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Cualquiera que me viera ahora mismo pensaría que se me ha ido la cabeza por completo.

Yo misma me considero una chiflada al estar a las cuatro de la mañana plantada delante de la tumba de mis difuntos padres.

Después del encontronazo con Elián no pude conciliar el sueño así que me pase parte de la noche llorando y revolcándome entre las sábanas, sabía que necesitaba un abrazo de esa persona especial pero todas mis personas especiales o han fallecido o o son los causantes del dolor que siento.

Podría haber ido a refugiarme en los brazos de mi prima pero algo me dice que mi ex mejor amiga habría terminado enterándose y por ende el causante de mi dolor también.

Hecho mucho de menos a mamá....

Me encantaría poder contarle a ella el dolor al que está siendo sometido mi débil corazón, explicarle que por mucho que hayan pasado los años yo sigo enamorada del chicho que me rompió el corazón, poder explicarle que aunque eche de menos a mi mejor amiga no puedo perdonarla por ser la cómplice del dolor que me causaron.

-Estoy tan perdida mamá.... *sollozo*

Veo cómo alrededor de la lápida donde residen los nombres de mis padres Margaret y Jonathan Miller han crecido varías hierbas y alguna flor silvestre, acaricio el diente de león que está junto a unas flores secas que alguien debió depositar en la tumba.

-No sé si estoy tomando las decisiones acertadas

Noto una ráfaga de viento pasar así que me refugio más en la chaqueta de lana que he agarrado del perchero, no es mía lo cual hace que me esté un poco más grande.

-¿Debería escúchalo? *susurro*

Esta es la pregunta que llevo haciéndome toda la noche, después del sofocón de la discusión teniendo la mente fría quizás he actuado desde el rencor, igual merecemos esta conversación para poder cerrar de una vez por todas este ciclo.

Llevo demasiado tiempo guardándole rencor tanto a él como a Jane que es demasiado cómodo, quizás teniendo esta conversación todo se vulva peor y los recuerdos que me impulsaron a irme se vuelvan a presentar haciendo que vuelva a huir de mi antiguo hogar.

Noto otra ráfaga de aire esta es más fuerte que la anterior así que me levanto del césped donde estaba sentada para emprender camino de nuevo hacia el aparcamiento del cementerio donde está esperándome mi Freddy.

Voy alumbrándome con la linterna del móvil ya que todo obviamente está bastante oscuro, nunca fui una chica miedica con el tema de los zombies o los fantasmas al revés me apasionan las películas de terror así que no me asusta estar en un cementerio a estas horas de la madrugada.

Escucho un ruido a mi espaldas así que me doy la vuelta esperamos encontrarme con algún animal y como era de esperar es una asquerosa rata, va a sonar cómico esto, no tengo miedo a los fantasmas pero si tengo pánico a este absurdo animal así que comienzo a correr mientras continúo observando al animal.

Claro error ya que nadie debería correr sin mirar al frente, cuando me quiero dar cuenta mi pie a tropezado con la raíz de un árbol y estoy apunto de impactar contra el suelo.

Caigo con las palmas de mis manos sobre el césped, noto estas doloridas cuando recobró el equilibrio una vez mi trasero a impactado contra el suelo, lo bueno de estar en un cementerio es que nadie a visto el ridículo que acabo de hacer y mi dignidad sigue intacta.

Una vez reviso que sigo de una pieza salvo por mis pobres manos me ayudo de la lápida de la tumba para levantarme, giro mi cabeza para mirar hacia ella y leo el nombre de persona que reside en ella, Jane Robinson.

Vale creo que esto debe ser una especie de señal.

Quizás mis padres o el universo quieren decirme que quizás Elián no es la persona con la que tengo que mantener una conversación.

Puede que en verdad sea mi miedo a enfrentarme a él el que está buscando excusas ya que enfrentarme a Jane será más fácil pero pienso aferrarme a esa idea, hablaré con ella y si puedo conseguir cerrar el ciclo quizás también pueda hacerlo con su hermano.

Llego a la casa cuando ya a amanecido, entro haciendo el menor ruido ya que mi prima debe seguir durmiendo, voy hacia el servicio para poder lavar mis adoloridas manos, tengo algún que otro raspón y bastante sangre seca.

Abro el grifo y a la cuenta de tres las sumerjo, ahogo un grito de dolor, nunca me a gustado la sangre así que cierro los ojos cuando veo que empieza a gotear una de mis heridas.

-¿Em eres tú? *dice Jane desde el piso de arriba*

Un segundo....

¿Qué hace Jane en mi casa a estas horas?

-He tenido un pequeño accidente *digo aguantando las lágrimas*

Escucho que alguien baja las escaleras apresuradamente y pronto tengo a la extraña pareja de amigas asomadas a la puerta.

-Dios mío!!! Emory donde has metido esas manos

Vale lo de la mutación de Holland cada vez es peor, habla por completo como nuestra difunda abuela.

Miro mis manos y cierro de nuevo los ojos al ver la sangre, noto que alguien me guía hasta el inodoro y me sienta sobre la tapa cerrada, luego noto que alguien me aparta el pelo de la cara mientas me teje lo que creo que es una trenza.

-¿Crees que necesita ir al hospital? *dice Jane*

No no al hospital no...

-Estoy bien solo necesito limpiarme las heridas *les digo aún con los ojos cerrados*

-¿Se puede saber cómo vas a hacerlo si ni siquiera puedes abrir los ojos? *me dice una cabreada Holland*

-Por favor Holland no te enfades solo estaba visitando a mis padres *le digo aguantando las lágrimas*

-¿A estas horas de la madrugada? *me grita*

Holland siempre a tenido el problema de que cuando se enfada o alza la voz su voz se vuelve un tanto aguda así que aguantó las ganas de reír ante su grito.

-Bueno yo voy a curarle las heridas será mejor que tú vayas al salón y te relajes *dice Jane*

-Tanto le costaba pedir ayuda *dice Holland mientras se va*

Ahora que mi ex mejor amiga y yo estamos a solas abro poco a poco los ojos para descubrir a una Jane vestida con uno de los pijamas de Holland cosa que indica que ha dormido aquí.

Vaya parece que mi noche se a vuelto más emociónate por no olvidar que yo tengo una conversación pendiente, creo que está es mi oportunidad y yo no soy nadie para llevar la contraria al destino.

Pasado en los corazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora