En donde Airon le escribe cartas a su novio Aetan que se encuentra en coma, con la esperanza de que en algún momento las pueda leer por si solo, sin saber si podrá o no despertar del coma.
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Pasaron siete horas desde que por alguna razón tu corazón se detuvo por unos instantes provocando que los médicos vinieran a asistirte.
Cada minuto que pasaba era una eternidad, sentía que los segundos eran horas y las horas días, necesitaba una respuesta saber aunque sea algo mínimo de tu estado, pero nadie decía nada.
Estoy hace más de una hora y media escribiendo esta carta porque al momento de iniciarla ningún especialista había hablado conmigo, y el desahogar todo el peso que sentía sin saber como estabas no ayudaba en absolutamente nada.
Sentía una desesperación inmensa que solo fue camada por el médico que salió por las puestas de la sala de urgencias dirigiéndose hasta mi persona.
- ¿Cómo está Aetan? ¿Qué es lo que le sucedió? ¿Por qué se lo llevan tantas horas? - No pude evitar llenarle de preguntas al momento que se detuvo frente a mi.
- Airon sabes que no puedo decirte todo aún eres menor de edad y el reglamento del hospital...
- A partir de las 00:00 seré mayor de edad, por favor dígame que tiene. - Interrumpí sus palabras de manera desesperada.
- Él está estable, tuvo un derrame cerebral y más allá de que logramos estabilizarlo debemos mantenerlo en observación mientras le hacemos un tratamiento de anticoagulantes para minimizar el daño del cerebro. Ahora se encuentra en otra habitación más cercana al quirofano por si hay que intervenir de urgencia. - Respondió a mis preguntas lo mejor que pudo.
- ¿Puedo verlo? - Pregunté rogando con la mirada.
- Claro, pueden entrar de a uno. - Dijo observando a Venus. - Sígueme por favor.
Entramos a una habitación mediana con paredes blanca, no le puse mucha atención a decir verdad ya que me dirigí directamente a ti, que parecías tan tranquilo y relajado, como si estuvieras en nube de algodón descansando.
Antes de que saliera por la habitación para darme un tiempo a solas contigo repitió por milésima vez que estarías bien, que eres una persona fuerte y podrás salir de estas situaciones.
Ya no se confiar en esas dos palabras, aunque suenen como eco en mi mente las vengo escuchando hace cuatro meses y la verdad no has estado bien desde entonces, porque aún sigues aquí sin despertar, en ocasiones me invaden los sentimientos negativos y creo que no despertarás pero también se que eres la persona más fuerte y valiente que he conocido y que por ello solo quizás podrás salir de estas cuatro paredes.
Ya pasaron dos horas desde que entré a la habitación, se me hace imposible poder despegarme de ti, Venus esta a mi lado después de rogar para que la dejaran pasar para hacerme compañía.
Agradezco tener a una amiga tan fuerte y linda como ella, es la persona que más me ha brindado apoyo sin importar nada, es la primera que esta cuando necesito a alguien y se que no me dejará solo, ojalá todos pudieran tener en sus vidas a una persona tan bondadosa, compañera y alegre como lo es Venus.
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