____ se convierte en la nueva Hargreeves de la Academia, después de que Reginald haya decidido aceptarla por ser "diferente" a la gente de su alrededor. Es bien recibida por el resto de la Academia, pero hay un integrante que no acepta la constante...
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Las palabras de papá ocasionaron que mi piel se erizara. Irme? A dónde? Cómo así? Que mierda!
- Qué? - fue la única palabra que pudo salir de mi boca, en un tono algo elevado, para lograr que el viejo me escuchara.
- Así como escuchaste, en 3 días vendrán a buscarte, así que más te vale tener tus cosas en total orden, no quiero retrasos de tu parte - dijo girando levemente para mirarme
- Pero a dónde voy a ir? Este es mi hogar! - me encontraba al borde de las lágrimas, y el nudo había aparecido nuevamente en mi garganta. Me levanté y caminé detrás de éstos, para poder obtener una respuesta más clara
- No me pidas más explicaciones, solamente sigue las órdenes que se te están otorgando, te vas y punto, no aceptaré ningún otro reproche tuyo, fin de la conversación - gritó, haciendo que detuviera mi paso en seco.
Las lágrimas habían llegado a su límite, y habían comenzado a resbalar por mis mejillas. El viejo finalmente entró a su estudio, dejándome a solas, los chicos se habían quedado en el comedor, mirando en silencio la escena que anteriormente se había suscitado. Me dejé caer sobre mis rodillas, sufriendo una especie de shock.
Fue difícil irme de casa, dejar mi vida detrás, para venir a esta Academia y dar un giro de 360° a mi vida, y ahora me piden volver a irme? Cuando ya tengo todo resuelto, cuando tengo a Cinco.
Escucho unos pasos viniendo hacia mi, y los brazos de Cinco me ayudan a levantarme. Hecho esto, me gira para quedar frente a mi, y me estrecha entre sus brazos con un abrazo fuerte.
- No dejaré que te vayas de aquí, no ahora ...- Cinco habló, sin soltar su agarre de mi ahora, débil cuerpo.
- No quiero irme de aquí, qué se supone que haré? No quiero separarme de ti, de la Academia... - dije entre lágrimas.
Cinco pasó su mano por aquellas gotas saladas sobre mis mejillas, retirándolas por completo. Con rabia, dirigió su mirada hacia la puerta donde se suponía que se encontraba el estudio de papá, al mismo tiempo que entrecerraba los ojos, a leguas podía notarse que el ojiverde planeaba algo.
- Vamos a tomar un poco de aire, te parece? No es buena idea quedarnos aquí -
Comenzó a caminar, sin retirar sus manos de mi cuerpo. Y así fue, hasta llegar a la pequeña terraza, donde solían estar Luther y Allison, donde Klaus solía subir y fumar algunos cuantos cigarrillos. Una pequeña terraza, con una ventana que dejaba entrar la suficiente cantidad de aire.
- Ven, siéntate por aquí - Cinco me indicó algunas almohadas que había en un costado.
- No quiero irme... - dije sin ánimos.
- No te irás, no lo permitiré. Si bien, puedo ser algo necio en cuanto a las reglas de papá, estoy seguro que en esta ocasión, las reglas de él no serán cumplidas - dijo sentándose en la ventana de la terraza, pasando un pie sobre el borde, haciendo que éste cayera del otro lado. Su persona emanaba seriedad total, y yo entiendo que no es momento para pensar en este tipo de cosas, pero Cinco con una expresión seria se veía muy bien.
