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Despues de un viaje de veinte minutos en taxi, llegamos al departamento donde nos quedaríamos los proximos meses.

Llamaron a mamá del trabajo por lo que solo dejó sus maletas en su habitación y salió rápidamente a la oficina, dejándome sola. Por si acaso, me dejó un poco de dinero para ordenar algo y cenar si es que ella tardaba en regresar.

Sinceramente no tenía ganas de cenar sola en ese enorme departamento. Me daba un poco de miedo ¿Cómo se atreve mi mamá a dejarme sola? ¿Y si salía un fantasma? O peor aún... ¡un zombie!

De acuerdo, es obvio que estoy exagerando con los zombies, pero las personas estan cada vez más locas e inventan cada tontería.

No sé porque pero siempre me imagino qué es lo que haría en ese tipo de situaciones. Si llegara a haber una invasión zombie, Dios no lo quiera, creo que moriría del susto. Sería todo un caso perdido.

Dejé mis tontas suposiciones de lado y opté por comenzar a desempacar (que por cierto era mucho) no tengo idea de donde salió tanta ropa, yo juraba no tener nada para ponerme.

Apenas terminé, salí a caminar un rato. Me aseguré de revisar bien por dónde iba ya que perderme era lo último que quería.

Sería el colmo perderme el primer día que llegué a Corea.

Mientras más caminaba y veía, más encantada quedaba con el entorno, todo era realmente hermoso y no estaba exagerando para nada.

Algo que adoraba de cada lugar que visitaba era que cada uno era único y hermoso, especial a su modo, ningún sitio era igual al anterior. Poseía su propio tipo de belleza que no podías encontrar en otro lado.

Después de tanto caminar, terminé frente a una pequeña tienda de convivencia cerca de donde me estaba quedando (o eso creía yo).

Estuve como tonta viendo los edificios que olvidé casi la mitad del camino. Creo que al final si me perdí, o algo así, no tengo ni la mas remota idea de cómo llegué aquí.

La mejor manera de terminar el día. ¡Haber si a la proxima pones más atención!

No cabe duda que para tonta no se estudia.

Dios... en un rato más vería como me las arreglaba para regresar al departamento.

Decidí entrar a la tienda, opté por comprar un poco de ramen y me senté en una de las mesas que había afuera de la tienda.

Después de ver cientos de series románticas, tenía muchas ganas de ir a una tienda de estas por la noche.

Pero creo que vine a dar a un lugar poco concurrido, desde que llegué no vi a nadie cerca.

Recuerdo que en este tipos de lugares era donde la pareja principal se encontraba por casualidad y comenzaba una linda historia de romance donde se juraban amor eterno.

Esta bien, eso fue muy cursi pero así pasa, al menos en las series que vi. Pero a mi ni las moscas se me paraban.

Aunque nunca tuve una relación, no significaba no quisiera tener una.

Es decir, ¿quien no quiere tener una relación bien bonita?

Creo que el único romance que había a mi alrededor es el de las películas y series que acostumbro ver.

— No sé qué es lo que estoy haciendo aquí —dije en un susurro. Ya me estaba comenzando a aburrir y aún me faltaba ver si recordaba más o menos como volver—. Será mejor que me valla de una vez, no es como si fuera a llegar un chico guapo a pedirme mi número, mejor intento regresar al departamento.

𝘊𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘓𝘢 𝘗𝘳𝘪𝘮𝘢𝘷𝘦𝘳𝘢 𝘓𝘭𝘦𝘨𝘶𝘦| 𝘌𝘶𝘯𝘸𝘰𝘰: 𝘈𝘴𝘵𝘳𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora