4. Estás dentro

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Caminando por las calles, preguntando a las personas por un edificio en particular. Nadie quería ayudarle, en realidad no iba preguntado por pena y porque sabía que nadie le contestaría.

Aún así, se acercó a un chico que por allí pasaba.

—Oye ¿En dónde está la academia Umbrella?

—Que modales —Se fue sin responder y tiene la razón, _____ no fue tan amable al preguntar.

No es su culpa, su padre la crío a su manera y no es la más adecuada para educar a un niño. La educó con modales, claro que sí, solo que no los sabe ocupar en todo momento, también la educó con la mentalidad de que ella es superior.

—¡Lo mismo digo! —le gritó al sujeto quien ya se había alejado.

Continuó caminando, caminando con un destino al que, con cada paso que daba, parecía retroceder diez. Estaba totalmente perdida, no sabía en dónde estaba ni cómo llegar al lugar.

—¿Por qué nadie me ayuda, Mazi? —Preguntó sin mirar atrás, sabía que ya estaba ahí. Ya lo había sentido hace unos minutos y justo en ese momento, había llegado Mazi.

—Porque son unos inútiles ¿Cómo sabías que estaba ahí? —caminó junto a la chica

—Sentía tu presencia, sabes que puedo hacer eso, ¿Papá te envío? —cambió de tema

—Dijo que te protegiera, como si fuera tu guardaespaldas —bufó

—Que yo sepa estás obligada a proteger a mi papá, no a mí

—Estaba —recalcó—. hace años que ya no

—Sin embargo —la miró—. aún estás junto a él

—Soy su amiga

—Claro... ¿No será que te gusta? —preguntó burlonamente

—Por supuesto que no, a mí me gusta...

—Eva, lo sé. —la primera mujer del mundo había logrado hacer sentir algo a un demonio. Algo más allá de lo físico... Algo maravilloso y único.

—Cómo... —la interrumpieron

—Por favor, Mazi, yo sé todo de todos. Papá se acerca a ellos y les dice "Qué es lo que deseas" —imitó la voz de su padre—. pero yo, conozco bien a las personas que me rodean, y se te nota a kilómetros. ¿Qué haces aquí?

—Lucifer me dijo que te vigilara y protegiera. —un padre sobreprotector, intentando ser el mejor para su hija ya que nunca antes había tenido a alguien que criar.

—Puedo hacerlo sola. —es verdad, ya le habían enseñado distintas maneras de defensa y tenía sus poderes a su favor, nadie podría ganarle. Además de que es inmortal, aunque eso no lo sabe.

—Por eso acepté, mientras tú haces tus cosas, yo hago las mías.

—Coger sin fin.

—Ya sabes.

Luego de pláticas y caminatas, llegaron al edificio gracias a que consigueron la dirección. Mazi había amenazado a alguien para que le diera la información necesaria, resolvía eso a su manera.

—Parece que aquí es. —se detuvieron frente a la entrada.

—Creo que si, gracias por sacarle al información al sujeto, Mazi.

—Hey, no fue nada, ambas conseguimos algo.

—Yo la dirección y tú...

—Un poco de diversión —jugaba con sus cuchillos

La hija de Lucifer & TUADonde viven las historias. Descúbrelo ahora