-Realmente pensé que no vendrías, ya estaba listo para obligarte y traerte a la fuerza.- aludió Jeon.
-Somos adultos, quieres tener intimida, esta bien. Yo también tengo necesidades y eres la oportunidad perfecta para desestresarme, muy aparte de que estoy siendo amenazado y acorralado con falsas acusaciones.-
-Que no pongas resistencia es un poco aburrido, tengo la necesidad de aclarar que aquí nadie esta siendo amenazado, puedo convencerte de que me abras las piernas solo con un beso.-
-Aún me puedo bajar.- conteste bruscamente.
-Basta.- gruño, el alfa.
El camino fue silencioso, ni uno de los dos interesados en conocernos, ambos íbamos a terminar con esto hoy mismo. Una parte era verdad, no había intimado con nadie desde algún tiempo, trabajar y cuidar a niños tomaba todo de mi, además no podría explicar a los hijos por que salgo de noche y llego al día siguiente, por que de algo estoy seguro, me gusta dormir después del sexo.
Llegamos a un hotel que yo no conocía, Jeon pago una suite en el cuarto piso. Ahora conocido como Jungkook gracias a la recepcionista que confirmo su tarjeta de crédito, no podía creer que me estaba dejando manipular por un alfa casi diez años menor.
Una vez dentro, nos quedamos mirando, el había avanzado hasta la cama y yo seguía cerca de la puerta. Mi corazón bombeaba y lo sentía hasta en el ultimo dedo de mi pie, nadie podía negar lo atractivo que era un alfa, son el mejor espécimen actualmente en la sociedad.
-¿Te vas acercar? ¿O voy yo?.- me preguntó al mismo tiempo que se quitaba la chaqueta y se deshacía la corbata.
-Ven.- fue mi corta respuesta y el se fue acercando mientras comenzaba a quitarse su cinturón y abandonaba sus zapatos.
Una vez que nos separaban pocos centímetros, le susurré.
-Arrodíllate...- el sabía a que me refería, así que simplemente se agacho y me comenzó a desabrochar y bajarme el pantalón.
A pesar de lo disgustado que estaba por la forma en la que llegamos a esto, rebusque mi mejor ropa interior.
Quede solamente en ropa interior. Mientras el arrastraba sus manos por mis muslos, yo me quité la camisa.
Cuando rozó mi pene con su mano no pude acallar mi pesado suspiro... había pasado un buen tiempo.
Baje mi cabeza para apreciar cómo pasaba su lengua por mi polla aún vestida. Con pequeñas mordidas en mi erecta polla fue sacando lentamente el bóxer. El jugueteo con mi polla no contaba y peor se acercaba al sentimiento de tener una cavidad bucal tan caliente enrollando tu polla.
Comenzó con lamidas en mi glande, para luego meter todo mi pene en su boca, aquella boca que estaba tan húmeda y cálida.
Fue inevitable no agarrar su cabello.
El alzó su mano, específicamente sus dos dedos. En dirección de mis labios. Me encorve para poder introducirlos en mi boca, los llene de saliva.
Cuando ya estaban demasiados húmedos, los llevo a mi cavidad anal.
Había pasado un tiempo.... tanto que podría ser considerado Virgen de nuevo.
Lentamente introdujo un dedo mientras succionaba mi pene.
Lo mantuvo quieto hasta que dejó de chupar para comenzar a masturbarme.
Cuando estaba llegando al orgasmo con aquella jaladera, sentí cómo metió un segundo dedo.
Apreté más fuerte su cabello.
Comenzó a mover sus dedos lo suficiente para estirarme debidamente. dentro y fuera, los movia como una tijera.
Estaba apunto de acabar cuando el dejo de tocarme y retiro sus dedos.
Me arrastró a la cama, me recostó boca arriba mientras yo trataba de regular mi respiración.
Vi cómo se desnudaba, observe su perfecto cuerpo y su hinchada polla. Me encontró observando, sentí como me ponía rojo hasta las orejas y cerré los ojos.
Agarro un sachet de lubricante y se posicionó entre mis piernas. Escuche como lo abrió con sus caninos.
Roció el lubricante en mi entrada, masajeando mi entrada para luego volver a introducir sus dedos, estirarlo y estimular, tratando de encontrar mi punto.
Se agachó lo suficiente para besarme, era la primera vez que me besaba, odio admitir que la declaración de antes era verdad, mientras devoraba mi boca, mas estiraba mis piernas y si hubiese sido un omega estaría chorreando lubricante natural, Sus besos eran tan afanados que otra vez comencé a empuñar su cabello.
Sentí como rosaba su polla por mi entrada, y como poco a poco se abría camino por mi estrecha cavidad.Dolía un poco, había pasado un tiempo. Sentí un ardor que poco a poco se fue menguando.
Parece que observo mi cara de incomodidad cuando dejo de besarme.
-¿Te duele? ¿Estás bien?.-
-Si...-
-¿Park?
-Deja de preocuparte, utiliza bien este costoso colchón.- replique la falsa preocupación de Jeon.
Comenzó a moverse lento y en todas las direcciones al principio, una vez que encontró mi punto. Se quedó solo en esa dirección. Haciéndome delirar en cada estocada.
Apreté sus hombros con mis manos, clave mis uñas y estoy seguro que dejara marcas para los siguientes días.
Envolví mis piernas en la cintura de Jungkook, y enrolle mis manos en su cuello. Mientras nos besábamos escuche a Jeon gemir en mi boca, sus embestidas se volvían rápidas y torpes, situó su mano entre nuestros cuerpos y agarro mi polla, la acaricio hasta que comencé a lloriquear, continuo embistiendo hasta que ya no pude soportar la estimulación trasera y de mi polla al mismo tiempo y salpique mi semilla caliente entre nuestros cuerpos, mis paredes anales se contrajeron alrededor de su polla, masajeándola y sujetándola en un aterciopelado agarre, llevándolo al limite, Jungkook rugió su clímax y envió chorros de semen, sentía cómo un ultimo espasmo me surgió del fondo de mi cuerpo, derramando unas ultimas gotas de semen.
Nos recostó de lado, me observo y luego comenzó a chupar mis pezones, mientras apretaba mis caderas.
-Esta noche recién comienza...-
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Our home - Kookmin
FanfictionA sus diecisiete años, Park Jimin fue declarado culpable de promover el vandalismo, fue penalizado con 3 años de servicio comunitario. Él pensó que era lo peor que le podía suceder, sin embargo, aquel lugar fue donde halló a su verdadera familia y...