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Jane parece calmada mientras se termina de tomar la cuarta copa de vino que Helen acaba de servirle, ahora mismo estamos las tres solas ya que Holland a ido a dejar a Max a casa de su abuela.

La niña estaba bastante nerviosa porque a pesar de haberla apartado del conflicto igualmente se a dado cuenta de que algo pasaba entres su padre y su tío, de este último no tenemos noticias a pesar de que le he llamado varias veces Elián no a atendido.

-No debí dejarle hacerte daño *dice Jane*

Su voz está bastante ronca a causa del llanto y no se le entiende mucho al hablar por los efectos del alcohol, creo que este es el causante de que ahora mismo mi amiga se esté disculpando de nuevo.

-Tranquila Jane eso ya está olvidado *le digo*

-No hablo de mi hermano.... *me confiesa*

Extrañada me giro hacia ella la cual ahora mismo está sirviéndose la quinta copa de vino a este paso necesitaremos otra botella, parece que Helen piensa lo mismo que yo pues se levanta para ir a la cocina.

-Todo fue un plan de...Jared *dice al fin*

Le arrebató la copa que se está llevando a sus labios porque que ahora mismo necesito que esté lo más lúcida posible y me cuente de que a demonios se refiere con que Jared tenía un plan.

-He callado esto durante más de siete años por miedo a perderte pero hace cinco años te lo mandé todo en una carta, no sé si todavía la conservarás *me dice temblorosa*

Cuando ingrese en el internado no pararon de llegarme cartas durante los primeros años, sobre todo eran cartas de Jane y de Holland jamás me llegó ninguna de Elián a pesar de que siempre esperé que llegara, no tuve valor de leerlas así que las amontoné en el fondo de la maleta.

Después de ir a la habitación y coger la vieja maleta que me acompaño durante esa etapa de mi vida encuentro el taco de cartas que tengo atadas juntas con un lazo azul que utilizaba como decoración para el pelo a juego con el uniforme del internado.

Me reúno con mi vieja amiga la cual se a terminado la botella de vino, no hay ni rastro de Helen cosa que indica que está al corriente del tema del que estamos hablamos y nos está dejando espacio, pero puedo jugarme la vida apostando que debe estar escondida en algún lado para no perderse ningún detalle.

Rebusco entre las cartas una que marca la fecha en la que Jane decidió hablar, abro el viejo sobre y me encuentro con un papel rosa de flores que me recuerda demasiado a la vieja Jane.

Carta

Querida Emory

Que serio a quedado eso de querida ¿no?
Bueno la verdad es que estoy tan nerviosa que no sé cómo empezar la dichosa carta.

Hace un par de años que me dejaste en este pueblo para huir a ese odioso internado que nos separa, como te he escrito en las demás cartas no te culpo de marcharte ya que los únicos culpables aquí somos nosotros.

Hace dos años descubriste nuestra traición o más bien solo una parte....

Descubriste que mi hermano apostó con Michael que perderías la virginidad con él pero lo que no sabes es que no fue Michael al que se le ocurrió la idea de hacer esa dichosa apuesta.

Como te dije en varias cartas Jared y yo empezamos una relación meses después de tu partida, y hace unos días después de una fuerte pelea en el cine confesó toda la verdad.

Jared siempre estuvo enamorado de ti.

No era yo la dueña de su corazón y nunca iba a serlo.

Entre gritos me confesó que el armo todo un plan para que Michael hiciera quedar a mi hermano como un completo capullo para que el amor que tú le tenías se convirtiera en odio y él pudiera ser tú paño de lágrimas. Quería atacarte cuando estuvieras vulnerable para demostrar a todos que él era mejor que su mejor amigo pero él no contaba con que te hubieran dado la beca en el internado.

Tras tu marcha se conformó con las migajas.

Siento mucho lo que paso Em, espero que algún día consigas perdonarme.

Te extraña, Jane

Agarro la temblorosa mano de Jane intentado reconfortarla mientras controlo las lágrimas que intentan brotar por mis mejillas.

Esta carta acaba de abrir un cajón de dudas que necesitan ser resueltas así que sin ni siquiera articular palabra me calzo unas botas y salgo a toda prisa de la casa.

Subo a mi coche y pongo dirección hasta la casa de los Davis ya que no tengo ni idea de donde vive Elián, Holland se encuentra allí y cuando me abre la puerta su expresión cambia, debo tener un aspecto lamentable pero me adelanto antes de que ella pueda reprochármelo.

-Necesito la dirección de Elián *le digo*

Mi prima pone mala cara, no es tonta sabe que mi apariencia tiene que ver con algo de mi pasado y que justo este preguntando por él solo lo deja aún más claro.

-No puedo permitir que te hagas más daño *me dice*

-Necesito respuestas Holland *le suplico*

-Quizás esas repuestas no te gusten *me dice*

Estoy apunto de contestarle cuando una voz de fondo me grita la dirección, sé que se trata de Elisabeth Davis y no puedo evitar que unas sonrisa se me escape de los labios.

Le lanzó un beso a mi prima antes de volver a mi coche, conduzco unos veinte minutos hasta que llego a la costa del pueblo donde Elián reside, concretamente vive en la antigua casa de la playa de su familia, no sé cómo no pude pensar en ella allí es donde pasaba las vacaciones y siempre fue su lugar favorito.

Llamo al timbre de la entrada mientras noto como el corazón me martillea el pecho.

El comentario de mi prima me a afectada más de lo que me gustaría ya que ella siempre a pensado más con la cabeza que con el corazón a diferencia de mi por eso siempre seguí sus consejos a raja tabla, fue uno de mis modelos a seguir y las experiencias vividas con ella me hace creer que es muy posible que tenga razón.

-¿Florecilla?

Pasado en los corazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora