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Joel se sentó junto y Chris apagó el televisor, ya había estado encendido por más de dos horas, y quería silencio. El castaño dirigió la mirada a él y levantó una ceja, preguntándole con la mirada qué hacían entonces. No era la primera vez que estaba allí con él, pero sí sería la primera vez que lo dejaría dormir después de haberse quedado todo la tarde allí.

-Hagamos algo más -Joel hizo un puchero mientras jugaba con el control remoto.

-¿Qué?

-No sé, vamos a dormir ya -Christopher rio y se encogió de hombros -. Estoy cansado, ya sabes, demasiados talleres y proyectos.

-Eso me recuerda que debes estudiar mañana para esos parciales -lo señaló con autoridad.

-Ni me lo recuerdes, además mi padre no ha organizado bien lo de la universidad -Joel hizo una mueca de pereza.

-Tu mamá ya lo habría hecho, ¿no?

Christopher suspiró al notar que la expresión del rizado cambió de inmediato, quizá sí había sido un error mencionarla. Desde la trágica muerte de Patricia, Gabriel y su novia, nada era igual en el ambiente de esa casa. El padre de Joel tenía que lidiar con todo eso, era por esa razón que entendía su estrés e invitaba a su amigo a estar todo el día en su departamento.

Joel era fuerte, había sabido llevar todo con calma, al menos eso aparentaba. Llevó su mano a la mejilla del menor y la acarició delicadamente, una sonrisa se dibujó en sus labios cuando sintió que se estremeció ante el tacto, no imaginaba las verdaderas razones por las que se producían esas reacciones en su amigo.

-Sí, lo habría hecho ya.

-Lo siento, mejor vamos a la cama -retiró su mano y se levantó para dirigirse a la habitación.

Joel levantó una ceja cuando vio que el castaño empezaba a quitarse la camisa, descubriéndose el torso. Si le daba nervios el solo hecho de acostarse con él, mucho más sería si él está con la mitad de su cuerpo desnudo. Sintió un poco de alivio solo cuando vio que ya no tenía intenciones de quitarse nada más, quizás estaba haciéndose demasiadas ideas erradas.

Hacía calor, pero no iba a sacarse nada, la vergüenza le ganaba. Se volteó para el otro lado, pero de nuevo se tensó al sentir un brazo alrededor de su cintura. Jamás pensó que lo haría, Christopher siempre era de las personas que amaban dormir solos, teniendo en cuenta la posición.

Volvió a dar vuelta y le sonrió, poco a poco cerró sus ojos, con la última imagen de Christopher a pocos centímetros, pero el pensamientos de que solo se trataba de su amigo. Lo abrazó también y se quedó dormido.

En la mañana, el primero en despertar fue Christopher, quien seguía aferrado al rizado a pasar de los movimientos que daba al estar dormido. Se incorporó y sonrió al ver su rostro aún dormido, que le pareciera realmente atractivo su amigo no cambiaba nada. Jamás había negado que Joel sería posiblemente una bonita vista al despertar.

Se levantó finalmente y abrió la ventana para que entrara más aire, ya estaba listo y con la energía suficiente para comenzar ese día. Solo tenía unas cuantas horas para ir al aeropuerto a recoger a sus amigos, los que antes habían tenido que volar a Australia por cuestiones de trabajo. Tomó el celular y lo encendió, programándose para hacer todo rápido.

-Joel, niño -lo removió un poco -. Ahora sí tienes que irte.

Ladeó una sonrisa cuando lo vio abrir los ojos, pero esta desapareció cuando se dio cuenta de que su única intención fue mirarlo mal y darse vuelta, ignorándolo por completo. Jamás imaginó que un día estaría rogándole a Joel para que se levantara.

Look At Me • Virgato •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora