Atsushi pasaba su día encima del azabache, esté comenzaba a cansarse de esto, pues el menor no se quedaba quieto, movía sus piescitos, golpeaba su cabeza mientras cantaba. - ¡JINKO YA! – se quejó llamando la atención de todosAtsushi hizo un puchero – Ryunosuke, no me grites
― Te seguiré gritando si no te calmas – se quejo
― No, no me grites y punto
― No te muevas entonces
― Ryu, no uses tu vocesota conmigo
― Y tú no hagas tus berrinches
Ambos menores comenzaron a pelear, jalaban sus mejillas y cabellos, los doce se miraron entre sí, sus padres solo suspiraron. Chuuya miro a Dazai – crecen tan rápido
― Y pensar que cuando lo vio por primera vez se le fue el aire – dijo Dazai bromista
― Es cierto – dijo Chuuya – Atsushi ¿volverás a las oficinas?
Los chicos se calmaron, se miraron entre sí, y luego miraron a los doce - ¿Por qué nos miran? – pregunto Mark
― Solo saluda y sonríeles – dijo Francis
― Que groseros – menciono Michelle – la salud del príncipe se encuentra estable, probablemente la próxima semana pueda ir a las oficinas
― ¡¿en serio?! – grito emocionado Atsushi
― Claro – añadió Alcott – los chicos irán contigo, aun debes ser cuidado
― Ok, pero que no vaya mi papá – se quejó Dazai
― Si sabes que soy el más apto para cuidar de Atsushi ¿no? – le sonrió Fyodor burlón
― También está Francis – dijo Dazai
― A mí no me vean, yo soy la mano izquierda de Abadon
― Y yo la derecha Francis, trabaja en equipo – se quejó Fyodor
― Contigo, ni a la esquina
― No empiecen – pidió Abadon – siglos llevan con esa pelea suya, los dos, son mis más cercanos y fuertes aliados, y si siguen, irán los dos a cuidar de Atsushi
― ¡¿QUÉ?! – gritaron todos viendo a Abadon.
¿Qué les puedo decir? Adora la divina comedia, y ver el mundo arder bajo sus pies.
La semana avanzo con los doce ateniendo a Atsushi y Akutagawa, llegando el lunes, era hora de trabajar.
Atsushi estaba emocionado por volver a trabajar, la noche anterior habían regresado a su hogar ya reparado y limpiado. Al despertar, el menor beso la nariz del mayor sonriente – despierte mi bello durmiente
― Jinko, no el mañanero, no
― Aaay que grosero, no quiero sexo ahorita – se quejó Atsushi y jalo sus cabellos – levántate, vamos al trabajo
El mayor se levantó despeinado – cierto, trabajo. – Miro al menor y sonrió, lo tomo del brazo para abrazarlo y besar – buen día esposo
Atsushi sonrió como un bobo – buen día esposo.
Después de una mañana pacifica, Atsushi se encontraba frente al edificio de oficinas, trago saliva y su esposo a su lado tomo tu mano - ¿vamos?
― Te-tengo miedo Ryu
― ¿Por qué?
― ¿y si descubrieron todo? ¿y si piensan que soy un flojo?
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Oficinista del infierno
Fanfic¿Algún pedido en especial? ¿Deseas vengarte de los que te dañaron? Contrata a tu demonio, estos te servirán, y cuando tu venganza o pedido sea realizado, tu pago realizarás. Tu alma en pena de la compañía será. AU... No tengo idea de como especific...