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-Sr.Jeon, papá se va a molestar si lo espera dentro de la casa, si no tiene saldo, hay un teléfono aquí en casa para que le avise de su presencia...- incitó Namjoon al supuesto amigo de su padre.

-Blah bla bla, qué tal si te doy veinte dólares y te vas al parque más cercano..- hablaba Jeon mientras buscaba su billetera en el interior de su chaqueta. Aun en el portal de la puerta de entrada, por que el adolescente alfa no lo dejaba entrar.

-¿Y mis hermanos?¿y papá?.- dudo Namjoon.

El señor Jeon había venido seguido, el insistía que era amigo de papá mientras papá decía que era un ser humano entrometido y sin vida. Desde la cena que tuvo con él, por lo menos venia cada dos o tres días, a veces esperaba a papá y cenaban aquí, en otras ocasiones convencía a papá de cenar a fuera y llegaban tarde, a los chicos les pueden decir un completo cuento, pero tengo un CI alto, por favor.

Su atuendo, carro y reloj no gritan "sin vida".

Aunque es un poco malhumorado e indiferente, tiene sus ventajas.

-Somos cuatro, no alcanza veinte dólares...- Mi visión de emprendedor se ilumino pero aún no era rival para el otro ejecutivo. Perdón, papá.

-¿Por que tu padre tiene tantos hijos? ¿Está buscando la niña o que?.-

-Tal vez, todos somos varones...¿Y?- No creo que el no conozca la naturaleza de la situación.

-Treinta...-

-Cincuenta..- respondí.

-Cuarenta, no más... no creo que gasten tanto en un jodido parque..-

-No soy tonto, señor Jeon. Usted está pagando el tiempo que nos demoremos, depende la cantidad que degustemos allá, el tiempo aquí.... así que, qué tal si convertimos tres horas en sesenta dólares.-

-No.

Sonreí con suficiente.

-Cogeré mi libro, me sentare en el sillón menos hundido por los brincos de Taehyung y esperaré que lleguen mis hermanos uno por uno.- Lo tengo, el querrá todo el tiempo posible con papá.

Jungkook buscó en su billetera y sacó tres billetes de veinte, se los ofreció al jodido colegial que era muy sagaz.

-Veté de una vez y no te olvides de venir luego de tres horas.- murmuro, Jeon. parece que es verdad el dicho sobre el libido, te vuelvo crédulo.




Jungkook se colocó en el sofá, un poco magullados en el asiento, tiene que ser uno de los niños.

Aun no comprendía como alguien como Jimin tenia paciencia para tantos niños, en un futuro el se veía con un hijo, máximo dos.

Se había encariñado con Jimin, pero en una de las tantas conversaciones nocturnas el habló sobre el futuro, no hablo sobre la presión de su familia por establecerse, ni que estaban siendo intensos, simplemente lanzo una divagación sobre no querer nada serio actualmente, lo que más le sorprendió fue el hecho de que Jimin simplemente le había respondido con un roce de labios acompañado con "Si es así, no te acerques más de lo necesario a mis hijos".

Mientras revisaba su celular, percibió cómo abrían el cerrojo, luego de mirar fijamente a un pequeño beta rubio entrando, se levantó.

Our home - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora