☆ Seven ☆

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"I've been good lately
Blowin' up
Workin' busy"

[He estado bien últimamente
Deslumbrando
Trabajando duro]

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La verdad, tenía que admitir, que tuvo unas realmente altas expectativas en todo esto.

Es decir, era su primera cita con un chico, uno bastante atractivo. No era como que esperaba ser recibido con un ramo de flores o ir a un restaurante cinco estrellas, pero, al menos, quería pasar un buen rato con alguien que parecía tener alguna clase de interés en su persona.

Se equivoco.

Mark había ido a recogerlo a su casa a la hora que prometió, apareciendo con un realmente llamativo auto que parecía haber salido este año, oliendo a una colonia demasiado varonil y fuerte, que sin duda, no era uno de sus aromas favoritos, pero lo dejó pasar porque él se veía realmente bien con esa sonrisa confiada en su rostro y su cabello negro desordenado, sin alguna gota del gel. Y, ahí fue cuando sintió que las cosas irían bien.

Pero, no fue así.

En los diez minutos que el chico estuvo conduciendo hacia el restaurante lo único de lo que lo escuchó hablar fue de futbol, de sus excelentes jugadas y lo valioso que era para el equipo. Todo era sobre él. Ni siquiera estaba seguro de haber soltado alguna oración porque Mark ya estaba tocando un nuevo tema que lo involucraba a él mismo o alguna queja sobre como no obtuvo la calificación que merecía del entrenador aunque era uno de los mejores en el equipo.

Y, de acuerdo, puede que al comienzo haya pensado que él trataba de impresionarlo o algo por el estilo al hablar por demasiado tiempo de sus habilidades deportivas, pero luego comenzó a mencionar algo sobre una tonta pelea que tuvo con uno de sus amigos y como él tenía razón en un argumento sobre que las papas fritas de su restaurante favorito eran mejores. Increíble.

Calum lo había hecho acabar con alguien que no era capaz de abrir la boca y hablar de algo más que no fuera él mismo.

Puede que estuviera bien que Mark se amara demasiado, porque no veía algo de malo en que alguien tuviera confianza en sí mismo. Como Michael. A él le gustaba halagarse a sí mismo, tener la razón y sabía claramente que no era feo, pero eso no significaba que hablara cada segundo de lo perfecto que era, aunque quisiera impresionar a alguien, porque Michael sabía que no era perfecto y no tenía miedo admitirlo. No tenía miedo de mostrarse vulnerable o decir lo primero que pasara por su cabeza sin alguna vergüenza.

Él era... real, más de lo que cualquier otro adolescente de la escuela pudiera serlo.

Y, Dios, no debería estar pensando en Michael en este momento. Mucho menos, comparándolo con el chico con el que iba a tener una cita. Debería estar pensando en cómo salir de esta situación porque ya se encontraba entrando al restaurante de malteadas al que Mark lo trajo, mientras él caminaba a su lado con una perfecta sonrisa mientras hablaba de sus grandes habilidades de culinarias.

Estaba casi seguro que el mundo lo odiaba.

—Entonces, hice este increíble pastel para el cumpleaños de mi hermana, y puede que se me hubiera pasado la azúcar, pero realmente les gustó a todos. Creo que ese día descubrí que un tengo un tercer talento, luego del futbol y la oratoria —dijo el chico, mientras lo guiaba hacia una de las mesas del lugar. Lo único que pudo hacer fue asentir, deseando poder acabar con todo esto.

Love To Hate Me ☆ mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora