En donde Airon le escribe cartas a su novio Aetan que se encuentra en coma, con la esperanza de que en algún momento las pueda leer por si solo, sin saber si podrá o no despertar del coma.
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Está es la segunda carta que te escribo y para volver a serte honesto no se como iniciarla, se que diciendo esto no es el modo pero que más da si al momento de leerla puedo evadir a esta pequeña parte.
Empezaré por contarte resumidamente mi insignificante día, por la mañana luego de mi rutina de observar tu rostro descansar de manera tan pacífica fui a clases, en el primer periodo me tocaba cálculos que por cierto ya no soy tan malo en ello como antes, por suerte Venus estuvo ahí también lo cual me alegro lo suficiente.
Me preguntó si había logrado escribirte algo y como no sabía resumir mi pequeña carta decidí dejar que la leyera.
- Airon... - Susurró. - Es muy bonita. - Respondió sonriendo mientras me miraba con pena.
- Sabes que detesto esa mirada de pena, hasta lo acabas de leer no se porque continúas haciéndolo. - Le respondí un poco irritado.
No quería ser brusco con ella, créeme, me sentí débil no solo ante su mirada sino también ante el resto del aula que lo hacía del mismo modo, hasta la profesora de cálculos que no sabía más que simples rumores me miró de la misma manera.
Claro que también están los que aún después de cuatro meses me miran con rencor por lo sucedido aquella noche, esa dónde toda esta tortura de verte en una cama sin poder respirar tu solo inició.
En ocasiones aquella fiesta aparece en mis sueños, cuando estábamos bailando con Venus y Merlín, tu mejor amigo; de manera tan divertida hasta que llegaron Dionisio con Kana y aquella agradable diversión se volvió un momento incómodo que terminó en tragedia.
Aún escucho sus comentarios discriminatorios hacía nosotros, que por cierto no hacíamos nada indebido o eso creía, hasta que un simple roce de labios desató su enfado.
Escribir sobre aquella noche no me resulta de lo más agradable pero los médicos dicen que es posible que al despertar no recuerdes lo sucedido, también es posible que no tenga el valor de contarte de frente que todo inició por un simple casi beso, ya que ni eso pudo ser, qué desató la rabia de dos adolescentes homofobicos que solo les basto con empujarte para que tu cabeza diera con el filo de una pequeña mesa de madera, ¿por qué debía estar la mesa justo en ese lugar?
La contusión cerebral te dejará algunos daños, algunos doctores creen que no despertarás pero otros aseguran que lo harás.
- No pierdas las esperanzas Airon, que este en este estado ayudó a que sus lesiones internas sanaran con facilidad. - Comentó el doctor Collins.
- Pero sus lesiones ya sanaron, ¿no es así? - Pregunté. - ¿Qué espera para despertar? - Volví a preguntar, pero por segunda vez me dejó sin una respuesta.
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