Look At Me • Virgato •

"27"

Joel salió del aula de clase con los ojos llorosos, se sentía impotente por no haber rendido como quisiera en las clases, pero de verdad no se podía concentrar y eso ya había tenido sus consecuencias. Richard y Erick salieron tras él al verlo tan mal desde la mañana, tenía unas ojeras que no eran para nada fáciles de ignorar y se veía más desanimado de lo normal. Ambos sabían que el motivo de su comportamiento tenía nombre, pero necesitaban confirmalo para poder apoyarlo en lo que fuera que le estaba afectando.

El ojiverde lo alcanzó en la salida de la universidad y le preguntó qué le estaba pasando, pero no fue para nada sorpresivo que dijera que todo estaba en orden, que no había ningún problema a pesar de que todos habían notado que sí lo había. Richard también los alcanzó e intentó indagar más, pero no consiguió más que el ojiverde.

—¿Piensas que vamos a quedarnos de brazos cruzados si te vemos así? —Erick habló y levantó la mirada para observar a Richard, ni siquiera sabía por qué estaba ahí, no recordaba que fuera amigo de ellos y menos del rizado, pero le restó importancia en ese momento —. Al menos a mí me importas mucho, Joe, no me gusta verte mal y no poder ayudarte de alguna forma.

—Esto es por Christopher, ¿verdad? —el moreno habló con tono molesto mientras se adelantaba un poco y se daba vuelta para quedar al frente del rizado, quien se detuvo sin muchos ánimos —. Dime qué te hizo ese animal y lo mato, lo prometo.

—No pasa nada, solo quiero estar solo —Joel suspiró y sonrió débilmente —. Estoy cansado, no dormí bien, eso es todo.

—¿Me prometes que no ha pasado nada malo con Christopher? —el ojiverde posó una mano en el hombro de su amigo, mirándola directo a los ojos —. Sabes que puedes confiar en mí, no te tienes que guardar todo lo que pasa.

—Pues no es que estén bien las cosas, pero no quiero hablar de eso ahora, además tampoco pienso darle tanta importancia y dejar que afecte tanto, por eso necesito descansar.

—Bueno, si eso es lo quieres...

—Sí, Erick, lo único que quiero es irme a mi casa y dormir mucho —el rizado sonrió, logrando al menos convencer a sus amigos de continuar el camino.

No vio a Christopher esperarlo afuera como solía hacerlo, eso solo le confirmaba que él ya había decidido por alguien, y que ese alguien era Valeria. Ni siquiera podía sentir algún tipo de rencor hacia ella porque era una buena mujer y tenía una relación más formal con él. Lo que nunca debió hacer fue confesarle lo que sentía, tal vez hubiera perdido su amistad, pero no estaría sintiéndose tan culpable de lo que estaba pasando.

Las cosas con él no habían empezado bien y tampoco iban a terminar bien.

Christopher tenía un montón de chicas que darían cualquier cosa por una relación con él, era apenas lógico que él iba a preferir a cualquiera de ellas en vez de a él. Solo era su amigo, uno que había aspirado a ser más que eso, pero que tuvo que recordar luego que su lugar era ese. Él siempre iba a ser un sueño.

Se fue con Erick en el auto de Richard, él se había ofrecido a llevarlos y no tenía de otra, se sentía en las nubes para irse caminando o para buscar transporte. Tenía que ser fuerte y hacer las cosas bien por lo menos en sus estudios, lo menos que quería era decepcionar a su padre también después del esfuerzo que estaba haciendo y de que su relación estaba mejorando un poco.

Erick y Richard entablaron una conversación trivial, intentaron incluir a Joel, pero les fue una tarea demasiado difícil, él estaba metido en sus pensamientos. El moreno resultó más interesante de lo que parecía para el ojiverde, quien se animó a darse la oportunidad de conocerlo mejor. Quizá podría ser un amigo, uno con el que no mantendría todo el tiempo discutiendo, como Johann, aunque a pesar de todo lo que había pasado lo seguía apreciando mucho.