❥︎ 𝐍𝐨 𝐂𝐨𝐧𝐟𝐢𝐞𝐬 𝐄𝐧 𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞 | «Countryhumans»

[⭐];; Capitulo XXII

Fragmento 22: Japón I

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El gran avión se desplegaba por los cielos con agilidad y calma, cortando las nubes pintadas de tonos rosas y anaranjados gracias al atardecer. Dentro de este se podía apreciar con claridad la perfecta sintonía asiática que sonaba relajante por todo el avión.

El movimiento dentro de esté era imparable, científicos y demás personas caminaban de un lado a otro preparando máquinas y computadoras dentro de un laboratorio, un contraste monumental con otra pequeña habitación dónde todo era calmo y de dónde provenía la música. La elegancia no se hacía esperar en ese pequeño lugar donde solamente dos personas se encontraban.

El estremecedor sonido del cristal impactando contra el suelo y rompiendose en mil pedazos llamo la atención de la mujer desconocida que acompañaba a la japonesa, miró con atención como una chica joven llegaba a limpiar los restos de la copa que se había caído "accidentalmente." Recogió los restos de cristal con las manos temblorosas. Solamente recibió una mirada de molestia por parte de la mujer, pero a diferencia de ella, la representación asiática se acercó a ayudarle con una sonrisa arrepentida, observando como el dedo de la chica había terminado lastimado y sangraba.

— Deberías tener más cuidado — Dijo con una manipuladora dulzura, sin importarle el desastre que había causado. — Ve a lavarte para que no se infecte.

La otra mujer solo miraba la escena en silencio, dando pequeños sorbos a la copa de vino que no podía terminar. Relamio sus labios al ver cómo la pequeña asiática caminaba de manera elegante hasta su asiento, luciendo tentadoramente adorable e inocente... Soltó una risita al recordar que todo en esa chica era falso, dejó la copa a un lado dispuesta a preguntar todo lo que su mente dudaba en ese instante, pero fue interrumpida de sus pensamientos por las palabras de la chica.

— Ya se lo que preguntarás... —Dijo sonriendo hipócritamente mientras tomaba la copa de vodka que tenía en la mesita a su alcance. — Ni siquiera te molestes en abrir la boca. -Cortó tajante, mirando con indiferencia el paiseaje de nubes tras la ventana.

— Entonces respóndeme si es que sabes que preguntaré. — Dijo con calma.

La otra solamente sonrió luciendo tierna, su negro cabello tapó levemente su rostro, acomodó sus piernas en posición de mariposa sobre el asiento, tan angelical como siempre, capaz de conquistar cualquier corazón y meterse en tu mente.

— Soy como un dulce... — Dió un sorbo a su bebida hablando con voz presuntuosa. — Un dulce lleno de veneno por dentro.

Formó una sonrisa afilada, revolviendo el vino con elegancia. Su actitud dónde hace pocos minutos era amable e inocente se deformó lentamente mostrando poco a poco quién realmente era.

Una pequeña alarma sonó por todo el avión poniendo en alerta a las dos mujeres, la desconocida comenzó a teclear mil y un códigos en su computadora, Japón solo observaba los dedos de la otra apretar las teclas apresurada mientras seguía bebiendo, sus ojos se tornaron rojos lentamente mientras los minutos avanzaban, cada segundo más cerca de él final.

Se levantó con rapidez de su asiento, cambiando la música a una que le pareció de su agrado mientras vagaba por el estrecho pasillo con suavidad, analizó la situación procesandola rápidamente sintiendo como el alcohol escalaba por su sistema y su subconsciente pedía diversión, sabía que el verdadero drama comenzaría después así que trabajo con lo que tenía. Se acerco con la mujer que aún tenía pegada su vista a la pantalla del computador, perdió su mirada por los números que destellaban en rojo por un mapa terrestre bastante bien detallado.