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Maldita sea Felicity Montgomery, que se ha enfermado y me ha dejado con este problema. Tendría que estar estudiando para los exámenes finales de enfermería, que son la semana que viene, pero aquí estoy, intentando lucir bien para una entrevista que Flis había concertado con un político muy poderoso.  Es un hombre muy ocupado y su tiempo es extraordinariamente valioso —mucho más que el mío—, pero ha concedido una entrevista a Flis.

Me miro al espejo una última vez y sonrío aprobando mi aspecto. Llevo una coleta alta con mis ondas naturales, una mini falda negra con medias y botas, un top color caqui y una saco a juego con la falda.

—Amiga, lo siento. Tardé meses en que me aceptaran esta entrevista. Si pido que me cambien el día... -mira hacia un costado horrorizada- para entonces las dos estaremos graduadas. Si consigo la entrevista, aprobaré las actividades extracurriculares. Por favor... —me suplica Flis con voz ronca por el resfriado.

—Claro que iré, Flis, no soy una perra desconsiderada. Vuelve a la cama.

—¡Ay, te amo!. Aquí tienes las preguntas, recuerda grabar la conversación.

—No sé nada de él —digo calmada, pero muriendo de miedo por dentro. — Ni siquiera su nombre, Flis.

—Te harás una idea por las preguntas. Sal ya. El viaje es agotador. — Su nombre es Draco Malfoy.

—Y... ¿Es guapo? —digo riendo.

Fliss rueda los ojos divertida y sonríe.

—Claro que es guapo, pero no seas una perra y termina la entrevista primero.

—Vale — río despacio—me voy. Vuelve a la cama. Te he preparado una sopa para que te la calientes después. — La miro con cariño— Nos vemos querida.

—Suerte. Y gracias, Gia. Me has salvado la vida.

Cojo el bolso y le lanzo una sonrisa. Nunca dejo mis deberes de lado, pero Flis es capaz de convencer a cualquiera de lo que sea. Y jamás le negaría la ayuda a mi mejor amiga.

Salgo de la casa y cojo un taxi, el cual me lleva directo al centro de Londres. Me dirijo directo a la torre más alta. En la recepción me encuentro con una chica, la cual pide mi nombre y el motivo de la visita.

Gia Lacroix, tengo una entrevista con... Draco Malfoy, bueno en realidad mi amiga, Felicity Montgomery vendría, pero enfermó y haré yo la entrevista. —La chica me entrega una identificación cuadrada de plata con toda la información que había entregado, la enganché en mi blusa e inmediatamente la voz femenina informó que una vez dentro debía dirigirme al mostrador de seguridad que hay al final del pasillo para someterme a un chequeo de seguridad.

Miro mi reloj mientras me acerco al mostrador notando que llegué a tiempo para la entrevista. Desde el otro lado de un sólido escritorio de piedra me sonríe amablemente una chica rubia muy arreglada. 

—Vengo a ver al señor... Malfoy. Gia Lacroix, de parte de Felicity Montgomery.

—Discúlpeme un momento, señorita Lacroix —me dice alzando las cejas. Espero impaciente frente a ella. Me paso por detrás de la oreja un mechón de pelo que se me había desordenado.

—Sí, el señor Malfoy tiene cita con la señorita Montgomery. Firme aquí, por favor, señorita Lacroix. El último ascensor de la derecha, último piso.

Le doy las gracias y me dirijo hacia los ascensores. Este me traslada al último piso a una velocidad de vértigo. Las puertas se abren y salgo a otro gran vestíbulo. Me acerco a otro mostrador de piedra y me saluda otra chica rubia.

Nunca he querido más - Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora