❥︎ 𝐍𝐨 𝐂𝐨𝐧𝐟𝐢𝐞𝐬 𝐄𝐧 𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞 | «Countryhumans»

[⭐];; Capitulo VIII

Fragmento 8: Argentina I

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Estaba en Buenos Aires, parecía que sería un día increíble, la mañana de ese día no fue gran cosa. Estaba por la Plaza de Mayo, después de un tiempo tenía que irme a la provincia de Córdoba pero algo me detuvo, fue al ver un extraño reportaje de un maremoto, parecido al tsunami de Mar del Plata, no sabía que pasaba, intente comunicarme con algún soldado pero al parecer la transferencia no funcionaba del todo bien, estuve caminando hasta llegar al monumento El Obelisco pero paso algo en aquel lugar.

No recuerdo nada de lo que sucedió en ese momento, solo escuchaba gritos, me sentía impotente por no poder hacer algo.

Escuché a alguien hablando, no podía ver quién era, poco a poco fui logrando abrir los ojos y poder comprender lo que sucedía.

—Sargento García— Fue lo único que pude pronunciar.

—Señor, ¿Esta bien? — Pregunto preocupado—. Deje que lo revisen, tiene raspones y tiene un poco de sangre en los tobillos.

Estaba sangrando, no podía procesar lo que acaba de pasar, todo fue excesivamente rápido, estaba demasiado angustiado por mi gente que ni me percate de mi estado actual.

—Sí, pero necesito que me expliques que a acaba de pasar— Dije preocupado.

—Claro señor— Suspiro cansado—. Todo esto pasó muy rápido, muchos desastres naturales e incluso terroristas, algunos de ellos fueron erupciones volcánicas, se han registrado 14 volcanes activos como Escorial, Llullaillaco, Tuzgle ente otros.

—No lo puedo creer — Dije algo tembloroso.

—Lo entiendo señor— Prosiguió—. También nos informaron que hubo un terremoto en San Antonio de los Cobres junto con Chile y como usted ya debe saber un maremoto parecido al de 1954.

—Comprendo— Dije sin poder entender del todo lo que estaba diciendo —. ¿En dónde estamos?

—En lo que queda del monumento de Basílica Menor y Convento de San Francisco. — mire a mis lados, todo estaba destrozado y parecía una escena de una película, no quedaba nada reconocible.

—Imposible-

—Es posible— Lo dijo una mujer, reconocí su voz en ese instante.

—ONU, ¿Qué acaba de pasar? — Lo dije con esperanza de poder escuchar una respuesta sensata.

—No lo sé— Suspiro—. Paso en casi todo el mundo... y lamentablemente algunos no lograron sobreviví.

—¿Cómo quiénes? — Pregunté con miedo, empezaba a imaginar lo peor.

—Austria, Costa Rica, Japón, Venezuela, Guatemala entre otros— Lo dijo con una vos quebrada— tenemos que irnos ya a Rusia.

Me quedé como piedra, no podía creer lo que escuchaba; se murió ¿Japón? ¿Venezuela? No lo podía digerir, sin darme cuenta mis ojos se pusieron cristalinos, no podía ni pronunciar una palabra.

—¿Argentina? — Preguntó ONU—. Sé que es difícil, para mí igual, pero tenemos que irnos ya, por su seguridad.

—Entiendo, pero ¿Por qué a Rusia? — Lo pregunté confuso carraspeando y secando disimuladamente mis ojos antes de romper en llanto delante de aquellos dos.

—En Rusia no ha pasado nada, es el lugar más seguro hasta ahora. — Lo dijo un poco aliviada

—Está bien— Fue lo único que pronuncié antes de seguirla hasta un jet con su logo.