12. Desgranando cuentos.

1.4K 198 79
                                    

Akutagawa acababa de llegar a su puesto, muchos se acercaron rápidamente por curiosos, claro, entre ellos llego Chuuya para tomar su cuello - ¡MALDITO ANIMAL HIJO DE TU PUTA MADRE! ¿CÓMO QUE TE CASASTE ANIMAL?

― Chuuya-san, le explicaré lo que paso

― ¡NO ME VENGAS CON ESO! ESE DÍA DESAPARECISTE Y RECIBO UNA NOTIFICACION QUE TE CASASTE CON ESE CHICO DEL DEPARTAMENTO DE CONTRATOS ¿Te hechizo? ¿te drogaron? Aun peor... ¿te bendijeron?

― No, no, nada de eso. Es que su padre...

― Chicos – hablo Ougai quien llegaba a la oficina – es hora de trabajar, podrán hablar de todo lo demás después

― De acuerdo – respondieron ambos.

Mientras tanto en casa, Atsushi estaba con Charles en la cocina – Entonces ¿debo echarle tres dientes de niño?

― Si, recién nacido si quieres que queden bien

Atsushi suspiro – esto de cocinar es difícil papá

― Es lo menos que puedes hacer si Ryunosuke fue a trabajar ya, le encantará que le lleves algo para el almuerzo

― ¡sip! En el mundo humano lo hacía y él lo amaba, solo que en ese mundo las recetas son más sencillas

― Sus ingredientes son humanos, estos necesitan un preparado como los conjuros y pociones que sabes

― Si papá. Entonces... ¿y mi padre como está tomando todo esto?

― Tu padre – suspiro – anoche se puso a ver fotos de cuando tenías 82 años – menciono

― ¿Por qué está así papá?

― Ay cariño, tu padre siempre vio por ti, por complacerte y cuidarte. Eres su lindo bebé

― Papá no soy un bebé

― Te contaré una linda historia

― ¿no es de mí siendo un bebé verdad?

― No... mía y tu padre

― De acuerdo.

Charles y Atsushi se sentaron en la sala para disfrutar juntos del momento.

― Eran los años 1600, tu padre era el gerente de Market colmillos. Se veía tan sexy con el traje negro y corbata, fue la primera vez que lo vi

― Esa historia ya me la sé, tú y papá siempre se la cuentan a los doce

― Espera, espera, hay más – dijo sonriente – el día que tu padre y yo decidimos tenerte

― Papá, no quiero escuchar eso

― No, no es eso cariño. – menciono sonriéndole a Atsushi – decidimos tenerte después de hablarlo mucho

― ¿eh?

― Cuando nos casamos, fue algo nuevo, tus abuelos estaban muy molestos

― ¿por eso no los he conocido?

― Si, estaban furiosos por que tu papá cortó la ley sobre casarse con uno de los doce, pero si lo vemos así, ni tu padre, ni Fyodor se interesaban. Además Fyodor se buscó pareja antes

― ¿en serio?

― Si, sé que es un payaso que come niños pero no lo conozco

― Papá te desvías

― Oh si, el caso es que pasamos tres días sin dormir ni trabajar, planeamos en qué posición te tendríamos, como manejaríamos el embarazo y

Oficinista del infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora