin darme cuenta, me quedé dormida también.
A la mañana siguiente, desperté primero que Cinco, abrí mis ojos y ví a un chico durmiendo tan tranquilo, su respiración era muy lenta, tenía 0 intenciones de despertarse. Me acerqué un poco a su rostro, y pique su nariz para molestar, acción a la que Cinco reaccionó de inmediato, tomando mi cabeza entre sus manos, y comenzando a tallar su mano contra ella
- SUELTAME! dije en tono de súplica., Cinco mantenía los ojos cerrados, pero sonreía ante las palabras anteriores
- Buenos días para ti también, que tal tu noche? - preguntó abriendo su ojo derecho, para después soltarme, y sentarme sobre la cama
