Para un transeúnte no hay nada más desconcertante y llamativo que ver a una mujer con bastón implorando a la mujer que la acompaña. Al parecer, no está muy bien visto enfadarse con alguien con movilidad reducida. Más aún cuando dice, con una amabilidad exquisita: «Camino, por favor, ven aquí. Por favor».
Pero no pudo. No podía ni mirarla esa última noche en Canarias, Camino durmió en la habitación y Maite se acomodó en el sofá del comedor. Volvieron a encontrarse en el vestíbulo del hotel a la mañana siguiente y, desde el momento en que estuvieron juntas, Camino se negó a hacer nada que tuviera que ver con Maite. Se sentía tan furiosa como desdichada. Una voz dentro de su cabeza le exigía alejarse de la pintora tanto como fuera posible. Volver a casa. No volver a verla.
En cuanto llegaron al aeropuerto, la castaña se apartó de Maite para dirigirse al mostrador de facturación, hacer el Check in y dirigirse a la zona de embarque.
Logró mantenerse ocupada durante la espera en el aeropuerto. Encontró miles de pequeñas tareas que hacer: se ocupó de las etiquetas de las maletas, compró café, leyó periódicos, fue al baño..., todo lo cual significaba que no tenía ni que mirar a Maite. Y que no tenía que hablar con ella. Pero de vez en cuando quedaban solas, sentadas la una al lado de la otra, y en esa breve distancia que las separaba retumbaban las recriminaciones que no se decían en voz alta.
- Camino... —comenzaba.
- No —le interrumpía—. No quiero hablar.
Su frialdad le sorprendió a ella misma. Sin duda, sorprendió a las azafatas del avión, las mismas que viajaron en el avión desde Barcelona y que fueron testigos del amor y compañía que se demostraban. Camino las veía susurrando entre ellas sobre cómo se giraba rígidamente para apartarse de Maite, cómo se ponía los auriculares o miraba fijamente por la ventanilla.
Maite no se enfadó. Eso era casi lo peor de todo. No se enfadó, no se volvió sarcástica e hiriente, sólo se limitó a guardar silencios cada vez más prolongados, hasta el punto de casi no hablar. Tal vez, contado de esta forma, parezca una conducta inmadura y hasta infantil, pero no se trataba sólo de un problema de orgullo herido.
No lo soportaba. No soportaba pensar que iba a perderla, que fuera tan testaruda, tan decidida a negarse a ver el lado bueno de las cosas, que no cambiara de parecer. No podía creer que ni siquiera fuera a posponer la fecha de Dignitas, como si estuviera escrita en piedra. Un millón de razones silenciosas retumbaban en su mente. ¿Por qué esta vida no es suficiente para ella? ¿Por qué no soy lo suficiente para ella? ¿Por qué no confía en mí? Si hubiéramos tenido más tiempo, ¿habría sido diferente? Se preguntaba a sí misma en silencio.
De vez en cuando se sorprendía a sí misma mirando aquellas manos bronceadas, esos dedos cuadrados, a unos centímetros de los suyos, y recordaba cómo sus dedos se entrelazaron (la calidez de su piel) y se le hacía un nudo en la garganta, hasta que apenas lograba respirar y debía ir al baño, donde se apoyaba contra el lavabo y sollozaba en silencio bajo la fría luz. En unas pocas ocasiones, cuando pensaba en lo que Maite iba a hacer, tuvo que contener la necesidad de ponerse a gritar; se sentía poseída por la locura y pensó que lo mejor sería sentarse en el pasillo y bramar y tronar hasta que apareciera alguien. Hasta que alguien le asegurara que Maite no iba a hacerlo.
Así, aunque parecía una chiquillada, aunque el personal de vuelo la considerara (pues no hablaba con Maite, ni la miraba, ni nada) la más despiadada de las mujeres, ella sabía que sólo lograría sobreponerse a estas horas de forzosa proximidad si fingía que ella no estaba ahí. Si hubiera creído que la morena se las arreglaría sola, habría cambiado de vuelo, tal vez incluso habría desaparecido hasta saber que un continente entero las separaba; no sólo unos centímetros imposibles.
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Yo antes de ella
Fanfiction"Yo antes de ella" es un fanfic inspirado en la novela "Me before you" escrita por Jojo Moyes adaptado a la historia de Maite y Camino. Maite Zaldúa (Ylenia Baglietto) es una artista, una pintora exitosa que se encuentra felizmente casada y disfruta...