☆ Six ☆

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"Wake up, yeah
Make up, maybe
I need you, nah"

[¿Despierto? Sí
¿Maquillaje? Tal vez
¿Te necesito? Nah]

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Michael Clifford (5:34 p.m.):

Estoy yendo a tu casa. Amy tiene que dar clases en la escuela y las amigas de mi madre vendrán a su tonto Club de Lectura.

Parpadeó viendo el mensaje que acababa de llegar a su teléfono, mientras se levantaba de su cama y rápidamente tomaba la primera camiseta que encontraba en el suelo.

De acuerdo, esto estaba pasando.

Luego de cinco días desde que Michael lo había besado por primera vez en su fiesta de cumpleaños, él vendría a su casa. Y, le hubiera gustado haber estado algo preparado para esto. O que, aunque sea, el teñido se hubiera tomado la molestia de preguntar si estaba libre en vez de simplemente avisar su llegada, pero realmente estaba seguro que su reacción sería la misma.

Pasó las manos por sus rizos, mientras veía el interior de su habitación. Al menos, estaba mejor que la de Michael.

Su cama estaba tendida, su escritorio sin ropa sucia por primera vez en la semana y sus zapatos se encontraban organizados delante de su ropero en vez tirados en el piso alfombrado. Además, por primera vez había usado esa cinta decorativa que su madre le compró para colgar el resto de sus posters, lo que significaba que sus paredes se encontraban menos vacías.

Caminó descanso escaleras abajo, vistiendo solo una vieja camiseta con el logo de Nirvana y unos pantalones de algodón, para luego escuchar un golpe del otro lado de la puerta principal, haciendo que su corazón casi saltara de su pecho. Tomó aire, para luego abrirla, encontrándose con la persona a la que estaba esperando.

Michael se encontraba ahí, viéndose como si acabara de despertar de una siesta, con su cabello negro revuelto y una cansada expresión en su rostro. Vestía otro de esos grandes suéteres color gris con unos pantalones de algodón y unas viejas Converses en los pies en vez de sus clásicas botas negras. Se veía demasiado... cálido, haciendo que realmente tuviera ganas de abrazarlo si es que él no hubiera pasado a su casa casi dándole un empujón.

—Pensaba en decirte que vinieras, pero no quería arriesgarme. Además, tu casa casi siempre para sola —mencionó el teñido, inspeccionando cuidadosamente el interior de la casa con su ceño levemente fruncido. Le recordó a un gato (Realmente debía dejar de comparar a Michael con ellos).

—Mamá ama tomar turnos extras —dijo en voz baja, casi más para sí mismo, pero logró captar la atención de Michael. Aclaró la garganta, sintiéndose levemente incómodo al tener la atención de los ojos verdes —. ¿Sígueme? —preguntó, a lo que Michael no tardó en asentir.

Subió escaleras arriba con el teñido, sin perderse el momento en que sus grandes ojos se ponían a inspeccionar las imágenes en las paredes, como si esperaba que algo hubiera cambiado desde la última vez que vino. Estaba casi seguro que fue en el cumpleaños de su mamá, hace dos meses.

Michael entró primero a su habitación, como si estuviera en su propia casa, algo que le hubiera parecido algoirrespetuoso si es que no conociera casi toda su vida a los Cliffords. Luego, él estaba escaneando el lugar, como hizo al ingresar a su casa, observando detenidamente con sus ojos verdes.

Love To Hate Me ☆ mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora