Fragmento 13: Brasil
•••
Aquel día había empezado completamente normal, el sol mañanero me había despertado al colarse por la ventana cuando la noche anterior olvide cerrar las cortinas, me levante y comencé mi día con tranquilidad, salí a pasear a mi perro fila, le había llamado jeiso (un extraño juego de palabras, pues jeito es traducido "camino" y jeitoso es "Hermoso") que tenía ya unos dos años conmigo, y sin duda era el animal más fiel que había conocido a lo largo de mi vida. Jeiso perseguía por todo el campo una pelota del tamaño de mi mano que él amaba mordisquear. De repente sentí como mi celular vibraba en mi bolsillo, me levante de la banca para sacarlo de mi bolsillo y mire la pantalla, era mi secretaria, rápidamente conteste mirando hacia abajo dando pequeños pasos, me encantaba sentir el pasto rozar mis zapatos.
— ¿alo?
— Brasil, temos um problema.
Su voz como siempre era dulce y tranquila, me alegraba tener una secretaria que sepa controlarse ante cualquier cosa, o bueno, eso pensaba.
— ¡Brasil voce tem que sair daqui! ¡¿Me oyes?!
De repente me sobresalte escuchando un aterrado grito del otro lado de la línea, mire a donde estaba Jeiso y cuando vi que estaba recostado en el pasto regrese la mirada a la fachada de la casa, carraspee sin entender a qué se refería la mujer.
— ¿qué pasa? ¿estoy en el pat... —
Nuevamente me vi interrumpido por un ensordecedor pitido, levante la vista a donde mi perro de nuevo, mordía la pelota justo frente a un enorme trozo de Amazonas, yo amaba pasar los fines de semana aquí cuando quería escapar de toda aquella tención del gobierno, sin embargo, lo que pasó los siguientes segundos me dejaría completamente helado.
Tan rápido como había tomado el celular el aparato había resbalado de entre mis dedos cuando una enorme explosión se dejó ver a varios kilómetros de aquí creando una brillante luz que me hizo cerrar los ojos, segundos después una potente ráfaga de viento me golpeó haciéndome retroceder, perdí el equilibrio y termine cayendo de espaldas sobre el pasto sintiéndome aturdido, el pitido en mis oídos me estaba enloqueciendo y aunque sentí como si estuviesen pasando varios minutos, todo aquello solo había pasado en unos cuantos segundos, Jeiso comenzó a ladrar agresivamente, yo miraba al cielo parpadeando notablemente aturdido, solté un quejido cuando sentí un potente dolor en mi costado, como si algo me hubiera cortado con un metal caliente, sin embargo, cuando me palpe aquella zona no había nada, pude escuchar una nueva explosión cerca de allí, está vez solté un quejido doloroso a viva voz sintiendo como si una cuchara helada me raspar las entrañas, una sensación que había sentido anteriormente, pero esta vez el dolor era indescriptible, me sentía asfixiado, como aquella vez en el incendio, como aquella vez en la deforestación.
No supe en qué momento un helicóptero comenzó a sobrevolar mi casa, vi como dos siluetas saltaban ágilmente del transporte hasta el suelo. Yo no me había movido un solo centímetro, aunque no es como que hubiera podido hacerlo, el dolor me estaba matando en vida y el ensordecedor pitido en mis oídos no ayudaba a mi salud mental. sentí como las manos de aquellos hombres me tomaban por los hombros y me alzaban para que me pusiera de pie, sin embargo, sentía como si mis sentidos estuvieran completamente dormidos, la vista comenzaba a darme vueltas y lo único que podía enfocar en aquel momento era a Jeiso, aquel que seguía ladrando agresivamente a las bombas, Como pude estire una de mis manos señalando a mi perro, los hombres no se dieron el lujo de ver a donde señalaba, me subieron al helicóptero y tan pronto como estuvieron seguros empezó a sobrevolar nuevamente, Juro que por un momento perdí totalmente la consciencia y segundos después cuando volví a la realidad pude ver el largo Amazonas, la extensión de vegetación se expandía más allá de lo que mis ojos alcanzaban a ver, e incluso podía ver varios de los edificios de la ciudad brillando en todo su esplendor, como si aquel sol de mediodía les diera el escenario perfecto, sin embargo, aquella vista duró poco, de repente, una potente explosión se dejó ver, no supe que fue la que lo provocó, solo pude abrir los ojos como platos tomando aire agresivamente y esta vez, fijando mi vista nuevamente en Jeiso, mi perro había dejado de ladrar y yacía acostado en el pasto donde justo antes yo había estado sentado, el perro simplemente chillaba asustado, o triste, en ese punto yo ni siquiera debería ser capaz de oírle.

ESTÁS LEYENDO
❥︎ 𝐍𝐨 𝐂𝐨𝐧𝐟𝐢𝐞𝐬 𝐄𝐧 𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞 | «Countryhumans»
Fantasía๑°°°°۞°°°°°°°°۞°°°°°°°°۞°°°°๑ Aquel día había empezado normal para todo los representantes, entre días de descanso y trabajos nadie se esperaba que una terrible catástrofe a nivel mundial dejara a los representantes de los pocos paises sobreviviente...