☆ Eight ☆

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"You ain't worth my love
If you only love to hate me"

[No mereces mi amor
Si es que solo amas odiarme]

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—No puedes pedirme que haga eso.

—Yo ya lo hice. Vamos, no seas gallina, no es la gran cosa —estuvo seguro que lo pudo sentir el rodar de ojos del otro lado de la línea aunque no pudiera verlo. Era casi imposible no sentirlo con ese tono de voz.

—Michael, no voy a saltarme clases contigo —dijo, haciendo lo posible por mantener su tono de voz firme mientras buscaba sus pantalones en el armario. Escuchó un bufido del otro lado de la línea.

—Ya pues —insistió él, usando ese tono de voz agudo como cuando tenía diez y alargando las vocales —. Ya le dije a mamá que tengo un resfriado, y se encargará de llevar a Amy. Solo dile a tu madre que te duele la cabeza o alguna mierda así. Te creerá.

—Es una mala idea —continuó, sin ya tener la misma fuerza de voluntad en su tono de voz. Estaba cediendo. Michael siempre era capaz de hacerlo ceder aunque no quisiera.

Por favor, Lukey.

Y fue así como terminó por decirle a su madre de su "increíble dolor de cabeza" por pasar la noche anterior haciendo demasiados deberes y tuvo que escribirle un mensaje a Amy diciéndole que no asistiría a clases por la misma excusa.

Ahora mismo, se encontraba echado en el sofá de su sala, viendo una mala serie adolescente con un pequeño gato negro en su regazo que estuvo escondido en su habitación la noche anterior. Era alrededor de mediodía, y se encontraba demasiado aburrido mientras esperaba a que Michael llegara de hablar con su madre por teléfono para decirle que se encontraba bien y había tomado su sopa de enfermo.

No podía creer que estaba haciendo esto.

Sus ojos fueron hacia el pequeño gato, el culpable de todo esto. Si no fuera por este animal, estaría seguro que hubiera sido capaz de mantener su firmeza y no dar su brazo a torcer por los ruegos de Michael. Pero, él estuvo en su casa los últimos días después de clases, viniendo con comida para gatos, pequeños juguetes y llevándolo a la veterinaria cada día de que el felino tenía una cita para una nueva vacuna, viéndose extremadamente adorable y protector, haciendo que realmente disfrutara el tiempo que pasaban juntos.

Era raro, porque había pasado demasiado tiempo con Michael desde que el gato llegó a sus vidas. Había sido una larga semana de tenerlo en su hogar, cuidando al pequeño animal como su fuera su única prioridad. Había llegado a tal punto en el que cuando Amy venía visitarlo podía sentir la ausencia de Michael.

De todas formas, intentó ignorarlo, disfrutando ver a su amiga jugar con el felino sin soltar ni un solo estornudo como cuando era niña. Hasta le había comprado este pequeño collar azul que combinaba con sus ojos. Había sido una buena y extraña semana, especialmente debido a que ni Jason o Michael realmente se metieron en su camino o lo volvieron a empujar contra los casilleros.

Parecía como si el mundo hubiera decido brindarle algo de felicidad por primera vez en su vida, y no sabía si sentirse agradecido o estar alerta, porque nunca le pasaban demasiadas cosas buenas. Especialmente, cosas buenas que involucraran a Michael Clifford.

Y, como si sus pensamientos hubieran sido leídos, un suave golpeteo se escuchó desde el otro lado de la puerta de su casa que hizo que el animal en su regazo se pusiera alerta y saltara de sus muslos hacia la entrada, para poder rasgarla con sus pequeñas garras que acababan de ser cortadas en su última visita al veterinario y lo salvaron de que su madre encontrara más de sus cortinas con rasgaduras (ella creía que tenían un problema de mapaches).

Love To Hate Me ☆ mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora