Pasado en los corazones

.5.

14 años atrás...

Hoy es mi décimo cumpleaños.

Mamá y papá han invitado a unos cuantos vecinos a una barbacoa, para la ocasión estoy estrenando un vestido rosa claro acompañando de una bailarinas del mismo color.

Es primavera así que todo el jardín está completamente verde. Lo observo a través de la ventana de mi cuarto, no quiero bajar hasta que Jane llegue, es mi mejor amiga y no quiero hablar con nadie que no sea ella además quiero que sea la primera en ver mi vestido nuevo, me duele un poco la tripa la verdad no se porque estoy tan nerviosa por la llegada de Jane ella es mi amiga y no debería ponerme nerviosa al verla.

-Emory, los Davis están aquí.

Corro escaleras abajo como alma que lleva el diablo, las trenzas me rebotan contra los hombros cuando bajo los escalones, mi sonrisa se ensancha cuando la veo a los pies de la escalera sujetando una caja envuelta en papel de regalo.

-Feliz cumpleaños mejor amiga

Termino mi recorrido saltándome los dos últimos escalones y agarro el paquete que mi mejor amiga me tiende, rasgo el papel lanzando los restos al suelo, la curiosidad me está mandando.

La caja contiende un oso de peluche color blanco con detalles rosas súper suave, lo saco de la caja y dejo esta sobre uno de los escalones de la escalera, mi mejor amiga me lo arrebata de las manos para apretar al animal de peluche en su esponjosa barriga.

Feliz cumpleaños Emory

Esa frase suena a través del animal, pero no es sólo la voz de Jane la que suena, el estomago vuelve a dolerme de nuevo.

-Vamos al jardín, todo el mundo está esperando a la cumpleañera

Mi mejor amiga me agarra de la mano y me conduce hasta las puertas de cristal que comunican mi cocina con el jardín trasero, un olor a carne a la brasa se instala en mi nariz asqueándome durante unos segundo, la música retumba en mis oídos enmascarando ligeramente las conversaciones y las risas que comparten los invitados, Jane me arrastra hasta donde están nuestras madres.

Paso mis brazos al rededor de la cintura de mi madre la cual al notar mi presencia acaricia mi cabeza, Jane repite la misma acción con su madre durante unos minutos escuchando su conversación pero como es bastante aburrida nos separamos de ellas y vamos hasta los columpios donde Holland y sus amigos hablan.

Varios chicos mayores me felicitan y mi prima se levanta del columpio para darme un beso en la mejilla, después me cede su puesto en el columpio pero lo deniego ya que no quiero que se me estropee el vestido, Holland vuelve a sentarse y yo me aparto para que pueda columpiarse justo cuando estoy apunto de decirle a Jane que suba conmigo de nuevo a mi habitación para enseñarme mis regalos, él aparece.

Elián Davis

Un niño de doce años de pelo oscuro, ojos azules como el mar y una sonrisa pícara se planta delante de mi para segundos después posarme un beso en la frente.

De nuevo esa extraña sensación se instala en mi estomago, la zona donde el hermano mayor de mi mejor amiga a besado arde y estoy segura de que mis mejillas se han vuelto de un color rojo intenso así que me apresuro en agarrar la mano de mi mejor amiga y así arrástrala hasta la casa.

-Feliz cumpleaños florecilla *grita a mis espaldas*

Una vez a salvo en mis cuatro paredes de color rosa me tiro de espaldas a mi cama, intento recuperar el aliento mientras mi corazón late desbocado en mi pecho, el dolor del estomago es más intenso, cierro los ojos para intentar calmarme pero eso solo lo complica más porque la imagen de Elián vuelve a mi mente.

-Jane creo que me está dando un infarto

-¿Un que?

Abro un ojo y veo cómo mi mejor amiga esta sentada en el suelo de mi habitación mientras cepilla el pelo de una de mis muñecas.

-El corazón me va muy rápido y creo que estoy apunto de vomitar

Mi mejor amiga se ríe así que cabreada con ella me levanto de un salto de la cama, me estoy muriendo y lo único que hace ella es reírse de mi.

-No es gracioso te estoy diciendo que voy a morir y tú solo te ríes de mi

Jane deja de peinar a la muñeca para unir su mirada con la mía, veo como hace una mueca con la boca controlando las ganas de reírse. Se levanta del suelo y se planta delante de mi para agarrarme ambas manos y entrelazarlas con las suyas.

-Em tranquila no te estás muriendo solo estás enamorada *sonríe*

Ahora si que siento que la vida se me va, empiezo a hiperventilar, me separo de mi mejor amiga y empiezo a dar vueltas por mi habitación. No puedo estar enamorada solo tengo diez años, los chicos me dan asco, son guarros y huelen mal...

Bueno quizás no todos...

Elián Davis siempre huele a menta

Elián Davis siempre está limpio

Elian Davis no es como los otros chicos, siempre tiene unas bonitas palabras que dedicarme, se preocupa por mi en la escuela, siempre está sonriendo dejando ver sus paletas ligeramente separadas, el no es como los otros chicos no está atento a cada movimiento que hago para ver si fallo y así burlarse de mi con él puedo ser yo misma, le gustan mis trenzas y comparte mi amor hacia las margaritas.

-Por esa cara que estas poniendo ahora mismo es por la que me he dado cuenta que estás pillada por mi hermano mayor, no lo entiendo porque es un coñazo pero me gusta eso de que de mayor vayamos a ser cuñadas.

-¿Cuñadas?

-Si cuando os caséis y tengáis hijos

Voy corriendo al baño, abro la tapa del wc y me preparo para vomitar pero obviamente no sale nada. Me dejo caer contra los fríos azulejos mientras entierro mi cabeza entre las piernas.

Hace más o menos cinco minutos desde que me he dado cuenta que estoy enamorada y mi mejor amiga ya piensa en tener hijos, tengo diez años no estoy preparada para tener bebés se como se hacen, nada más pensarlo noto de nuevo las ganas de vomitar.

Mi mejor amiga posa una de sus manos en mi hombro izquierdo mientras se sienta a mi lado, une nuestras manos entrelazando nuestros dedos.

-Tranquila pequeña Emory solo tienes diez años los bebés se tienen cuando tienes cuarenta quedan como mil años para que eso suceda.

Actualidad
A mi mejor amiga nunca se le dieron muy bien las matemáticas y a mi nunca se me dio bien el tema amoroso sobre todo el tema de gestionar esas estúpidas mariposas que tantos malos ratos me harían pasar los próximos cinco años.
Prepárate pequeña Emory porque esto solo acaba de empezar.