Look At Me • Virgato •

"24"

Christopher se detuvo afuera de la universidad donde estudiaba Joel y bajó del auto rápidamente, al parecer había llegado a tiempo porque habían muy pocas personas saliendo. Volvió al árbol donde había hablado la otra vez con el rizado y se recostó sobre el tronco para esperar a que él saliera.

Vio salir a Johann y a Erick juntos, aunque no parecían estar hablando entre ellos. Ignoró la presencia de ambos y se concentró en los demás rostros que salían, donde solo quería ver el de Joel.

—Pero mira a quién tenemos aquí —Johann llegó a su lado, dirigiéndose a Erick —, Christopher, te dignaste a a aparecer, llevabas mucho tiempo sin venir aquí.

Erick le dedicó una sonrisa amable cuando sintió la mirada del castaño sobre él. Se veía más serio de lo normal, incluso podía apostar lo que fuera a que él estaba disgustado.

Johann sonrió burlonamente y lo miró de pies a cabeza —El ingeniero del antiguo grupo de amigos por fin nos deja verlo, ¿qué ha sido de la vida del galán?, imagino que mucho dinero para usar trajes tan elegantes.

—¿Joel ya salió? —Christopher le preguntó con una expresión y un tono de fastidio, al menos así lo había percibido Johann.

—No, Joel está allá adentro terminando de recoger sus cosas, no debe tardar —el ojiverde respondió por Johann, quien tenía una mirada fulminante

—Está bien.

—¿Por qué te fuiste sin explicación alguna?, ¿así de falsa era tu supuesta amistad con nosotros?

—Johann, estoy trabajando y estudiando en un lugar diferente al tuyo, no me queda el mismo tiempo para fiestas y ustedes tampoco me han buscado —el ojimiel suavizó un poco su voz —. Seamos sinceros, tú y yo escasamente hablábamos en las fiestas y eso era mayormente cuando aún estudiaba con ustedes en la escuela.

—Pero con Joel sí conservaste la amistad, ¿era tan difícil incluirnos? —Johann sonrió sin ganas —. Aunque entiendo que para ti debía ser humillante seguir saliendo con nosotros cuando te graduaste y empezaste a relacionarte con tus amiguitos de clase alta e igual de estudiados.

—¿Qué?, deja de decir cosas sin sentido.

—Lo haré.

—¿Sabes?, lo siento, sí, me alegra verte de nuevo —Christopher posó su mano sobre el hombro de Johann.

—A mí también, idiota.

Erick sonrió al ver salir a Joel con una expresión de sorpresa al encontrar a Christopher afuera. Esperaba que la salida de ambos hubiera resultado bien porque no había tenido tiempo para preguntarle. Aunque el hecho de ver ahí al castaño ya le confirmaba que las cosas entre ellos estaban funcionando, por supuesto, si ignoraba el semblante serio del mayor al llegar.

—Chris, ¿qué haces aquí?

—Hola —Christopher sonrió con algo de incomodidad al tener a Johann y a Erick al lado —, emm..., ¿te parece si te llevo a tu casa?

—Claro, vamos —el rizado sonrió, no podía negar que le daba un poco de ilusión que lo fuera a buscar a la salida nuevamente.

Erick borró su sonrisa al ver la intención que tenía Joel de darle un beso y la forma en la que el castaño volteó la cara, provocando que lo diera en su mejilla. Lo vio darle un pequeño beso en la mejilla también, quizá para disimular un poco ante la atenta mirada de la gente que estaba cerca.

—Bueno... yo creo que sí, ya nos vamos —el ojimiel trató de estabilizar su tono de voz —. Adiós, Johann y Erick.

Joel suspiró con desilusión mientras subía al auto y se despedía con la mano de sus compañeros. Tenía que acostumbrarse a tener las cosas a escondidas al menos mientras Christopher terminaba de asimilar y aceptar todo. Tal vez sí tenía razón y ya se estaba empezando a arrepentir.