RIOPY

23 9 0
                                    

CAPÍTULO IV

No olviden que la canción para leer el capítulo es Wyden Down de RIOPY

[NO SE PUEDE CONFIAR EN NADIE]

¿Sangre? ¿Realmente eso era sangre? Tal vez sea una broma tonta entre mujeres, pero en caso de ser cierto, ¿Quién sería capaz de hacer tal atrocidad? Y sobre todo ¿De dónde sacó la sangre?

Es cierto que ser un copo de nieve te ligaba automáticamente a la sangre, no lo niego, pero el hecho de que lo hayan marcado de esa forma me causa intriga, porque aquí solo los demonios pueden marcar puertas, ya que son ellos los que eligen quienes van o no al templo rojo, y solo lo hacen con la pintura blanca que les entregan aquí.

-No toques eso -espetó seria- Es sangre, ese copo de nieve está hecho de sangre.

Katherine empezó a hacer arcadas y salió corriendo al baño, detrás de ella la siguió Camila, quien seguía sin creer lo que había visto. De a poco todas las mujeres empezaron a acercarse a la habitación 32, aquella que tenía marcada en su puerta el copo de nieve con sangre.

-Es sangre Alaska, de verdad es sangre -confirmaba Sabrina, pues ella sabía diferenciar a la perfección entre sangre verdadera y falsa, no porque haya participado en el taller de teatro, no, claro que no, sino porque Sabrina Bascur también tuvo sangre en sus manos, peor eso nadie lo sabía.

-¿Quién fue la hizo esto? -preguntó Alaska mirando a las mujeres que estaban a su alrededor, pero todas negaban con la cabeza -Bien, como ninguna quiere hablar, llamemos a sor Claudia.

-Esto es horriblemente asqueroso, quien haya sido debe estar enfermo, una loca de patio -comentó molesta Sabrina.

La pelinegra se giró para dirigirse hacia las escaleras, pero entonces escuchó un comentario que le hirvió la sangre y sus puños se cerraron tan fuertes que los nudillos se le volvieron blancos, su mandíbula estaba apretada como nunca y su respiración empezó a acelerarse al igual que los latidos de su corazón.

-¡Repítelo! -gritó a la vez en que se giraba para buscar con la mirada a la chica que le había dicho tal insulto -¡Vuelve a decirme loca! ¡Hazlo!

Alaska sonreía sin mostrar los dientes mientras asentía entretenida, al parecer la escena que estaba haciendo Sabrina le causaba satisfacción o tal vez intentaba de analizar cosas que solo un Lombardi sabía hacer, pero a diferencia de ella el resto de las mujeres se asustaron y empezaron a retroceder dejando a la vista a Andrea, una trigueña de Copiapó con cabello teñido y un par de tatuajes en su antebrazo.

-L O C A -le deletreo sin mostrar miedo. La postura de Andrea era de indiferencia, ya tenía historial en peleas callejeras y un par de asaltos, pero lo que no sabía es que la boa Bascur siempre tenía un as bajo la manga o, mejor dicho, dentro de la bota.

Sabrina avanzó furiosa hacia ella y sin pensarlo dos veces estrello su mano contra la mejilla de Andrea, el sonido causó un silencio inminente en el pasillo; varias se taparon la boca y otras abrieron sus ojos incrédulos, hace tiempo no se veían riñas dentro del reformatorio, pues la sanción era severa y todos los malportados preferían ahorrarse problemas.

-No hiciste eso, maldita loca -la mano de Andrea descansaba sobre su mejilla, le ardía y estaba roja, pero no le impidió levantar su cabeza con una sonrisa algo demoniaca y devolverle la cachetada a Sabrina.

Desde ese momento todo colapsó, otra vez me sentí como en el cine viendo como Rocky Balboa peleaba con Iván Drago o la Luli contra la Adriana Barrientos, pero no se imaginan como los golpes iban y venían entre esas dos chicas, a ninguna le importó estar con falda o que estuvieran siendo vistas por la mitad del reformatorio; estaban peleando a muerte y una de las dos tenía que caer si o si antes de que las separaran.

CENTRO 232 [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora