𝗱𝗮𝗿𝘆𝗹 𝗱𝗶𝘅𝗼𝗻 𝗳𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻
Todos conocen alguna leyenda de tiempos antiguos.
Lo que no todos saben, es que estas están destinadas a repetirse, tengan o no un final feliz.
Déjame contarte la historia del Lobo y la Luna.
Historia basad...
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— No le pasará nada, Carol es una superviviente. —oí la voz de Rick al otro lado de mi celda.
— Lo dices como si no lo creyeras. —atacó Daryl.
Mi garganta pedía a gritos algo de agua. Era un picor insufrible sumado a una fatiga que me impedía abrir los ojos.
Los cuchicheos entre aquellos dos continuaron, y aún sabiendo que me dolería pronunciar una simple palabra, tuve que hacerlo.
— D-Daryl... —fue como si todo el aire de mis pulmones saliera sin permiso dejándome vacía, inmóvil en aquella cama me sentía un lastre para todos.
Y sea lo que sea que estuvieran discutiendo Rick y Daryl, terminó cuando escucharon mi voz temblorosa.
— Estoy aquí. —por el ruido de sus pasos intuí que Daryl se había agachado al borde de mi cama— ¿Cómo te sientes? —susurró en un tono que no reconocía en él.
— Tengo sed. —sonreí con dificultad, y por el suspiro que dio, que al estar tan cerca sentí sobre mi mejilla, supuse que a él también le había hecho gracia.
— Buscaré algo de agua, espera un segundo. —pidió levantándose rápidamente.
— No tenía pensado ir a ningún sitio. —volví a escuchar como suspiraba y ahogaba una risa.
— Carl está de los nervios desde que supo de tu estado. —la voz grave de Rick se escuchó más cerca, seguramente había decidido entrar en la celda en cuanto Daryl salió.
— ¿El pequeño vaquero se ha encariñado de la tullida? —con mi antebrazo tapé mis ojos, ya podía abrirlos, pero era la luz lo que ahora me molestaba.
— Creo que la herida de tu pierna es ahora lo de menos, ¿no crees? —dijo relajado, y me alegraba que el ambiente no se sintiera como un velatorio, aún a pesar de que me consideraba más muerta que viva en aquel momento— Ahora eres parte del grupo. —hice una mueca al escucharle decir aquello, pero decidí no responder— No tienes por qué irte, Luna.
— Rick... —intenté detenerlo, pues aún dentro de mí estaba demasiado reacia a permanecer junto a tanta gente. Las personas significaban problemas, pérdidas, dolor.
— Espera. —dio una larga zancada hasta colocarse junto a mi cama— Tan solo... piénsalo, ¿de acuerdo? —ante mi silencio suspiró con tristeza— No son solo Carl y Beth, Sasha y Maggie saben lo que hiciste por ellas hoy.
— Lo pensaré. —me rendí finalmente— Lo pensaré, Rick...
— Eso es suficiente para mí. —lo escuché alejarse— Recupérate pronto, la cosecha no se va a recoger sola.
— Sí, sí, ya lárgate. —solté falsamente molesta provocando que carcajeara antes de irse.
Y allí, en el silencio de la prisión, me di el lujo de perderme en mis pensamientos. ¿Era sensato permanecer junto a ellos? ¿Haría bien en quedarme o solo me causaría más daño a mi misma?
